Este año 2012, será un año inolvidable en la historia de las y los venezolanos de estos tiempos. La vida y dolencias del camarada Chávez habrán marcado las nuestras y la suya propia. En abril, preparándose para retornar a la hermana República de Cuba, el camarada Chávez, en su tierra natal, Barinas, conversaba entonces con Jesús, el de Nazareth, en acto público le suplicaba: “Dios dame vida, Cristo dame tu corona que yo sangro, dame 100 cruces que yo las llevo, pero dame vida, porque todavía me quedan cosas por hacer por este pueblo y por esta patria no me lleves todavía” (…) En sus palabras manifestó también que seguirá teniendo mucha fe, esperanza y fuerza de voluntad, para derrotar como mucha gente lo ha hecho, el problema de salud que ha venido afrontando. Destacó que el amor del pueblo, de su familia, del suyo y el deseo de vivir son claves para su recuperación. “Hay muchas razones para vivir”, sentenció.” (VTV, 06-04-2012). Eran días aquellos de mucha religiosidad en la Patria de Simón Bolívar y, el pueblo le acompañaba con sus oraciones. Chávez, fue a su tratamiento y regresó, con vida y con suficiente fuerza para encarar el reto del 7 de octubre, el pueblo venezolano le acompañó en esa gran victoria popular contra las fuerzas del mal.
Entrado diciembre, nuevamente, la salud del camarada Chávez se resiente, el cáncer es una enfermedad persistente sobre la cual hay que estar siempre encima, hasta derrotarla y, aún así, ahí está, echando vaina. En esta oportunidad, el camarada Chávez, sentía la necesidad de hablar ya no con su Dios, sino con su pueblo, alertarlo de amenazas y rendirle cuentas de las hipótesis futuras, en caso que, la nueva intervención quirúrgica a la que sería sometido fuera fallida, quedando afectada su salud, irreparablemente. Era 10 de diciembre, a escasos 6 días de las elecciones de gobernadores, apenas se escuchaban los centellazos de la tormenta que desataría nuestro pueblo contra las fuerzas imperiales, derrotándolas certeramente. En esa oportunidad, Chávez habló a su pueblo: “el alto mando político aunque no lo entrego, lo delego y está en buenas manos, en las de Nicolás Maduro. La República y la revolución está en buenas manos” (…) “Con el favor de Dios saldremos adelante solo les pido una vez más fortalecer la unidad, trabajar unidos y no ceder a la intriga, así que seguir fortaleciendo la institución y mucho liderazgo. Les dejo mi corazón, mi agradecimiento y espero volver pronto”. Chávez evidenció, en esa oportunidad, no obstante, que esta vez se trata de una operación todavía más delicada, al designar a Maduro, su heredero político en caso de que él quedase inhabilitado. Nunca antes, ni en otros momentos críticos de su enfermedad, el mandatario había insinuado la posibilidad de un sucesor. Maduro asumiría la presidencia mientras se convocan nuevas elecciones, en las que sería el candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y las fuerzas patrióticas.
Sobrevenido, el 16 de diciembre y, con ese día, las elecciones para gobernaciones. La derrota electoral, infringida por las fuerzas patrióticas a las fuerzas del mal, traería como consecuencia el incremento sustancial de la campaña sobre la salud del camarada Chávez. De alguna forma, las fuerzas del mal tendrían que distraer la atención de su militancia, de la realidad que implicaba el hecho de haber perdido 5 de las gobernaciones que, hasta entonces estaban bajo su control político. En esta oportunidad, no se trata de una derrota como cualquier otra de las recibidas en las 16 elecciones en que se ha visto involucrada, sino de una Derrota Histórica. De esas que, tanto nos habla Cristóbal Jiménez en sus canciones: “Volverán las coplas mías/ A Zuata y a Pariaguán…/ Volverá la garza blanca/ volverá el alcaraván./ Volverán los güiriries/ patorreales y gabán/ pero adecos y copeyanos/ esos nunca volverán…”
Las especulaciones sobre la salud del camarada Chávez, incrementadas como estaban hasta el punto que, las elecciones del pasado 16D pasaron a un segundo plano; dieron pie, al surgimiento de tensiones a lo interno de las fuerzas patrióticas. La inexperiencia en el manejo de la guerra mediática y, ansias de ganar cierta notoriedad, llevan a Diosdado a cometer la torpeza de dejar correr la especie de que, Chávez no pudiera presentarse el próximo 10 de enero al acto de juramentación ante la Asamblea Nacional. Suministraba así, Diosdado, la leña que faltaba para que el fuego opositor no se apagara. El tema de la derrota aplastante a la oposición, parece ya cosa de un pasado remoto. La salud de Chávez, se ha convertido en el tema del día. En filas apátridas, sólo se discute sobre Chávez y, la posibilidad incierta que el año próximo pudiesen haber elecciones presidenciales.
Pues bien, así como Diosdado ganó notoriedad gracias a su “imprudencia” y, pudo desviar parte de la atención hacia sí, que, hasta ese entonces, se concentraba en la figura del vicepresidente Nicolás Maduro. Otros actores del escenario político nacional, hasta entonces opacados, vieron en la actuación de Diosdado una oportunidad única para volver a ocupar la figuración que, años atrás, alguna vez ocuparon, tal es el caso de Heinz Dieterich. Ya los bombazos no provendrían desde las fuerzas del mal sino, gracias a Diosdado y sus ansias de protagonismo, ésta vez se trataba de alguien que, en el pasado reciente, se presentaba como asesor del presidente Chávez y hasta de ideólogo de la Revolución Bolivariana. Las diferencias políticas con Chávez y su cuadramiento con Baduel, le llevarían a su ruptura definitiva con el camarada Chávez y, al sostenimiento de posturas muy críticas hacia la Revolución Bolivariana, en muchos casos, hasta controversiales. “El sociólogo además relata cómo le impactó el discurso que pronunciara general (r) Raúl Isaías Baduel el 18 de julio de 2007 durante el acto de entrega del Ministerio de la Defensa: "El llamado del Señor Presidente Hugo Chávez a construir el Socialismo del Siglo XXI, implica la necesidad imperiosa y urgente de formalizar un modelo teórico propio y autóctono de Socialismo que esté acorde a nuestro contexto histórico, social, cultural y político. Hay que admitir que este modelo teórico hasta los momentos, ni existe ni ha sido formulado y estimo que mientras esto sea así, persistirá la incertidumbre en algunos de nuestros grupos sociales". Dieterich consideró las palabras de Baduel como una "demanda legítima y una oferta de cooperación en la construcción del Socialismo del Siglo XXI". Pero la reacción del Presidente, según indica, fue la cólera.” (El Universal, 16-08-2011). Días antes era más crítico: “¿Chávez, imperialista? El sociólogo alemán Heinz Dieterich, antiguo asesor del presidente de la República, señaló en su último artículo que el comandante en jefe se ha convertido en un elemento al servicio de los intereses de EEUU en América Latina.” (El Universal, 03-06-2011). Era su forma de vender sus libros, como bien le criticaría el camarada Carlos Escarrá (QEPD): “Consultado sobre las críticas lanzadas por el académico europeo contra el mandatario nacional, el vicepresidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional respondió: "él (Dieterich), como mucha gente, esperó una rentabilidad personal del proceso y este proceso es de construcción y beneficio colectivos". Pese a la repregunta del reportero, Escarrá prefirió no abundar con respecto a la "rentabilidad personal" que habría perseguido el alemán.” (El Universal, 17-08-2011).
En su reciente artículo: “Diosdado Cabello desconoce al presidente Chávez”, Dieterich alerta a venezolanos y venezolanas, acusando a Diosdado de intentar desconocer la voluntad del camarada Chávez de que sea Nicolás su sucesor, en caso que, no pudiera presentarse a su juramentación el venidero 10 de enero próximo. Desconoce Dieterich nuestra Constitución, ya que la misma en su artículo 231 es fulminante: “El candidato elegido o candidata elegida tomará posesión del cargo de Presidente o Presidenta de la República el diez de enero del primer año de su período constitucional, mediante juramento ante la Asamblea Nacional. Si por cualquier motivo sobrevenido el Presidente o Presidenta de la República no pudiese tomar posesión ante la Asamblea Nacional, lo hará ante el Tribunal Supremo de Justicia.” Como se aprecia, de no hacerlo el venidero 10 de enero, lo hará ante el TSJ en días posteriores, sin precisar fecha de cuándo, ese es el mandato constitucional. En casos extremos, la propia Constitución Bolivariana tiene la solución: “Cuando se produzca la falta absoluta del Presidente electo o Presidenta electa antes de tomar posesión, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes.” (CRBV, Art. 233), nada es dejado al zar por nuestra Constitución Bolivariana. Sobre esta segunda hipótesis es, que las fuerzas del mal, la oposición, vienen alentando a sus seguidores y seguidoras. Hipótesis negada, toda vez que, como es previsible, el retorno del camarada Presidente Chávez será realidad en los próximos días y su ascensión a la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela será el venidero 10 de enero de 2013.
Dieterich, al igual que lo hiciera en su análisis, en referencia a la derrota que sufrieran las fuerzas patriótica en el referendo por la reforma de la Constitución Bolivariana, vuelve a equivocarse en sus pronósticos catastróficos, la Revolución Bolivariana sobrevivió esa derrota y alzó vuelo, de victoria en victoria. “Con el peligro de una derrota, absoluta o relativa del ‘sí', se abre nuevamente una fase tendencialmente caótica en Venezuela que en pocos años podría terminar con el gobierno de Hugo Chávez. Y sí Chávez sale del Palacio de Miraflores, la integración de América del Sur podría pararse. Esto es lo que está en juego”. Dieterich se equivocó en su pronóstico y, bien pelado. Como bien les dijera, en alguna oportunidad Antonio Aponte en su Grano de Maíz, fechado el 11-12-2007: “al principio confunden con su retórica revolucionaria, dictan cátedra, propagan teorías que impiden el avance de la Revolución, se mantienen bajo el manto revolucionario. Pero, a la primera derrota, saltan la talanquera y aprovechan la crisis para profundizar hacia la derecha, aprovechan el mal momento para intentar acabar con la Revolución.”
Dieterich con sus análisis, se empareja con Poleo, quien en su Corto y Profundo del pasado 21-12-2012, aseveraba: “es remota la posibilidad de que Chávez regrese asumir la Presidencia el 10 de enero o en cualquier otra fecha”, con lo cual pretenden asomar la idea del “vacío de poder” que les diera resultado, por pocas horas, en abril de 2002. Al partir, ambos, de una hipótesis falsa, la muerte o discapacidad del camarada Chávez, llegan a conclusiones similares, los extremos se unen. Pero, deseos no preñan. La propia hija del camarada Chávez, María Gabriela, les ha desmentido y, a la vez, desmontado sus falsas hipótesis, vía twitter: “Respeto a la familia y sobre todo respeto a mi pueblo. Basta de mentiras! Estamos junto a papá, VIVOS, luchando y recuperando la salud. CON DIOS…” Fulminante desmentido. Más fulminante será tenerlo en cuerpo presente en nuestra Patria, en los próximos días. Con ello, acudiremos al entierro de este par de analistas políticos, uno desde la derecha y el otro desde la izquierda, cuyos análisis quedarán en el estiércol de nuestra historia.
Chávez está vivito y coleando, recuperando fuerzas, como el viejo Roble, tan usado por científicos para medir los efectos de las catástrofes naturales sobre nuestro ambiente. Mientras más temporales y tempestades enfrenta Chávez, como el Roble, más fuerte se vuelve. Sus raíces se hunden más en la tierra y su tronco se torna más robusto, siendo imposible para una tempestad arrancarlo del suelo o derribarlo. Fuertes raíces tiene Chávez, enraizadas en el corazón de nuestro pueblo, en el corazón de la Patria. Vivirá y vencerá!!!
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