Estudios realizados en universidades de los EEUU y de diversos países europeos han coincidido en concluir que los seres humanos que afirman ser felices asocian su felicidad con la pertenencia. Es decir que, a pesar de lo difundido por los medios de comunicación y entretenimiento, pareciera que tanto para los hombres como para las mujeres, es mucho más satisfactorio sentir que forman parte de algo que tener dinero, prestigio, posición social, familia, e incluso salud. De allí que no sea extraño que las y los venezolanos que compartimos la visión de un futuro socialista para nuestro país figuremos una vez más entre los pueblos más felices del mundo.
Nuestra felicidad criolla sin lugar a dudas nace o renace con la irrupción del Comandante Presidente Chávez en el cuadro político nacional. Su contagiosa identificación con Venezuela y los venezolanos, su revalorización y difusión del pensamiento de Bolívar, sus nexo con el árbol de las tres raíces y el desarrollo del proceso bolivariano nos han puesto a jóvenes y viejos de distintas procedencias, tamaños y colores a trabajar de la mano en función de un proyecto común nacional, latinoamericano - caribeño y mundial.
Sí, los “chavistas” queremos a Chávez y lo queremos mucho. Él nos ha devuelto la autoestima y nos ha enseñado a sentirnos orgullosos de ser venezolanos y de ser latinoamericanos. Gracias a él, venezolanos que desconocíamos o tendíamos a esconder nuestra venezolanidad aprendimos a reconocemos en los otros y entendimos que la felicidad y la paz son dones colectivos producto del trabajo conjunto realizado con alegría y amor.
Reconociendo y agradeciendo el amor y los saberes que me han regalado mi Comandante Chávez y mis camaradas le deseo a todas y todos unas felices pascuas y un año nuevo pleno de satisfacciones y logros que contribuyan al avance del poder comunal y a la profundización del camino hacia una Venezuela libre de injusticias, de desigualdades, de discriminaciones, de explotaciones y de dominaciones.
Me dirán: pero hay otros que no son tan felices y también son venezolanos. En efecto, si los hay y estoy segura que no participaron en las encuestas que nos reconocen como un pueblo feliz porque no hablan con extraños, no vaya a ser que sean chavistas. Pero nosotros no sólo no los desconocemos sino que al estar luchando por un mundo mejor también estamos luchando por la felicidad y bienestar de ellos. Sinceramente espero que quienes nos adversan sin tener razones objetivas para ello, modifiquen su actitud en la medida en que vayan entendiendo el proceso y se vayan identificando con la nueva Venezuela. A ellos también extiendo mis saludos y mis brazos y les deseo lo mejor para el próximo año.
@mariadvillanuev