Se llama “devaluación y antichavismo con Chávez”. Articulo de la autoría del compañero Néstor Francia. El mismo me hace evocar una frase que desde hace tiempo escuche en una hermosa canción folclórica. Dice así la frase: “la moneda que tiraste de canto cayó”.
Los hechos dicen mas que las palabras, de eso no hay dudas, por ello, vamos a traer a colación en el presente escrito, algunas consideraciones que a la vez son hechos concretos y precisos de nuestra viva realidad día a día como pueblo llano y trabajador.
Antes de entrar en materia, creo oportuno pegar aquí, algo que dijo el compañero Luís Bonilla Molina, en un artículo publicado en este mismo medio, titulado “La critica”, de fecha 30-10-12. Dice Bonilla lo siguiente:
“…Eso explica la andanada de artículos y conferencias que han circulado y se han formulado en distintos espacios, respecto al llamado del Presidente Chávez al impulso de la crítica y autocrítica revolucionaria. Algunos sectores parecen aturdidos ante este llamado de Chávez y han respondido con artículos como “crítica a la crítica”, “autocrítica a la crítica”, “critica a la autocrítica”, “no todo es crítica”, “cuidado con la autocrítica”, “alerta a los autocríticos”. Es un modo de hacer la vieja política que hace aguas y ante la cual Chávez juega un papel estelar, protagónico, pedagógico en su resolución positiva. Ya no tiene utilidad política alguna el adjetivo de “agente imperialista” para despachar a quienes formulen una crítica y por supuesto que eso toca lo cimientos de una forma de entender la política y el socialismo. Libertad en el debate, audacia y argumentos en la crítica, caminos para mejorar en la autocrítica, amor y lealtad en la acción que de ello deriven, constituyen elementos claves en esta tarea”
Quizás tenga algo de razón Bonilla, pues se va de aguas y quizas sea de muy poca utilidad política, entre otras cosas, estar llamando chavistas desubicados, opinadores descaminados, interpretadores absurdos y cosas así, a quienes no pululan con nuestros argumentos, razones o motivos.
Ahora bien, compañero Néstor, lo obvio también se puede decir. Todo el mundo sabe que el Presidente es uno solo y todo el mundo sabe como se llama, pero las decisiones trascendentales o las tomamos en conjunto o de lo contrario se estará matando el proceso revolucionario, y eso tiene su contenido, porque no es que Chávez para tomar una medida tiene que llamar uno por uno... a cada venezolano. Le explico:
Nuestro proceso tiene sus claves y de esas claves se desprenden las grandes enseñanzas. Chávez se hizo líder y dirección desde el momento que así lo entendió. Un llamativo ejemplo de ello es cuando siendo poder constituido se desdoblo ante el poder constituyente y empezó jurando sobre la constitución moribunda de 1961. Un verdadero liderazgo tiene que ver con lo moral, con lo ético, etc. etc., que se va construyendo en la medida que se es capaz de intuir y entender la disposición de las masas. Chávez al convocar VIA REFRENDARIA a una Asamblea Constituyente estaba atendiendo el clamor de un pueblo que empezó a dar pasos agigantados en 1989. Chávez cumplió su palabra, empezó gobernando con la gente y por eso este pueblo se hizo Chavista. Y Chávez se consolidó como dirección política y direccion revolucionaria porque una dirección revolucionaria delega en el Poder Originario, el Soberano, las decisiones trascendentales. He ahí una fenomenal clave: se hizo ejercicio Presidente-Pueblo y con el mismo, se cambió y se hizo una Revolución en el Régimen que intenta Refundar una Nueva Republica.
Pero de todas maneras ya son 14 años de gobierno y hay resultados en concreto en lo económico, social y político que nos tienen que llevar a revisarnos bastante. Principalmente, en que momento o desde cuando esa exacta conexión Chávez Presidente del Ejecutivo Nacional (poder constituido)- Pueblo (pode originario y constituyente) se desactivó o se fue adormeciendo. Es oportuno ratificar que tenemos un presidente que en determinados momentos su reflejo le ha dado para jugársela con la gente y eso no lo podemos dejar pasar por alto. Mas bien la apuesta ha sido y debe seguir siendo fortalecer lo que vendría a ser una prerrogativa mutua. Ahora, si en última instancia fue Chávez quien tomó la decisión de devaluar la moneda, entonces no estoy de acuerdo en esto con el compañero presidente y no creo que con ello sea yo un antichavista o exactamente esté coincidiendo con El Nacional o con Globovision.
No puedo estar de acuerdo con las devaluaciones porque son medidas propias del sistema al que hacemos frente y contra el que luchamos. No podemos estar de acuerdo con las devaluaciones porque golpean de lleno al sector de menos recursos económicos, que claro está es la amplia mayoría. No hay que ser un experto economista para saber que el poder adquisitivo de quienes ganan salario mínimo (por ejemplo) se va a la nada. Cuando se va a hacer mercado la realidad se nos revela cual imponente es.
Que todos podamos decidir pasa entre otras cosas porque los trabajadores tengan poder de decisión en las empresas que hoy administra el estado. Fíjese compañero Néstor este otro ejemplo. Las principales torrefactoras de Café en el país están en manos “nuestras” y precisamente uno de los rubros que estaba y en gran medida sigue desaparecido de los anaqueles y supermercados es precisamente el café. Sí se ha aumentado la producción del mismo y “sabemos” a quién le vendemos el producto terminado: entonces ¿quién responde sobre su escacez y a dónde está yendo el café? Si es que hay acaparamiento, y sabemos por donde van las cadenas comerciales: ¿por qué no hay nadie preso? Pero considero propicia y oportuna la ocasión para citar aquí al compañero Simón Andrés Zúñiga, quien además de ser economista, hace unas interesantes propuestas que tiene que ver más o menos con lo que acabo de decir. Dice Zúñiga así:
“Hay que profundizar las medidas de carácter estructural que promuevan el logro de metas de producción agrícola y manufacturera; hay que fortalecer la capacidad de gestión y la eficiencia; hay que reducir el poder de los grupos emergentes que controlan el negocio de la importación, de los dólares y de las contrataciones públicas en complicidad con funcionarios del aparato del Estado; hay que disminuir el inmenso poder del capital financiero especulativo y de los bancos privados que están controlando el mercado paralelo; hay que apoyar a los que quieran producir para el mercado interno”
Interesantes propuestas del compañero Zúñiga. Y agrego yo: nada de eso es realmente posible sin la participación del pueblo trabajador. Es una responsabilidad que se debe asumir en conjunto. Por que la responsabilidad, así como la disciplina y la eficiencia, no se decreta, ¡se construye! Y se construye con la participación incluyente de TODOS. Eso compañero Néstor es una gran forma de decidir, con Chávez al frente, pero encumbrado por la base social de nuestro proceso revolucionario.
Por ultimo dos cosas. La primera con relación a la devaluación. Sabemos que era inminente que se venia. Y busquémosle por donde le queramos buscar, no está bien que desde el alto gobierno nos digan que no iban a devaluar y devaluaron, pero sobre todo la forma como lo hacen oficial (Incluyendo, día, fecha y hora): ¿a quién agarrrn descolocado: a la personificación del capital o al pueblo que vive unicamente de su trabajo. Lo otro, usted le contesta a los criticones. Podría pensar yo que es una postura antichavista, pues el mismo presidente venia haciendo un llamado a la crítica necesaria.
Compañero Néstor Francia, mi respeto y mi saludo