Los rumores reflejan la realidad del alma colectiva, de ella emanan, en ella crecen, se nutren. No son despreciables, su importancia no está en su fuente sino en su capacidad de difundirse. Si consiguen rodar, si el inconsciente colectivo los acepta, entonces se hacen fuerza objetiva, realidad, y actúan sobre ella. Bien podría decir un clásico "dadme un rumor y moveré al mundo".
Los rumores son un arma de guerra, tanto como lo es un Sukoi o un dron, ocupan un lugar especial al lado de la desinformación, son instrumentos para la manipulación. Actúan principalmente en el inconsciente provocando reacciones básicas, principalmente los miedos al despojo y a la orfandad.
Siendo armas de guerra, y si la guerra es la política por otros medios, se deduce que el rumor y su espejo, el contra-rumor, reflejan la lucha ideológica, la política en un momento dado.
Hoy los rumores giran alrededor de la enfermedad del Comandante Chávez, es útil explorar las conductas posibles frente a la enfermedad y la operación de rumores.
La enfermedad tiene varios ángulos.
El personal, se trata de una dolencia en un hombre excepcional, un guerrero. El familiar. El punto de vista médico. Todos muy importantes, al lado de estos, el ángulo político, donde se expresa la batalla por el poder, es éste el punto de vista que influye de forma determinante en la marcha de la sociedad, de la Revolución , es la fuente de los rumores.
¿Cuáles son las principales actitudes frente a la enfermedad de Chávez?
Unas son las nopolíticas, se mueven en el campo del deseo, de la oración sentida, manifestación de intenciones, adhesiones. Son comprensibles, manifiestan la fe de la masa en el Comandante. Pero, y hay que decirlo, no la preparan para el combate contra la burguesía, desmovilizan, desarman al campo bolivariano, es por eso que es vital combinarlas con otra actitud: ¡la Política!
La visión política sitúa la enfermedad en su relación con la historia, con la Revolución , con la oligarquía, así llega a conclusiones que despejan la lucha por el poder, es decir, a la política.
Veamos.
Sin dudas Chávez fue inoculado de cáncer por la oligarquía: tienen la técnica, el motivo y se beneficia del hecho. La historia dice que utilizan el crimen político, el magnicidio, con frecuencia asombrosa. Ahora bien, el intento de magnicidio no es aislado, forma parte de un plan que está en desarrollo: las protestas de las manitos blancas, las marchas, los rumores, son sus elementos.
La respuesta Revolucionaria debe ser informar al pueblo, concientizarlo de la ofensiva política internacional que estamos viviendo y que comenzó con la inoculación a Chávez.
Hay que emocionar al pueblo, devolverle la pasión por defender su propia redención, dotarlo de las razones sagradas que impulsaron la lucha de independencia. Sólo así, la energía social no se disipará en escaramuzas inútiles. La masa concientizada, organizada, informada de su papel histórico, podrá derrotar a los oligarcas y a sus rumores ¡Descuidar la política es entregar la Revolución!.
¡Con Chávez Siempre!
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