En la película “Nixon” del año 1995, dirigida por Oliver Stone y, protagonizada por el laureado Anthony Hopkins, donde se pasean por la convulsionada vida política de Richard Nixon, hay un pasaje de dicho film, donde Nixon se encuentra con un grupo de estudiantes. Una joven le increpa al presidente Nixon sobre el fin de la guerra contra Vietnam. Nixon balbucea, mientras la joven le vuelve a decir, “Que si él (Nixon) no puede hacer nada, siendo presidente de los EEUU, entonces para qué es presidente. Si todo el mundo sabe que es el “Sistema” el verdadero dueño del poder político y económico”. Richard Nixon se retira con esa reflexión de la joven pacifista y llega a la conclusión que él es una marioneta más del “Sistema”, y que tarde o temprano ese poder omnímodo le pasara factura tal como ocurrió.
En Venezuela el “Sistema” sigue igualito como lo heredo el presidente Chávez. El Poder Económico, El Poder Comunicacional, El Poder Eclesiástico. Tres poderes que pueden por si solos o unidos cambiar el rumbo de una nación.
Todos sabemos el ímpetu que puso el presidente Chávez a lo Político. La “Revolución Política” llevada a cabo por Hugo Chávez en 14 años fue un éxito rotundo. Allí están los resultados. Constituyente, una nueva CRBV, nuevas leyes, LOTT, etc. En lo geopolítico. Alba, Petrocaribe, Unasur, Celac, Mercosur entre otros. Se modernizaron y en algunos casos se abrieron por primera vez relaciones políticas con países lejanos como China y Rusia. Esto fue a nivel político, pero todos sabemos que la política camina o avanza más rápido que lo económico. He allí, que la nueva etapa evolutiva de la revolución bolivariana se debe dar en lo Económico. Una verdadera “Revolución Económica”, rumbo a la industrialización plena y rotunda e irreversible de nuestras fuerzas productivas. Podemos decir, que lo “Político” fue lo principal en estos 14 años, y que lo “Económico” debe ser el norte en estos 12 años siguientes (2013-2025).
Pero para poder lograr un crecimiento económico, y que este conlleve a un desarrollo económico, debemos romper o quebrar algunas variables del “Sistema” y esto, tiene mucho que ver con los grupos de poder económico, comunicacional y religioso nombrados arriba.
Venezuela no puede aun con las grandes riquezas que posee, estructurar una modelo socio productivo que libere a las grandes zonas excluidas por el “Sistema” sin el aporte de estos tres grandes centros de poder. Necesitamos de la ayuda de capitales privados nacionales y extranjeros, de la ayuda de la informática privada y nacional y del plano religioso para conformar un gran frente que direccione todas las fuerzas productivas en el empuje de la economía nacional.
Nos preocupa que el INE indique que existe un desempleo de apenas 7 % (casi pleno empleo). Como sabemos, la industrialización de un país, requiere de mucha mano de obra de mujeres y hombres. ¿De donde sacaremos esa mano de obra requerida para la industrialización del país?. Al menos que convoquemos a los flotantes y artesanos a que se incorporen al trabajo fabril y de gran industria. Otra preocupación que atenta contra la independencia económica, y que es un factor creado artificialmente por el “Sistema” son los pequeños negocios llamados franquicias. Estos negocios, casi todos operan en el sector terciario de la economía y resta personal al sector de empuje económico como son las grandes fábricas e industrias de manufactura.
Vemos por ejemplo, zonas urbanísticas donde proliferan en anexos habitacionales todo tipo de franquicias; desde venta de cartuchos para PC, hasta venta de Helados. Quienes manejan este sector económico, son ingenieros, técnicos, estudiantes de últimos semestres. Un caudal y recurso humano suficiente como para montar una fábrica mediana en el sector secundario de la economía. Ni hablar de pequeños negocios de comida, taxistas, fotocopiados etc. Donde profesionales deciden trabajar en el sector de servicios antes que en una empresa con salarios o condiciones no adecuadas. He aquí donde la “Revolución Económica” debe dar un paso importante y quebrar ese paradigma del “Sistema”.
Sobre el modelo económico establecido en Venezuela todos coincidimos que está agotado. Los economistas conservadores y liberales se están poniendo de acuerdo. Las empresas venezolanas están un ciclo de desgaste y, solo producen hasta que logren la maximización de la ganancia, no más de eso. La demanda en Venezuela ha crecido exponencialmente. Ya no es un sector pudiente quien puede comprar ciertos artículos o bienes. Ahora casi todos los estratos sociales consumen una gran variedad de lo producido en Venezuela y también de lo importado en el país. He allí, las largas colas en mercales, pedevales, mercados abiertos, bodegas, supermercados, concesionarios de autos, etc. Existe una gran liquidez, y esto hace demandar productos, pero la oferta esta contraída y allí viene, las compras de pánico, el acaparamiento de ciertos rublos para aumentar precio de venta etc. He aquí, otro modelo del “Sistema” que debemos romper. Necesariamente hay que producir más.
¿Cómo logramos producir más, si el aparato industrial venezolano esta desindustrializado y casi inoperativo?. Bueno, con inversión a cortísimo plazo en esas industrias y con empresarios foráneos que quieran ayudar a la industrialización del país.
Pero eso sí. Esto tiene carácter de urgencia. Aquí no se trata, como bien lo dijo el Presidente Nicolás Maduro. De estar expropiando fábricas. Sino, de reactivación del aparato industrial venezolano y la llegada de inversión extranjera. Todo bajo el marco jurídico de la CBRV. Para luego es tarde, el futuro de la “Revolución Política”, depende de la “Revolución Económica”….
Saludos Cordiales, RAS, SXXI
pedro2.patino@gmail.com
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