Nicolás, una sola Habilitante no hace montaña

El Presidente Hugo Chávez en sus 14 años en el poder gobernó 4 años y medio enmarcado en leyes habilitantes. Chávez demostró que con poderes especiales, una gestión de gobierno puede ser eficiente a mediano plazo. Todo lo contrario resultaron aquellas habilitantes que resultaron catastróficas para el país en tiempos adecopeyanos. Betancourt tuvo poderes especiales y los utilizó para reprimir a la población, suspender garantías y rebajar sueldos y salarios a los empleados públicos. CAP, la utilizó para centralizar más el poder adeco en los entes gubernamentales, elimino de un solo plumazo 7 instituciones y las convirtió en una sola, como fue el Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV), antro de corrupción y centrifuga de dinero. Recadi, ese nefasto organismo fue creado bajo el paragua de una Habilitante. Caldera II utilizo su habilitante y creo el Código Orgánico Procesal Penal (COPP), que mando a la calle a cientos de delincuentes, que sirvieron de escuela a los que hoy en día atracan en las calles del país. En fin, hay una diferencia notoria entre las 4 Leyes Habitantes otorgadas al Presidente Chávez y las ejecutadas en los tiempos de la derecha reformista.

Hoy estamos frente a otra convocatoria de una Ley Habilitante, por espacio de un año. La Ley abarca temas de seguridad social, económica, de ética política y administrativa. Para nadie es un secreto el constante bombardeo que ha sufrido el Proceso Revolucionario a lo largo de estos casi 15 años. De todo se ha visto. Presiones de todo tipo, Golpes, saboteos, guerra mediática, bloqueo económico, etcétera. Creemos que si es necesario una Ley por la vía habilitante que alivie el proceso legislativo y que se concentre en los puntos álgidos que hoy mueven el piso de la Revolución Bolivariana. Pero en ningún caso puede ser una Habilitante reformista. Es decir; cambiar todo, para que todo siga igual. Debe ser una Habilitante innovadora, que salga del convencionalismo, eficaz y sobre todo enteramente socialista.

Venezuela es un país atípico en lo económico y en lo político, es demasiado rígido, quizás más por la propia dinámica de su estructuralismo heredado del pasado que por otra cosa. Nuestra economía, que contempla un “Capitalismo Parasitario” (Rosalinda Chanagà dixit) tiene demasiados entuertos que por Ley habilitante no es posible superar. Igual sucede con el morbo de la corrupción, estas dos principalísimas variables necesitarían una especie de “Constituyente” para sanear la economía y la política. Aquí, una Ley habilitante apenas asomaría algunas cosas, quizás cayendo en el revisionismo y reformismo.

Venezuela necesita voluntad política a fondo. Un cambio radical de su macroeconomía. “No solo buenos deseos empreñan”. La distorsión que sufre nuestro “Capitalismo Parasitario” requiere de cambios estructurales no de forma sino de fondo. El problema de la inflación o del desabastecimiento son variables que se han repetido en el tiempo, es decir son cíclicos. Quizás la inflación desde los años 70 hacia acá, se ha enquistado en nuestra economía y es un problema aun no resuelto. Pero buscar chivos expiatorios con los problemas económicos, no es el tratamiento debido.

Rafael Caldera en su segundo mandato, tuvo la inflación record de 103,4% en un año (1996), y también sufrió los embates de la usura y del desabastecimiento. Pero no podemos decir que fue la Burguesía que estaba conspirando contra uno de sus dilectos hijos mimados como lo era Caldera. Entonces, porque le paso a Caldera lo mismo que está pasando hoy con respecto a las variables económicas, puntualmente con la inflación. Solo hay una respuesta inteligente. ¡El Sistema!.

No nos referimos al sistema capitalista tradicional, porque en Venezuela no existe eso. En el país, hay una economía distorsionada completamente, que con las políticas del pasado y del presente no podrán ponerla en marcha buscando una Venezuela independiente económicamente. No vamos a caer en lugares comunes, achacándole la culpa al rentismo petrolero y a la ineficiencia de no poder industrializar el campo venezolano. Vamos a ir más allá. Nuestro país se ahoga económicamente en un mar de petrodólares nunca antes visto. Esta agonía lenta, empezó hace décadas, y abarca parte de la IV y toda la V. No ha habido forma de dinamizar el aparato productivo. Todo esto tiene solo un culpable, El “Sistema Capitalista Parasitario” que desangra a la nación-estado, y que se lleva por delante los sueños de millones de habitantes de este hermoso país.

Hay que cambiar el modelo, el sistema no da para más. Estando en este momento histórico en el poder central, toca a la Revolución Bolivariana asumir con valentía y entereza la transformación en todas sus áreas, política, económica, social, salud, educación etc. de la superestructura que no ha variado en 100 años de historia.

De no ser así, estamos destinados al fracaso. Podrán existir muchos discursos, retórica incendiaria, reformismo. Pero lo medular seguirá allí, ese cáncer, que es el sistema Capitalista Parasitario.

Lamentablemente una habilitante no hace montaña, necesitamos algo más, que interprete la realidad actual y que integre a toda la nación, en una transformación radical del sistema.

Es Ahora o Nunca….debemos Vencer¡¡¡


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Pedro Patiño

Químico, Investigador de Asuntos Económicos e Históricos, Analista Político, Eco socialista y Bolivariano.

 pedro2.patino@gmail.com      @pjph

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