Tanto los candidatos chavistas-maduristas como los de oposición
llegaron al cierre de campaña vía al 8-D a todo dar. La fiesta de las
diferentes candidaturas que como fiesta de compromiso electorero, deja
a más de un candidato o candidata con un sabor inquietante de ganar o
perder, por lo que no hay para donde más coger, por más que se quiera
y, lo otro es aceptar el resultado que el CNE brindará ese domingo
esperado en la noche que, según los cálculos de los comandos de
campaña de los involucrados e involucradas en aspirar a ponerse en un
cargo de elección popular que lo lleve a alcalde o alcaldesa, concejal
o concejala que respectivamente tienen la esperanza de ser los
escogidos, pero para qué…, es lo que inquieta.
Todos ofrecieron al por mayor por el voto como el que más y el que
menos y, se acogieron a su líder preferido y no hubo uno que tuviera
el valor y la entereza de brindarse de ofrecimiento propio con miras a
realizar una gran labor política que sacie al pueblo y que lo
reconforte de medidas que afirmen que le solucionarán los problemas
que les acogen a diario y, que les brinde la seguridad de vivir en
paz, conforme a la Constitución y las leyes y, arriesgar con firmeza
que todo en lo adelante va a ser mejor como debe ser. ¡Uf!
Oímos sin estar presente en ningún acto como se bate cada contendor
por llegar a ser el amo complaciente de lo que seguro no va a cumplir,
ni se distraerá con las pequeñas menudencias que maltratan a las
colectividades de cada estado y del Distrito Capital y en atención a
ese furor de extensión o de existencia de decir lo que llama más el
sentido común de las personas: atrapamos dos muestras que hacemos del
conocimiento público como una muestra significativa de estas
elecciones en juego como tal.
Pueblo que me escuchas y en afirmación a lo que te ofrezco, pongo a
dios y a mi madre por testigo que no incluye a mis hijos porque
todavía no he creado por imitar a nuestro gran líder de la oposición
que nació sin amor de cobertura de caprichos y no pierde su tiempo en
lo propio, sino en lo ajeno y preferiblemente es buscar el poder y no
estar pensando en el matrimonio que a la larga más son las
desavenencias conyugales que el cariño que nos acerca que unido al
egoísmo que eso implica, este servidor, no se va a doblegar por
ilusiones pasajeras, pudiendo poner en las manos de ustedes ese cielo
azul con sus nubes resplandecientes de alegría que nos cubrirán
siempre a futuro, porque el futuro es nuestro y, saben ustedes que
quien inventó el futuro. Murió de desengaño cuando quiso tocarlo
destriparlo su vista y es posible que haya dicho, eso es de ustedes y,
lo que nos anima a luchar con fervor unitario que desde la MUD emana
una consigna creadora que como un andamio de templanza nos reconforta
a compartir con la templanza del momento que Venezuela es de todos y,
que todos somos venezolanos como nuestra cruz de raíces de grandeza y,
así como el papa Francisco fue portero de discoteca, yo soy el portero
del cambio que todo lo puede sin que venga otro soñador a intervenir y
a querer cambiar el pasado y traer al presente que, sólo ellos son
hijos de Bolívar y nosotros de Páez. No señor, eso es un pecado
inmoral que enfurece los distintos niveles de la familia venezolana en
vez de clasificarnos por clases y ese odio que nos endilgan como
escuálidos que nos han bautizados y nos montan sus patas de desdén
cuando nos llaman apátridas que éste que hoy encaramado en esta
tarima, luchará y luchará hasta que Nicolás se vaya, antes que
definitivamente acabe con los honestos empresarios que son los
emprendedores de todos los tiempos y que contarán con nosotros, para
que sigan cocinando riquezas año tras año y, como mejor les plazca con
Miguel Cocchiola a la cabeza como luz que nos guiará y gústele o no a
los chavistas está como en sus mejores tiempos. Así que a votar para
cambiar. Aplausos por demás y, así, así es que se habla que, pronto
cambiaremos y, Nicolás tú te vas.
Y un forjador chavista se vaciaba sin pelos en la lengua y con
entusiasmo caluroso, repetía con toda su placidez del momento: yo soy
hijo de Chávez y, como chavista vengo a ofrecerles mi candidatura que
va a favor del Comandante Eterno, porque si Chávez no hubiera
existido, no estaría hoy en el Cuartel de la Montaña y, sería preciso
inventarlo o crear uno igual a él, porque mi Comandante nació para no
morir y, los que luchamos por sus ideales, seguimos adelante con todo
el poder que nos enseñó a administrar como político infinito que se
hizo Universal, porque Chávez es paz, Chávez es canción, Chávez es
amor, Chávez es Suramérica, Chávez son los niños y niñas del mundo,
Chávez es el verdadero reino de los pobres, Chávez es Bolívar en carne
propia, Chávez es imagen y semejanza del progreso, Chávez es libertad,
Chávez es pueblo y, yo como Chávez gobernaré únicamente para ustedes
y, seguiré los lineamientos del presidente Maduro que como hijo de
Chávez no ha dejado de llevar adelante sus ideas a trote y más ahora
que la AN, le aprobó el Plan de Patria. Dejado por él que fue
redactado de su puño y letra. Así que amigas, amigos qué más puedo
decirles que no le haya dicho nuestro Comandarte Eterno que hoy nos
estará viendo con visión de Patria y recuerden que yo estoy arriba y a
la izquierda.