Ya conocemos a plenitud los resultados de las elecciones territoriales de ayer 8 de diciembre en las que se escogieron las autoridades municipales de toda la nación. Los hechos son superiores a tanta algarabía y conjetura infundada propalada desde las tribunas de la oposición golpista y violenta que anunciaba el fin de las instituciones republicanas de la democracia popular bolivariana.
Hablo el pueblo y colocó las cosas en su sitio. Tenemos un ejemplo de democracia participativa y protagónica que se convierte en referente para el resto de las naciones de la región.
Los hechos políticos concentrados en la votación de ayer frenan la insurrección económica promovida por la burguesía oligopólica, el imperialismo y las multinacionales.
El Presidente Maduro ve fortalecida su legitimidad y crece la potencia de su poder para seguir avanzando en la difícil y compleja transición hacia una sociedad post capitalista.
El bloque revolucionario ha utilizado con sabiduría la herramienta contra hegemónica representada en el sistema electoral colocando a la defensiva la ultraderecha belicosa que coordinan Capriles y la MUD de Aveledo. Ese liderazgo/parapeto se les fue al suelo y vendrá la crisis de dicha infraestructura política. Que así sea o ya está en curso. Es lo que tenemos que leer y saber para dar los pasos correspondientes.
Lo que viene es la adopción de nuevas disposiciones revolucionarias en el marco de las facultades otorgadas por la Ley Habilitante, especialmente en el campo de la lucha contra la corrupción y la construcción de un nuevo modelo económico y cultural.
Es la función del Programa de la Patria 2013-2019. Es preciso que este documento se convierta en el eje de la acción política posterior para profundizar el Estado comunal y la democracia socialista bolivariana.
Las elecciones de ayer nos indican que el nuevo ciclo político de la revolución esta en todo su vigor. Lo que se necesita es darle otro nivel a los sujetos políticos que lo acompañan, elevando su conciencia y potencia.
No se perdió el debate previo desplegado en diversos ámbitos del campo ideológico y cultural contra la derecha y sus estrategias. El pueblo entendió perfectamente los elementos centrales de la coyuntura política y actuó en consecuencia. Es lo que explica la nueva realidad política después del 8 de Diciembre.
Hay nuevos desafíos políticos e ideológicos que es preciso asumir para fortalecer todas las conquistas del pueblo venezolano que son también las de nuestros pueblos latinoamericanos.