Previo a todo; Hago un previo para aclararle a los autores Españoles Dimitris Pantoulas, Rafael Rico Ríos y Juan Angulló, quienes escribieron un articulo haciéndoles un “llamado de atención” a Maduro, http://www.aporrea.org/ideologia/a178805.html aparecido en el site “Rebelión”, el pasado 17 de diciembre, en donde ellos “aclaran” el motivo de las elecciones municipales del 8-D, pero su aclaratoria no es ni completa ni genuina; prosigo; las fechas de las elecciones locales, las cuales han debido ser con candidatos a Juntas Parroquiales, que eran más participativas y protagónicas todavía, las cuales el chavecismo (Me gusta este término que de hoy en adelante se lo plagio a Fuenmayor Toro, ex- rector UCV, sin su permiso, para sinonimizar a la burocracia chavista o derecha endógena y diferenciar un sector del chavismo que es sincero y revolucionario que todavía esta engañado y/o confundido con Maduro), el chavecismo, repito, defenestró a las juntas parroquiales y creó unos aparatos vecinales, malamente llamados Consejos Comunales, que han generado una burocracia y clientela barrial y para nada comuneros, son el remplazo de las asociaciones de vecinos adeco-copeyanas y más atrás en el tiempo las juntas comunales romuleras, con el agregado que los actuales concejales (El legislativo municipal) son de las elecciones del 2004, lo que demuestra el nada interés de Chavez y sus seguidores por las cuestiones comunales o locales, ya que era (Es) un proyecto neo-caudillista de corte nacional y la prueba es que estas elecciones debieron hacerse los primeros meses del 2012, ya que coincidía con las elecciones nacionales, y por lo general las municipales o de menor rango siempre son primeras y las nacionales que sería el “plato fuerte” se dejan de ultimo, y además en orden cronológico, sino se acepta esta tesis de “menor a mayor”, las municipales vencían primero, aparte que su poder legislativo (Concejo Municipal) tenía ya más de 4 años de mora, desde el 2004. En esta postergación, como todas las cosas en este país, hay un pacto soterrado entre la ultraderecha y la centro-derecha chavecista, a pesar que la ultra-derecha aparentemente “chilla” pero es un chillido para mantener las apariencias.
Como conclusión a esta pequeña critica, incidental y previa, no de fondo, las elecciones municipales debieron haberse celebrado antes de las presidenciales del 7-O-2012, y como las elecciones locales para un proyecto neo-caudillista son irrelevantes, ya que implica el liderazgo ciudadano, de base y lo que se busca es el culto a la personalidad de un líder, quedaron relegadas para el año subsiguiente, este año 2013, con elecciones parroquiales que son mas de base y mas ciudadana, anuladas, y con los concejales, todos con sus periodos constitucional vencidos por más de 4 años; lo que demuestra la poca importancia por parte de la burocracia chavecista y la ultra-derecha, ambos neo-bipartidistas.
Ahora si vayamos al grano:
Con respecto al Primer Punto:
Es importante la llamada de atención, con respecto a la abstención, que hacen los autores Españoles Dimitris Pantoulas, Rafael Rico Ríos y Juan Angulló, quienes son los autores que le hicieron una llamada de atención a Maduro motivo de este artículo. Es importante la llamada de atención de los mencionados autores con respecto a la abstención, repito, y aunque reconocen que son elecciones municipales en donde la participación disminuye, pero alertan que había un “ambiente caldeado” (Polarización y nacionalización) producto del matiz plebiscitario, que ambos, tanto la derecha como el centro le dieron a la contienda, lo que implica que había la misma motivación para votar que el pasado 14-A-2013 y la abstención si debe verse como un síntoma de descontento. Aunque la observación de Pantoulas, Rico y Angulló pareciera ser parcial, solo a Maduro, porque observan que le debe preocupar que bajaran la votación en un 20%, y aunque esa observación es parte del tema no es el todo. Veamos.
La observación mencionada, es parcial y bastante desacertada por las siguientes razones, primero que todo pongo en tela de juicio la participación electoral decretada por el CNE, casi el 59% que para los efectos de este análisis la colocaremos en un 60%. Esta cifra de 3/5 es bastante elevada, en cualquier elección mucho más en una municipal y el ambiente que vimos sobretodo en el sur oriente del país, en donde adicionalmente estuvo presente el factor lluvia, en donde en la mañana por lo menos hasta el medio día estaban casi vacios los centros electorales y es a primera horas de la tarde que empieza aparecer gente en cierta cantidad en los centros producto del “galope” partidista (Operación “galope” método adeco de acarreo de militantes a votar en base a las nominas del estado puntofijista), en esta oportunidad el “galope” fue tanto del GPP como de la MUD, esto quiere decir que si no hubiese existido esa motivación directa por ambas partes, la abstención hubiese sido crónica. Para una mañana de ausentismo electoral y luego del medio día una participación importante, y llegar al 60% de votantes, las mesas debieron haberse cerrado entre las 9PM-11PM, y en este caso a las 7 Pm ya la mayoría de las mesas estaban cerradas, ni siquiera el CNE hizo la consabida prorroga.
Quiero resaltar que si hubo (O hay) algún maquillaje de cifras en la participación, es por acuerdos entre la ultraderecha de la MUD y el centro del PSUV, ya que ambas partes están contestes con esa cifra, aunque Capriles en su comparecencia el 8-D le ripostó a Maduro que le debía preocupar la abstención, de no haber sido un desliz del gobernador Mirandino, es un error ese reclamo ya que 60% en unas elecciones municipales es una cifra bastante alta y aceptable, así hace 15 días haya habido unas elecciones nacionales en donde votaron el 80%. Mi apreciación, repito en base al sur-oriente del país la participación siendo muy optimista debió haber estado entre el 40%-50%, de hecho el CNE, muy atípicamente y muy irresponsablemente no ha publicado en su página web los resultados completos, como siempre lo hace, por ello es atípico, y como está obligado a hacerlo, eso “huele a quemao”.
Considero que la abstención municipal del pasado 8-D, la cual ubico en más del 50%, a pesar de haber sido “plebiscitadas” por ambas partes, es un rechazo y un síntoma de cansancio del país para con los dos, para el nuevo bipartidismo que en Venezuela ya existe, y no nos hemos dado cuenta, o mejor dicho los analistas no lo mencionan a pesar de estar consolidado desde hace rato. La abstención y la existencia de algunas alcaldías disidentes, aunque la cifra es muy poca, pero hay que agregar la súper polarización y la invisibilización total de alguna tercera fuerza en los medios habidos y por haber, que están o en manos privadas o en manos del estado, lo cual es mal augurio para el nuevo bipartidismo o un buen augurio para la ciudadanía que puede llegar a tener una expresión política electoral en las próximas elecciones si se ponen serios y se dejan de pasiones y de “caudillitos”, mala costumbre que el chavecismo ha decuplicado en la sociedad.
Sobre el Segundo Particular:
Con respecto al segundo punto, aquí si es verdad que no voy hacer ningún comentario puesto que los autores en mención, pareciesen que descubren “el agua tibia” al decir que existe una polarización. Eso existe desde hace rato, lo novedoso, aun con Chavez en vida, en especifico el 7-O-2012, es que la correlación-polarización siempre había estado 60%-40%, a favor del chavecismo y aunque el acercamiento empezó con las elecciones a diputados nacionales del 2010, el 7-O se consolido y este 8-D lo que hace es ratificar esa tendencia bipartidista, que ya no es 60-40 sino 51-48 por el PSUV y 45-49 por la MUD, por ejemplo, en las parlamentarias de diciembre del 2010, en el voto popular la derecha gano las elecciones nacionalmente, tuvo menos diputados por la forma irregular de estar organizados los circuitos, que es inconstitucional, al igual que el reparto de cargos a cuerpos deliberantes, en donde solo “caben dos”.
Sobre el Tercer Punto:
Lo referente a lo voluble o impredecible del voto en Venezuela.
Siempre he dicho que el voto duro de la derecha y del chavecismo gira entre 3.500.000 c/u, para un total de votos volubles o “impulsivos” de entre 7-8 millones (La votación de ambas tendencias suman 15 millones; 7,5 millones, por parte, aproximadamente), el GPP-PSUV saca más votos por estar en el gobierno lo que le permite tener una clientela mayor, y la mayoría de los votos de la derecha es el “voto castigo” al chavecismo.
En esta oportunidad, según las cifras oficiales un 20% (Para mi serian entre 30%-40%), no fueron a votar, pero no le fueron a votar no solo al chavecismo, mas se le ausentaron a la derecha y por eso se amplía la brecha entre chavecismo-ultra derecha de 1.5% a 9%-10%, en otras palabras la abstención afecta más a la derecha ya que la principal fuente de nutrición es el voto castigo y por el gobierno tener votos duros en la clientela gubernamental.
Esa volubilidad o impulsividad del voto demuestra:
1.- Que aquí no existe ninguna revolución popular dado que de haberlo, la votación fija del chavismo (Aquí no hablo de chavecismo, porque me refiero a una hipotética revolución), seria entre el 60%-80%, dado que una revolución popular beneficia precisamente a los pobres que son mayoría. La derecha aunque tuviese capacidad de subversión y desestabilización, ya que su fortaleza proviene de la principal y única superpotencia mundial, que no es cualquier cosa, electoralmente no pasase del 40% como fue la correlación de fuerzas al principio después del 15-A-2004 (60%-40%), brecha que de haber habido una revolución verdadera, repito, esa diferencia se debió haber ampliado, por el contrario esa brecha se ha reducido tanto que hoy, prácticamente pudiera hablarse de “empate técnico” entre los nuevos actores del bipartidismo existente, el chavecismo centro y la ultra-derecha.
2.- Que la derecha se nutre principalmente del voto castigo, que es producto del mal gobierno chavecista, por ello se ve más afectada por la abstención.
3.- Que el fenómeno de la abstención, de no existir una tercera fuerza nacional o del gobierno no rectificar el rumbo va a ir aumentando, debido a que la opción al mal gobierno chavecista, es algo peor, es un mal peor en donde el gobierno chavecista pasaría a ser el menos malo.
4.- Por la conducta del gobierno chavecista de minimizar, banalizar y hasta invisiblizar la abstención, pareciera que está renunciando a la revolución y solo busca el poder por el poder mismo que, al igual que los adecos en las postrimerías puntofijistas, se conformaban con ser la “minoría mayor” y hasta promovían la abstención y la división del voto.
Por Ultimo las Medidas Macro-Económicas y las Críticas de Aliados
A pesar que Pantoulas, Rico y Angulló alertan sobre la gran posibilidad cierta de que la revolución se pierda, por intermedio de un referéndum revocatorio en el 2016, con un profundo malestar en grandes sectores de la población, ven la causa del `problema nacional en lo macro-económico y recomiendan a Felipe Pérez Martí quien da una serie de recetas neoliberales o fondomonetaristas que no son la solución como la de aumentar los impuestos no petroleros por intermedio de una reforma fiscal, detener la monetarización del déficit, lo que sí es una medida sana pero en donde la bota de jonrón es cuando recomienda, un tipo de cambio (Bolívar-Dólar) libre con bandas, cuando lo correcto es recomendar la des-dolarización.
El problema de Venezuela es que ni Chavez, en su mejor momento, ni el chavecismo; con Chavez en su decadencia después del 2010 y ahora Maduro, impulsaron lo que Fidel Castro les dijo que había que hacer, que él denominaba socialismo, pero que no le importaba el nombre, si era “bolivarismo”, “Martianismo” o “Cristianismo” pero que consistía en independizarse económica y tecnológicamente de los Estados Unidos y tener una economía autónoma desarrollando las fuerzas productivas. Esto se logra con un plan de la nación de verdad, verdad y no de un rosario de intenciones, cual es el plan de la patria, ampliando la frontera agrícola buscando la soberanía alimentaria e igualmente con la soberanía industrial y por supuesto independizar al país del Dios Dólar.
Lo anterior es en el aspecto económico y con respecto a lo político, se refieren a la burocracia que las nombran como “tendencias autocráticas que se están empezando a lastrar en Venezuela”; yo creo que esta tendencia tiene rato instaurada aquí y es la consabida burocracia roja, rojita. La solución aquí seria hacer una revolución en la revolución, pero para hacerlo lo primero que se necesita es la crítica y la autocritica y dentro del PSUV-GPP, estas están criminalizadas.
Ahora resulta que las alcaldías se perdieron por culpa de varios compañeros “indisciplinados” y resulta que se están celebrando como una gran victoria los resultados del 8-D, esa es una forma de escurrir el bulto y no dar la discusión y no querer ratificar ni querer soltar el coroto.
El chavecismo, con Maduro como nuevo líder por ser “hijo de Chavez”, parece decir, no hay criticas, lo estamos haciendo bien porque ganamos, lo demás son opiniones de “sesudos analistas”, al decir de Chavez u “opinadores de oficio” parece decir Maduro; aquí hay un parangón con el adequismo en sus últimos días de poder, en donde privaba el pragmatismo, no había critica, no había rectificación porque sencillamente “estaban ganando y eso demostraba que AD era el partido del pueblo”, “el partido mejor del mundo”. No es de extrañar estas arrogancias y bravuconadas sectarias puesto que muchos de “aquellos” adecos hoy son chavecistas.
Estamos en presencia de una gran traición, traición al “espíritu del 27-F-89”, traición al ideal bolivariano revolucionario, que era eso que dijo Fidel Castro, que él lo llama socialismo pero si le dicen que es cristianismo, el está de acuerdo. Estamos ante un escenario “Páez II”.
Como dijo Alí Primera, el pueblo tiene que hacer gala del himno nacional y dejar de ser pendejo para que sea el bravo pueblo que el yugo lanzó. El Pueblo debe abrir los ojos, porque el cigarrón atora.