Aún en la cárcel de Yare, depuesto CAP, siendo presidente Ramón J. Velásquez, José Vicente Rangel hizo una tercera entrevista a Hugo Chávez Frías. Esta si salió al aire. Las dos anteriores, como muestras de represión a la libertad de informar, fueron prohibidas.
Era aquel un momento en el que depuesto CAP, con la anuencia de su propio partido, la alianza derechista y antinacional que había dominado, vivía un momento de locura y desorganización. Ante aquello, Chávez sostuvo que era el momento de alentar al movimiento popular a tomar acciones para imponer un rumbo distinto a la historia nacional, siempre dentro de lo previsto en la Constitución vigente.
Específicamente, JVR, preguntó al preso de Yare:
-“¿Qué crees tú que están haciendo las cúpulas?
A lo cual respondió Chávez:
-“Es bueno que el pueblo venezolano se dé cuenta de grandes manipulaciones que ya están en marcha. Los dirigentes, las cúpulas de los partidos, especialmente de Acción Democrática, están manipulando, buscando un consenso elitesco para seguir gobernando desde Miraflores con el cadáver embalsamado de Carlos Andrés Pérez.”
De inmediato, el periodista volvió a preguntar con su peculiar inteligencia y lucidez:
-“Entonces, ¿qué debe hacer el pueblo en este momento?”
A esa interrogante el compañero Hugo Chávez dijo:
-“El pueblo venezolano debe estar alerta y debe exigir ahora los cambios profundos. Los sectores de la dominación, los dirigentes políticos le tienen tanto terror al protagonismo popular, que creo sinceramente que ya perdieron hasta el instinto de conservación. Entonces en resumen, el enfoque general y el enfoque particular: estamos en una crisis galopante sin retorno y nos aproximamos a eventos históricos que marcarán el nacimiento de un nuevo tiempo venezolano, de un nuevo país para el siglo que viene.”
Al volver, JVR, pregunta:
-“¿No es triunfalismo eso?, ¿no estás pecando tú de triunfalismo?
Esta vez H. Chávez contestó:
-“Hemos dicho que la salida de Carlos Andrés Pérez es necesaria, pero jamás será suficiente para producir los cambios que requiere la situación”.
El aplastante reciente triunfo del movimiento bolivariano el 8D, ha vuelto a abrir una crisis honda dentro del frente opositor que ya venía haciendo gigantescos esfuerzos para mantenerse unido. Lo que ha significado no debatir acerca de programa alguno y sólo acordarse por asuntos coyunturales. Las fuerzas imperiales también recibieron su derrota y vieron fracasar todos sus planes anti venezolanos. También es obvio que, el pueblo y con éste, el chavismo, toman un nuevo impulso y se colocan en posición para seguir avanzando
Está claro que elementos de la socialdemocracia, esos que se han llamado oposición democrática, toman aliento y convencidos están que la ultraderecha fascista no tiene cómo acercarse al voto popular y ha sido responsable de derrotas consecutivas. Esta es una crisis que ellos habrán de intentar resolver y les tiene debilitados y expectantes.
Volverán a la búsqueda de consenso para intentar detener el protagonismo popular y la acción del gobierno. Las cúpulas, de las cuales habló Chávez, esta vez en la oposición buscarán encontrar el camino para detener la marcha de la historia venezolana hacia estadios superiores. Tarea que a esta altura, pareciera un tanto más complicada.
Además, no es totalmente cierto, como dijo Mariclen Stelling, justamente en una entrevista a José Vicente Rangel, que vayamos a transitar por más de un año “una tranquila meseta”, por el hecho que no habrá confrontación electoral entre la revolución y la derecha. Es fácilmente predecible, como ya hemos afirmado, que en la derecha misma viene un pugilato cuyas dimensiones, por ahora, son incalculables.
Además, ante este cuadro, aquellas opiniones de Chávez, de 1993, toman una inocultable vigencia. Le toca a pueblo y gobierno aprovechar la coyuntura para profundizar los cambios con más democracia participativa. Porque, el haber estado en el gobierno por 14 años, ganado una enorme cantidad de elecciones, superado con éxito la tragedia de la desaparición física del líder, alcanzado grandes victorias en el campo internacional, sobre todo en función de la unidad de la América nuestra, “jamás serán suficientes para los cambios que requiere la situación, como en aquellas circunstancias, lo que incluía estando en prisión, dijo Hugo Rafael Chávez Frías.
Concebir este año y parte del que viene como el tránsito de un pedazo de mar nada encrespado o como un plato, como nos gusta decir a los costeños, es mal presagiar lo que deberá suceder en el frente opositor y lo que la revolución y con ella el pueblo y gobierno están llamados a hacer. Eso es lo que la derecha espera para reponerse y producir descontentos entre los revolucionarios y el pueblo. Ahora es el momento de la audacia y profundizar los cambios.
La unidad del movimiento popular es fundamental y eso incluye escuchar las voces de todos, incluso la de aquellos que hablando de buena fe, puedan discrepar del pensamiento que se crea ungido.