Paz, Paz, cuántas tropelías se cometen en tu nombre

Nos atrevemos a parafrasear a Garaudy, porque la frase refleja muy bien lo que hoy padecemos. En nombre de la paz se entrega una Revolución, el sueño del Comandante. Con el chantaje de la paz se pretende unanimidad, silencio frente a esa entrega. Veamos.

En nombre de la paz se han cometido muchas injusticias. “La historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases”, decía un clásico. Y podemos añadir, esa lucha se ha ocultado tras el humo de la lucha por la libertad, por los derechos humanos, por la paz.

No existe un combate de los dominantes cuyo objetivo se muestre tal cual es, todos están enmascarados en la lucha por la libertad, por la paz, por la defensa del mundo libre, contra el terrorismo que atenta contra la paz. Nunca se dice que es por nuevos mercados, por el control de territorios, por petróleo, en resumen, por defender los intereses del capital.

Entonces, la paz no es una entidad independiente de las relaciones sociales, al contrario, está íntimamente ligada a la pugna dentro de la sociedad, de ella depende.

En el capitalismo, que es un sistema ladrón de la riqueza social, la violencia es cotidiana, la alimenta la relación material y espiritual egoísta, es una verdadera lucha de todos contra todos. La violencia, la “nopaz”, se manifiesta en todos los niveles, en el familiar, individual, entre unidades económicas, entre países. Es suficiente, un día cualquiera, salir a la calle, a las avenidas, para apreciar la “nopaz”. Basta ojear los periódicos, revisar la historia, para entender que las guerras son originadas por la voracidad del capitalismo. Así fueron las guerras mundiales, las invasiones gringas, Irak, Libia.

Si a la luz de lo anterior estudiamos la situación en Venezuela, entenderemos que la violencia que vivimos, las agresiones que sufre la Patria, emerge del capitalismo, obedece a las necesidades del gran capital. No es un asunto de mala voluntad de algunos, de incomprensión, no es un problema de hermanos que hablando se arregla. ¡No! Se trata de una feroz lucha de clases, agudizada al máximo con el asesinato del Comandante. Es un enfrentamiento entre el Chavismo Socialista y el capitalismo. Y sólo podrá haber paz con el triunfo del Socialismo, el regreso al capitalismo significa el regreso al territorio de la “nopaz”.

En estas condiciones son loables las intenciones, los planteamientos, los llamados a la paz, pero si conseguirla pasa por una alianza con los sectores capitalistas, que estos nos dirijan la economía, nos pongan condiciones, entonces los llamados a la paz, o son ingenuos, o son mecanismos de distracción para adornar una entrega.

Si se piensa que la paz es un objetivo estratégico en sí mismo, sin relación con la pugna social, con los proyectos de sociedad de cada campo, que puede ser alcanzada por burgueses en alianza, en maridaje, con los revolucionarios socialistas, si sólo se necesita un poco de buena voluntad, entonces, con responsabilidad decimos que es un planteamiento contrarrevolucionario, reaccionario, que va en contra del pensamiento del Comandante. Y afirmamos que lleva, irremediablemente, justifica, en nombre de esa paz boba estratégica sin condiciones, a la caída inerme del gobierno del Presidente Maduro, éste no tendría justificaciones para la lucha violenta, para defenderse.


¡Viva Chávez!


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Toby Valderrama y Antonio Aponte

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