Un viejo amigo, desde los tiempos juveniles de la Universidad de Carabobo, me hizo un comentario que le tomé jocoso, a raíz de un tuiter de mi autoría, en el cual dije que me proponía defender a Toby Valderrama, porque pese le percibía como muy ortodoxo para mi gusto, le concebía como honesto, revolucionario y respetable. Quizás el Toby no recuerde a Eligio Damas, “Anzola”, de la etapa clandestina, pero yo sí bastante a él
Al pasar los días, ahora mismo, leo un artículo del Toby Valderrama en el cual habla de un ministerio para la persecución de las ideas que pudiera existir en el gobierno, con sus funcionarios o colaboradores espontáneos, adhonorem, para hostigar, por lo menos, a quienes discrepen. Habla el mencionado que al parecer “ya ese ministerio abrió sus puertas”.
Consecuente con lo que dije en mi tuiter, sigo creyendo en lo mismo sobre Toby Valderrama. Le creo un revolucionario preocupado por el desarrollo de los acontecimientos y, sobre todo, que ellos no se desenvuelvan tal como el concibe debe ser y a la velocidad que le imprimirían sus nervios. Eso es para mí respetable y como tal, no sujeto a ser víctima de agresiones e irrespetos. Lo que no excluye, para decir una perogrullada, que cualquiera también tiene el derecho de discrepar de Valderrama y exponer sus opiniones acerca de lo que él diga con el énfasis que le caracteriza.
Pero aparte de reclamar el derecho de Valderrama a emitir sus opiniones, sabiéndolo un revolucionario y respetando su trayectoria, creo pertinente solicitarle no utilice el mismo lenguaje de los enemigos. La derecha venezolana, por instrucciones del Departamento de Estado, esto no es un secreto y de serlo es a voces, está interesada en imponer en el mundo la idea, no ya sólo en el país, que aquí se persigue a la gente por sus opiniones, no hay libertad de prensa ni libertad; en fin, que vivimos bajo un régimen dictatorial.
Cuando Toby habla de un ministerio recién nacido o parido por Maduro para “perseguir las ideas”, que entiendo quiere decir la discrepancia, le está dando fundamento a la matriz de opinión que construye la derecha.
Entiendo que Toby, en la época de Chávez, cuando creía percibir una marcha acelerada al socialismo, sólo entorpecida por unos cuantos idiotas que no entendíamos como aplicar las tres R, lo que reclamaba con citas de los clásicos, como los domingos en los ratos de misa, no se le “hostigaba”, nadie le criticaba, todo el mundo le aplaudía, desde el presidente mismo y una enorme cantidad de diarios difundían sus artículos.
Dicho de otra manera, cuando en aquellos tiempos Toby llamaba a “socializar el socialismo”, que era como profundizar algo que él veía clarito, no se sintió perseguido ni hostigado. Salvo algún ocioso, como el suscrito, discretamente, le hacía críticas y con mucho respeto por lo ortodoxo que veía en él.
Desaparecido Chávez, desde el primer momento, ignoro por qué, las relaciones de Toby con el gobierno se descompusieron. Tanto, que comenzó a percatarse que estábamos en una sociedad “socialista” donde, como ha probado Víctor Álvarez, la acumulación de Capital aumentó. Sólo que como dice un amigo a quien no nombro porque podría incomodarlo, los capitalistas chavistas, no pudieron o no quisieron, asumir el rol productivo que había venido desempeñando Fedecámaras. Esto hasta pareciera ligado a las empresas de maletín y los 20 mil millones de dólares esfumados, cuya lista que pudiera ser una caja de Pandora, es un secreto bien guardado. Y ese mal nació, se acumuló y hasta creció, en los tiempos que Toby veía con placer, aunque no sin dificultades, avanzar el socialismo.
Me preocupa, por el concepto y los recuerdos que de Toby tengo, amigo de la juventud y de tiempos difíciles, se ponga en actitud parecida a la Heinz Dieterich, quien no se conforma con hacer a Maduro críticas más duras que las que ya venía haciendo a Chávez, sino que le puso plazo a su caída. “Maduro no pasa de abril”, dijo Dieterich, con lo que aquel mes nos robó y tuvo que haber hecho renacer nuevas esperanzas inmediatistas en la derecha.
¿A quién favorece el alemán-mejicano con ese tipo de juicio sino a la derecha que necesita aliento para intensificar sus ataques?
¿A quién el Toby con ese infeliz juicio acerca del nacimiento de un Ministerio Para Perseguir las Ideas?
La respuesta es obvia.
¿Por qué si el Toby ha sometido al gobierno de manera sistemática, continúa, a críticas valederas o no, pero respetables, le molesta y se siente hostigado porque algunos compatriotas del chavismo hayan decidido responderle a cada idea que asoma?
No me incluyo en los favorecidos por el gobierno. Incluso percibo que en los espacios donde me muevo, no soy del agrado de muchos funcionarios, no recibo algunas atenciones que cualquier ciudadano en su área se merece y lo entiendo porque, así como esto escribo, mañana puedo con libertad hacer una fuerte crítica al gobierno. Nada me ata y eso de haber estado o estar atado, aunque sea a ideas preconcebidas, manuales o textos incrustados en molde, es muy malo.
Verdugo no chilla.