Las sinrazones de Jorge Giordani para una traición

¿Se equivocó Beltol Brech cuando dijo que los revolucionarios imprescindibles eran aquellos que luchaban toda la vida?

¿No era Giordani uno de esos revolucionarios imprescindibles que pasó 15 años de su vida junto al Comandante Supremo, el hombre más extraordinario de este país después del Libertador Simón Bolívar y tiró por la borda, a los 74 años, de edad todo ese historial revolucionario?

Esa relación nació en la cárcel de Yare, es decir, desde 1993 más o menos, y a partir de allí se forjó una amistad, un vínculo y un compromiso con la Revolución Bolivariana que duró teóricamente desde esa fecha hasta este 2014, es decir, unos 21 años que de repente, así, zuas, se esfumaron con una enorme carga de deslealtad a la totalidad del proceso, incluyendo naturalmente al Presidente que por 6 años va a conducir el país, lo que evidentemente no le gusta ni a Giordani, ni a la oligarburguesía con María Malinche Machado y Leopoldo López que tienen 6 meses pidiéndole al Presidente que se vaya, que renuncie ya que no lo pudieron defenestrar por la violencia guarimbera y terrorista, tampoco le gusta ni al imperialismo yanqui, ni a Uribe, ni Aznar, ni siquiera a Felipe González que ve asustado cómo se reproduce el chavismo en España que hasta varios diputados tiene. ¿Qué diría Chávez si estuviese vivo?

Pienso, no sé, pero en esa infeliz carta Jorge Giordani http://www.aporrea.org/ideologia/a190011.html tiró por la borda todo el historial revolucionario de una vida. A mi juicio errores de tal calibre deslegitiman las críticas por válidas que éstas sean. Coincidir no sólo con la derecha, sino con la derecha fascista y golpista es realmente muy grave, lo que se pone en peligro es la vida de un pueblo, de una nación y, sin jaquetonería, de la Patria grande, hoy rebelde e insumisa que recibe las influencias morales y revolucionarias de la Revolución Venezolana.

¿Por qué Giordani hizo lo que hizo y no se fue en silencio, aceptando que ya su momento había pasado, actuar con más humildad y poniéndose a la orden del proceso, del Gobierno y del Presidente, al menos como consejero económico y no hacer la cómica como la está haciendo?

¿Por soberbia, iracundia, revancha, manipulación de algún sector dentro del proceso –y fuera de él–, el ego herido porque no tomaron en cuenta muchos de sus planteamientos económicos y sus propuestas salvadoras de la crisis como lo dice en la carta?, ¿por fatuidad pequeño burguesa, por ruptura epistemológica con el pensamiento y la doctrina chavista que lo lleva a cuestionar por mampuesto la decisión de Hugo Chávez de proponer a Nicolás Maduro como candidato presidencial porque a su juicio éste no tiene las condiciones para dirigir una nación? ¿Si tuvo desde un principio esa convicción por qué se quedó en el Gobierno y cometió errores como aquel de la devaluación del bolívar en febrero de 2013 si estaba en puertas un proceso electoral?

¿Por qué dejar pasar el tiempo, llegar, año y medio después, a la barbaridad de descalificar a Nicolás Maduro como dirigente revolucionario, pretender deslegitimarlo como Presidente, ofenderlo e irrespetarlo calificándolo de incapaz y, ¡fin de mundo!, señalar que a nivel presidencial, por esas y otras cosa que no dijo hay en el Gobierno un vacío de poder, exactamente lo mismo que dijeron los magistrados miquilenistas felones del TSJ cuando exculparon judicialmente a los militares golpistas del 11 de abril de 2002 y decir paladinamente que no había habido golpe de Estado sino un grupo de patriotas que “actuaron preñados de buenas intenciones”?

Qué extraña coincidencia, ¿verdad Jorge Giordani?

Mi madre diría: "en ese plato hay un hueso".

Un hecho destaca en todo eso, un giro anticomunista de parte de algunos analistas, bolivarianos incluso, a Giordani lo presentan como el último Mohicano de la ortodoxia marxista y que su "expulsión", 15 años después de estar en una de los cargos más estratégicos del gobierno revolucionario –o de cualquier gobierno– las finanzas de la nación, cargo éste donde, por cierto, Giordani seguramente cometió errores, humanos errores, no deliberados errores. Y por allí va la cosa, la carencia de humildad revolucionaria, el no hacerse ni una sola autocrítica, presentarse como el individuo perfecto, inmaculado, el anciano sabio que estaba por encima del bien y del mal.

Imagínense la derecha cerril y bastarda anticomunista defendiendo un comunista, el último que quedaba dentro del universo chavista. Alí Rodríguez debe estar iracundo por semejante fariseísmo de la derecha. No sólo él es un auténtico comunista, de vieja data, sino un chavista convicto y confeso, pero no es el único, hay unos cuantos en el parlamento, en el Consejo de Ministros y en diversas instituciones, Alcaldías, etc., claro comunistas de convicciones, de pensamiento pero inequívocamente chavistas, bolivarianos porque el chavismo es hoy por hoy la doctrina liberadora de los pueblos, están, además, los aliados comunistas del PCV, del PRT y otras agrupaciones que se asumen marxistas-leninistas y forman parte de Polo Patriótico. Así que Giordani no era el único comunista dentro del Gobierno revolucionario.

La intención es clara, atraerse a un hombre como Jorge Giordani significaría un golpe aún más duro –piensan– para la Revolución y el particular a Nicolás Maduro, como se atrajeron a Domingo Alberto Rangel que pasó años escribiendo bolserías derechistas contra Chávez y el proceso revolucionario por el panfleto golpista y provocador V Día. No hablo de un advenedizo como Miquilena porque ese nunca fue comunista, ni revolucionario ni un carajo, sólo traidor al servicio de la burguesía, conspirador que seguramente sigue activo.

Ya algunos camaradas y compatriotas han comenzando a desmontar la carta desgraciada de Giordani: Rodolfo Sanz, Néstor Francia, Yldefonso Finol, María Angélica González, José Juan Requena, José Manuel Rodríguez, Diosdado Cabello, el propio Presidente Maduro, brutalmente atacado por Giordani, quien hasta ahora ha sido moderado en el enfoque político del caso, entre otros muchos y muchas, tema que aún no se agota y da para mucho escribir, investigar, debatir, pero que desde ya evidencia la visión estratégica de defender la Revolución de la canalla fascista/imperialista aún de sus propios errores. Las fallas de nuestra Revolución las debatimos entre los revolucionarios, entre el pueblo chavista y bolivariano.

 

(humbertocaracola@gmail.com) (@hgcaracola)

 



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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

 humbertocaracola@gmail.com      @hgcaracola

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