Señale en mi último artículo que en mi próximo trabajo haría planteamientos sobre medidas a tomar por el Gobierno Bolivariano de Nicolás Maduro, ya que como en estos últimos días el centro del debate ha estado en los aspectos económicos, mis últimas opiniones han versado sobre este espinoso y complejo tema, reiterando que no soy economista ni pretendeo serlo, pero como militante de la Revolución Bolivariana, estoy obligado a hacer una lectura política del hecho económico en mi país, Venezuela.
Como lo señala Heiber Barreto en su artículo "Dilemas de economía política en Venezuela", publicado en aporrea.org en fecha 31 de marzo de 2014, lo siguiente: "Venezuela y su gobierno vienen atravesando decisivos momentos para el devenir del proyecto socialista, chavista y bolivariano. No son pocas las interrogantes y dilemas que enfrentamos en la actual coyuntura política y económica, signada por la configuración de nuevos pactos o consensos que pendulan entre favorecer al capital o al trabajo, a la burguesía comercial y financiera o al pueblo explotado; a los actores reaccionarios o a los revolucionarios".
Es por eso, que en el marco de esas contradicciones, y de nuestro último artículo "Amnistía Política o Amnistía Económica", y luego de la reestrucuración del equipo económico del Gobierno Bolivariano, se plantean los siguientes dilemas, nuevamente, me permito citar a Barreto y a su artículo antes mencionado en los siguientes términos:
"1. Aumentar o no el precio de la gasolina. Si se incrementa su precio los trabajadores lo pagarán con creces cuando los empresarios aumenten los precios de todos los bienes y servicios, frente a un gobierno imposibilitado burocráticamente de fiscalizar, controlar y menos aún de castigar la especulación. Si no se ajusta el precio de la gasolina entonces continuaremos favoreciendo que los que más tienen se apropien en mayor cuantía de un subsidio universal y por ello injusto."
Si bien es cierto que Venezuela cancela una gasolina ridiculamente de las más baratas del planeta, no es menos cierto que también el salario en estos últimos dos años producto de la inflación se ha depreciado en un 120%. Y he aquí uno de los primeros dilemas que debemos afrontar como sociedad y como Gobierno, porque sino aumentamos y sinceramos el precio de nuestros combustibles, pues lo que más tienen, los que poseen más vehículos seguirán apropiandose de este subsidio que otorga el Estado Venezolano; si se aumenta son los correspondientes y férreos controles de precios, pues la inflación pudiera hacerse mucho más incontenible de lo que hoy en día ya es.
"2. Liberar o no el precio del dólar. Si se libera el dólar nos arriesgamos a una incontenible fuga de capitales, por la voracidad de una burguesía que pugna por el control de la renta petrólera. Si el precio del dólar no se libera, igual la burguesía continuará apropiándose fraudulentamente de los dólares, pero en este caso en complicidad con una burguesía burocrática que permitió el robo de más de 22 mil millones de dólares en el año 2012 a través del Sitme, o que 40% de las empresas que recibieron divisas de Cadivi en 2013, fueran “empresas de maletín”." Creo que este segundo punto del compañero Barreto no amerita mayores explicaciones.
"3. Incrementar o no los salarios. Si no se incrementan, los trabajadores seguirán empobreciéndose vertiginosamente, con una inflación que en los últimos tres años totalizó cerca de 100%. Si los salarios se ajustan entonces se desata, so pretexto, una ola especulativa en los precios de los bienes y servicios que el gobierno, como ya sabemos, es incapaz de controlar, tal y como lo demostraron las espasmódicas fiscalizaciones que apenas duraron un mes a finales del año 2013."
"4. Regular o no los precios “justos”. Si se ajustan los precios de los bienes y servicios según una tasa de ganancia “justa”, arreciará la escasez, la especulación y más aún el desabastecimiento, apuntalado por el incremento de la demanda junto con el retraso en la entrega de divisas a los importadores, a cuyos proveedores internacionales se les adeuda más de 10 mil millones de dólares del año 2013. Si no se ajustan los precios, seguirá escalando la ganancia de la burguesía comercial mientras despoja de sus ingresos a la clase trabajadora." Solamente agregaría aquí, los amarres que en muchs casos la misma Ley de Costos y Precios Justos hace con sus propios fiscales.
"5. Estatizar o no las importaciones. Si se estatizan las importaciones se ampliará, bajo nuevas instituciones, la misma burocracia burguesa y corrupta que en complicidad con la burguesía importadora viene defraudando al Estado desde hace 11 años con el control de cambios. Si no se estatizan las importaciones, igual ambas burguesías continuarán con sus desmanes."
Tambien creo que la participación protagónica de nuestro pueblo en estas decisiones y su ejecución, sería la única vía posible para que el péndulo político y económico se mueva a su favor, bien sea para la resolución de estos dilemas o para la disolución de los mismos. Es por ello, a propósito del próximo Congreso de nuestro PSUV, abordar todos estos temas, garantizar la construcción de espacios de propuestas, de reconocimiento a las experiencias exitosas que surjan en este arduo camino de lucha revolucionaria. La planificación de nuestro país requiere debate, y los revolucionarios y las revolucionarias vamos a darlo, dejando en claro que no es nuestra intención destruir todo lo que a favor del pueblo hemos construido.