La deuda con Chávez

El 1° de Mayo Will Rangel declara en forma breve y precisa que tenemos una deuda con Chávez: la unidad de la clase obrera. Nadie más autorizado que el máximo dirigente de la Central Socialista Bolivariana para recordar este compromiso determinante para la revolución. En la discusión del III Congreso del PSUV, debe entenderse como el análisis científico de la realidad política, pues la unidad es un problema de la clase obrera misma.

En 1950 la unidad de la clase obrera emergió de la entraña de la clase y determinó la posterior acción política: la unidad electoral de 1952 y la huelga general unitaria del 21, 22 y 23 de enero de 1958.

Chávez liderizó el proceso revolucionario porque analizó la situación nacional e internacional a partir de la lucha de clases y desde el punto de vista de las clases oprimidas, el análisis que corresponde al fenómeno político. Consecuencia forzosa es la unidad de la clase obrera, a la cual llama Chávez con sincero acento dramático:

“De esta manera, yo en esta víspera del 1° de Mayo haciendo estos anuncios, haciéndo este llamado a la conciencia de la clase obrera, YO CREO TENER MORAL ANTE TODOS USTEDES PARA EXIGIRLES LA UNIDAD DE LA CLASE OBRERA. CREO TENER MORAL REVOLUCIONARIA PARA EXIGIR UNIDAD A TODOS LOS SINDICATOS Y SECTORES DE LA REVOLUCIÓN; CREO TENER MORAL PARA PEDIRLE A LOS TRABAJADORES DE LA PATRIA QUE SE SUMEN A LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO BOLIVARIANO”

Este reclamo conserva plena vigencia porque urge poner fin a la división llevada a cabo por el imperialismo yanky a través de Rómulo Betancourt y que legitimó la izquierda al incurrir en el gravísimo error de formar otra central sindical, algunos de cuyos principales responsables están actualmente en la oposición, contrarrevolucionaria. A propósito de que ayer se cumplieron 31 años de su muerte y mañana 116 de su nacimiento, es justo recodar que Gustavo Machado fue el único miembro del Comité Central del PCV que salvó su voto en esa decisión.

La Revolución de Liberación Nacional en transición al socialismo exige como factor indispensable la unidad del proletariado como base de la unidad nacional
Acontecimientos políticos de transcendencia en el siglo XX fueron posibles por la unidad de la clase que tiene en sus manos el aparato productivo, y la consolidación de la Revolución Bolivariana, la unidad de civiles y militares, la lucha contra la corrupción, la integración de América Latina y El Caribe y la solidaridad internacional para vencer la crisis estructural del capital necesitan la unidad de la clase obrera. Se trata de una exigencia científica para formar el bloque histórico de las clases oprimidas. La burguesía ha demostrado que está conduciendo a la humanidad a su destrucción y el cambio social que está planteado solamente es posible con una clase obrera decidida a encabezar la trasformación que la humanidad requiere.

De no cumplir con esta tarea histórica se estaría traicionan de el legado revolucionario del Comandante Chávez y que el máximo dirigente de la Central Socialista Bolivariana nos ha recordado en fecha oportuna. No olvidemos la lección de estrategia revolucionaria que nos dio Simón Bolívar al concebir la unidad de los americanos aún cuando fuesen culpables. En la lucha de clases esta lección es totalmente aplicable.



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Roberto Hernández Wohnsiedler

Abogado y Sociólogo. Fue diputado, vicepresidente de la Asamblea Nacional, Ministro del Poder Popular del Trabajo y Seguridad Social y militante del Partido Comunista de Venezuela (PCV). Es autor del libro La Clase Obrera y la Revolución Bolivariana.

 robertohernandezw@gmail.com

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