Comentaba a alguien que uno apenas se entera de los desplazamientos del Jefe de Estado y nunca tiene ocasión de asistir a los actos donde está presente, ¿ni falta que hará, verdad?
Total, eso no hace sino confirmar que no estamos vinculados orgánicamente a los factores fundamentales del PSUV u otros entes gubernamentales.
Pueblo llano somos. Y en la universidad donde trabajamos, bromeábamos, convivimos rodeados de todo ese viejo y nuevo adecaje, capeyanaje u otros de igual adscripción cuarto republicano, por decir lo menos y eso, entre las desventajas, trae que estemos más aislados de la dinámica de los agentes del Estado.
En conclusión, no somos una universidad del gobierno y como individuos miembros de esa organización, apenas mantenemos un frágil hilo de comunicación con quienes dirigen las políticas públicas, y eso a la distancia en lo ideológico y en la práctica ¿Se imaginan si el “Primer Consejo Presidencial de Gobierno Popular con las Comunas”, según nos enteramos por referencias de toda la prensa escrita local, se hubiera hecho en la UPEL_IPB?
Aulas suficientes tiene, además de un amplio auditorio, el Magdalena Siegas de López, donde bien pudiera haberse hecho la plenaria donde estuvo el presidente Maduro. Eso decíamos, si el gobierno fuera adeco. Ya que, según nuestros interlocutores de esa charla virtual y casi inverosímil, esta es una universidad diseñada por los adecos en los años ochenta que reunió en una estructura matricial a sus ocho institutos pedagógicos principales, que en su la mayoría nace en la década de los sesenta a partir del Instituto Pedagógico Nacional, que es de 1936, como parte de las políticas de la democracia representativa atinentes a la modernización del Estado-Nación.
Pero, claro, la imaginación sociológica anterior no podía ser posible. Nuestra apreciada Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico Luís Beltrán Prieto Figueroa de Barquisimeto, UPEL_IPB, ¿no es expresión tangible de ese viejo Estado burocrático-burgués que los actuales jerarcas del gobierno quieren destruir?
En cambio, la Universidad Politécnica Territorial Andrés Eloy Blanco de Barquisimeto, UPTAEB, ¿no es la expresión del proceso de construcción de la nueva institucionalidad del Estado revolucionario con nuevos actores sociales? No es ya la élite intelectual o la oligarquía con que hubo de reunirse Maduro en Barquisimeto en el improvisado auditórium de la UPTAEB, sino con gente del pueblo llano, como diría el historiador Federico Brito Figueroa.
En este sentido, más allá de anécdotas, creemos que esta reunión de Barquisimeto debiera tener un alto impacto institucional en el marco de lo jurídico-político y crear nuevas actitudes en la conciencia de los ciudadanos y en las preferencias éticas, estéticas y políticas de todos quienes adherimos la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, veamos lo que dijera el presidente, ya que se trata es:
“Un plan de transformación total del Estado y de los restos del Estado burgués que aún quedan por ahí perviviendo lleno de burocracia, corrupción, indolencia, de abandono; tenemos que cambiarlo todo, y la única forma de cambiarlo es con el pueblo consciente, es la única forma”, (Diario de Lara: La Prensa, Barquisimeto, 19 de julio de 2014, p. 4).
Más adelante, como un horizonte de futuro a construir desde el trabajo concreto en el presente, agregó que su visita a Barquisimeto obedeció a los siguientes objetivos:
En la onda de ejecución del Gobierno de Eficiencia en la Calle, desde el gimnasio cubierto de la UPTAEB, el Mandatario Nacional, escribió el periodista Gabriel Grisanti, (…), enfatizaba:
“Hoy hemos venido a cumplir una tarea y otro objetivo, de constituir por primera vez en la historia un Consejo Presidencial; quiere decir, convertir al pueblo trabajador que lucha todos los días en Presidente o Presidenta de la República”, (…). Ejercer el poder, y quien lo tiene que ejercer es el pueblo. Vamos a hacer un nuevo Estado, ya basta del Estado burgués, del protocolo y la hipocresía; la burocracia y la mentira. Vamos a hacer una revolución en el Estado y desde el Estado” (…). “Maduro consideró indispensable convocar al Poder Popular y a quienes conforman los consejos comunales a la conciencia nacional y la voluntad mayoritaria de los venezolanos y venezolanas para que tengamos una nueva sociedad y nos saquemos de encima tanta perversidad, tanto vicio que hay en el viejo Estado”; así refiere nuestra fuente, la única a la que tuvimos acceso, porque oír a Maduro en vivo fue imposible; gracias a Dios existen los medios de comunicación escritos e independientes, ¿no?, (Diario de Lara La Prensa, ob cit).
¿Estamos en Venezuela en proceso de transición, en un claroscuro entre lo viejo y lo nuevo? La vieja institucionalidad, entre ellas nuestras queridas universidades tradicionales como la UPEL, ¿cómo se habrían de incorporar en eso que, recurriendo a un término gerencial, se pudiera denominar reingeniería? Porque según oí en la transmisión en cadena de radio-televisión los comuneros pidieron hasta la constitución de una universidad comunal, ¿pero ya no tienen a la universidad campesina? ¿Cómo funcionará esa universidad campesina cuyas aulas y que es el campo de los sembradíos, los espacios de pastoreo, la naturaleza que es un libro abierto?
Por cierto, me pareció extraordinario que solicitan la creación de una Agro-patria que suministre productos ecológicos; que se masifique el modelo agro ecológico, pues esa era una cuestión que siempre discutíamos con Jesús, Alba, Richard, Alvis, Domingo, y muchos otros jóvenes campesinos del municipio Urdaneta del estado Lara, en las clases de la Misión Sucre del programa de graduación Gestión Ambiental; ya que inclusive algunos de nuestros familiares, en el caserío El Hato de Baragua, por ejemplo, no se han desenganchado del uso de químicos venenosos en la cosecha de cebolla o pimentón y cuando uno camina por la quebrada grande consigue las latas de esos fungicidas y pesticidas, lo que aplican por esos campos de nuestra patria el modelo agro tóxico; el de la llamada revolución verde, que agrede a la naturaleza. El nuevo Estado debe ser sustentable ecológicamente.
Ah mundo pero uno sabe que eso es un sueño ¿y los sueños sueños son? Venezuela, como mis primos hermanos del Hato de Baragua, tampoco se termina de desligar de las prácticas agrícolas contaminantes y no se ha desenganchado de ese modelo tóxico del comercio mundial capitalista y burgués, ¿qué contradicción, verdad? Eso es lo que hay y se requiere una nueva conciencia y unas nuevas prácticas productivas, más amigables con la naturaleza y unas nuevas prácticas de convivencia social, donde desde las universidades se pudiera contribuir en algo con eso, que por demás desde la dirigencia del Estado también pidieran revalorizar, valorar más el talento humano que existe en estas corporaciones tradicionales.