De verdad ha sido bien difícil el manejo del gobierno revolucionario en el timón del obrero presidente Maduro. Ha sido dura esa especie de transición desde un chavismo dirigido por su mentor principal a un chavismo operado por su más confiable camarada, al punto de haberle ungido en esa embarazosa tarea de continuar los procesos de la revolución. Y en la dificultad que ha significado la ausencia física de aquel comandante, cuanto menos esa tarea debe calificarse de titánica.
Pero mal que nos pese, no todo y a veces muy poco, nos ha salido bien después de Chávez. Uno piensa lo que por ejemplo Evo Morales ha consolidado en Bolivia en los últimos años y da dentera. No solo es que haya Evo obtenido este domingo una victoria avasallante en su tierra sino que los indicadores económicos sociales y políticos, exponen importantes avances en las tierras que tanto Simón Bolívar amara. Aun quien suscribe guarda un recuerdo de alguien oriundo de Cochabamba, venido en los años setenta a la UCV, a estudiar Geología y Minas, y que casi en sollozos una vez expresara en el Auditórium de Ingeniería, que su tierra, la más pobre de América contaba con más del 90% de pobreza. Hoy casi medio siglo después y bajo la conducción impecable de Evo, ha sido transformada aquella realidad.
El empuje económico de Bolivia es notorio. Las redes ferrocarrileras avanzan. Se consolida el desarrollo en base a un conocimiento que transferido o no, es boliviano. Son de recurso humano boliviano. El tema del ambiente natural, es impecablemente defendido. Lo que han llamado los técnopóliticos bolivianos las “áreas de consonancia”, para el desarrollo y la participación de los países y entes extranjero, ahora inclusive USA, se constituye en una estrategia de profundos alcances de avance económico. Y sin alejarse de la idea central del socialismo básico. Ahí está un ejemplo importante que Venezuela debe tomar en cuenta. Generando confianza externa e interna. El recurso humano criollo debe dejar de ser subutilizado. Retomar y hacer reingeniería de los macro proyectos, que como el ferrocarril central están paralizados, presuntamente por grandes fallas en los diseños. Optar por la creación de proyectos que sustituya los remiendos de viejas obras desvencijadas e irrecuperables.
Era el sueño de Chávez, para el cumplimiento ulterior del País Potencia. Por último se debe traer a colación que cuando Evo Morales, nacionalizó su industria hidrocarburifera, un rumor insistente de corrupción, hizo que Evo, sacara de raíz toda la plana mayor directiva de la industria. Es posible que no seguir esos ejemplos se haya constituido en la mayor adversidad de la revolución para el desarrollo de la patria.