Con los años y más allá de los años los organismos políticos se van convirtiendo en dueños de nuestra vida diaria lavar la ropa a mano se vuelve un asunto político, comemos y caminamos tratando de dar una explicación política y unos grados menos que la maravillosa política están los partidos o las organizaciones cuyo fin es ganar elecciones, la vida toda se intenta convertir en algo extraño, cada uno de nuestros actos va buscando dar una respuesta al jefe del partido, al jefe de la oficina, al coordinador de la célula.
Con estos días de campaña electoral aun no oficial, ya que aparecen y desaparecen candidatos y candidatas del PSUV y de la MUD cada cual en su trinchera o en su barricada intenta adueñarse de todos los adoquines de la barricada o todos los sacos terreros de la trinchera, la Venezuela se parece tanto a la del siglo XX que raya en lo ridículo ya no es AD y COPEI sus partidos satélites y algunos “radicales libres” que no tenían dueño y si mucha política Alfredo Maneiro era uno de esos y su lejana organización La Causa R también, la de hoy no tiene nada que ver o desde hace mucho se desdibujo y algunos empezaron a militar ya muerto Alfredo, todos esos se montaron en la ola de lo sembrado por Maneiro y todos querían cosechar de las planta de ese ideólogo.
La verdad es que como en el Siglo XX dos organizaciones políticas se apoderaron de la política electoral en Venezuela y los demás son vistos por una y otra parte como sectores disociados, algunas organizaciones funcionan como espacios paralelos del partido opinan igual, no hay disenso, no existe debate la Asamblea Nacional es un espacio de pros o contras de dos posiciones simples, de dos polos a veces negativos a veces positivos pero como la política está por encima de lo electoral, de lo simplemente electoral tenemos la necesidad de pensar con cabeza propia.
Si ayer la patria tendría que ser participativa y protagónica hoy después de conocer la “nueva manera en que se pudiera elegir el parlatino” entiendo que lo protagónico y lo participativo está arrancando a golpes de martillo y los diputados miembros de la Asamblea Nacional electos, ahora apoyan a pie juntillas y desechando toda carga de sentido revolucionario y republicano, ahora la mayoría impone como se elige, cuando y a quien.
Si algo falta es sentido de autonomía, de independencia, de sentido de autonomía, de respeto a la individualidad ni en uno, ni en otro existe tal cosa y algunos pequeños partidos se van sumando a la maquinaria, al engranaje y son solo como una gota de aceite en un pozo de petróleo ya se confunden, no se sabe dónde están sus moléculas, sus átomos están ahí entremezclados.
Yo no sé si votare o no, no me convence los gritos o las crónicas “heroicas” del pasado, deseo que se le inyecte política a la política y no descalificaciones, deseo que se den soluciones y no excusas lo cierto es que deseos no preñan y es el ahora el que nos toca vivir y decir lo que deseamos es necesario.
La palabra es el primer acto de libertad y no ejercerla en una sociedad que se precia de ser libre siempre es sospechoso.
Mientras tanto veo como nuestra izquierda dejo de tener propuestas políticas temerarias herreros que le den temple al acero y carpinteros que hagan maravillas mientras recitaban viejas tonadas libertarias, hoy con el monopolio de la política electoral no escuche una sola propuesta creíble, solo slogan, frases vacías que no llenan el sistema nervioso de una langosta.
Una democracia no puede guardar silencio en casos como los de Alcedo Mora, Sabino Romero esos personajes dignos uno desaparecido en dos formas en forma física y con una aguda censura por parte de todos los medios “públicos o sea del gobierno” y privados, un ministro del interior que no aparece ni por casualidad.
No se puede guardar silencio acerca de un General de Tres Soles que termino siendo solo un pillo, igual que un teniente como Isea en Aragua o el malandraje creado por Edgardo Parra me cuesta pensar que las vida sea así, pero así es y entonces asumo que una sola vida es suficiente.
