Reservas en $ palo abajo, inflación palo arriba; mientras gobierno se prepara para elecciones sin fecha

En cualquier proceso de cambio de estructuras existirán contradicciones, estas aparecerán y desaparecerán según cómo vaya avanzando los cambios radicales del andamiaje estructural que se quiere cambiar. Pero existen contradicciones difíciles de superar, sobre todo, cuando estas se hacen endémicas, es decir surgen del mismo proceso de cambios. Las contradicciones a veces son necesarias, siempre y cuando se realicen los análisis correspondientes para superarlas y dejarlas atrás. Un proceso de cambios estructurales, como el proceso bolivariano, es normal el surgimiento de contradicciones, pero estas, en vez de aletargar el proceso, deben darle un impulso hacia la obtención de más espacios conquistados, haciendo posible el cambio estructural que se quiere obtener.

Hoy vivimos momentos contradictorios muy difíciles. Especialmente en lo económico. El ciudadano de a pie se siente incómodo, no ve acciones gubernamentales efectivas, todo se enmarca en supervisiones banales, inefectivas, ineficientes, mientras quienes pescan en rio revuelto, obtienen jugosas ganancias. El campo agrícola venezolano vive un deterioro, que en un proceso de cambio radical, como lo es la revolución bolivariana se convierte en una contradicción. En 16 años de proceso revolucionario, se ha hecho muy poco para comenzar a revertir el modelo económico rentista petrolero, de hecho se ha intensificado, otra contradicción. La corrupción ha comenzado a corroer los cimientos o bases que inteligentemente creo el presidente Chávez, en un proceso verdaderamente revolucionario progresista nacionalista, el morbo de la corrupción tiende a minimizarse, vemos todo lo contrario, una contradicción más. La delincuencia, que es un efecto de la pobreza generalizada, y que se convierte en contrarrevolucionaria cuando adquiere magnitudes de crimen organizado, nunca debe existir en una revolución, al contrario, en Venezuela nos tiene contra la pared, otra contradicción. El Sectarismo, Voluntarismo, Personalismo, Burocratismo, Nepotismo, rasgos socialdemócratas reformistas, son el pan de cada día dentro de las organizaciones e instituciones del estado. Una nueva contradicción.

Hoy vemos como el poder adquisitivo del venezolano se desploma, cuando unos años atrás era uno o quizás el más alto de la región. Los politiqueros de turno, dicen todo lo contrario, viven en su burbuja de cristal, cuando la realidad del día a día demuestra todo lo contrario. Un político revolucionario no puede vivir una realidad virtual, otra contradicción.

Los buenos gobernantes escuchan, observan, analizan y actúan con la brevedad del caso. El Presidente Hugo Chávez lo hacía así. Hoy nuestra moneda fuerte se convirtió en famélica, nuestras reservas se desploman, y la inflación arrasa como huracán con la economía doméstica del ciudadano común.

Solo vemos de parte del gobierno central y de sus militantes acciones electoreras, de unas elecciones que aún no se sabe cuándo serán, mientras el Tic-Tac de aquella bomba de tiempo que desconecto el Presidente Chávez en 1999, ahora comienza a sonar de nuevo.

Aún hay tiempo de maniobra, ojala y se hagan los correctivos necesarios.

Es ahora o Nunca…¡¡¡



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Pedro Patiño

Químico, Investigador de Asuntos Económicos e Históricos, Analista Político, Eco socialista y Bolivariano.

 pedro2.patino@gmail.com      @pjph

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