En fecha reciente contesté un cuestionario que me envió una investigadora venezolana. Dado que las respuestas sirven para el debate sobre el proceso revolucionario bolivariano, me permito publicarlas. Al final coloco las preguntas que me envió la investigadora.
1) Un bloque histórico está integrado por clases sociales, o fracciones de clases. Esto implica el partir de caracterizar el concepto mismo de clases sociales, y de considerar el desarrollo de dichas clases en el proceso histórico venezolano (para llegar al punto de investigación que pretende llegar a la conformación de un nuevo bloque histórico en Venezuela).
En este aspecto, hay que partir de las ideas del mismo Carlos Marx. El debate sobre el concepto de clase social está lejos de ser un debate concluido en el seno del marxismo. Por el contrario, han existido históricamente posiciones abiertamente antagónicas sobre este concepto, las cuales pasan desapercibidas por la mayoría de investigadores y activistas.
Nuestra opinión al respecto reivindica las ideas de Marx. Para él, las clases sociales se conforman en el proceso de la lucha de clases. Se puede ver esta idea en Miseria de la Filosofía:
"Las condiciones económicas transformaron primero a la masa de la población del país en trabajadores. La dominación del capital ha creado a esta masa una situación común, intereses comunes. Así pues, esta masa es ya una clase con respecto al capital, pero aún no es una clase para sí. En la lucha,… esta masa se une, se constituye como clase para sí. Los intereses que defiende se convierten en intereses de clase. Pero la lucha de clase contra clase es una lucha política" (Marx, Miseria de la Filosofía, 1979: 142).
Las clases sociales son resultado de esas relaciones antagónicas presentes en cada modo de producción, y el estudio de las mismas va ligado a la comprensión del concepto de lucha de clases. Para Marx la lucha de clases era "el motor de la historia", el mecanismo que originaba los cambios en las sociedades. Más específicamente, Marx hizo énfasis en que la lucha de clases conducía a que una formación social determinada fuera sustituida por otra[1].
De las ideas de Marx sobre las clases sociales enfatizamos en:
- La idea de que las clases sociales se constituyen como tales en la misma lucha de clases. Esta es la idea de "clase en sí" y de "clase para sí".
- La idea de que las clases sociales implican un tipo particular de relaciones de producción, las cuales varían constantemente en la sociedad capitalista. Por tanto, la clase no es un lugar específico, un grupo permanente, sino una relación social.
Los marxistas del siglo XX utilizaron la conceptualización de las clases sociales que propusiera el principal teórico y dirigente de la revolución soviética, Vladimir Ilich Ulianov, más conocido como Lenin[2]. Esta idea de Lenin tiende a concebir a la clase social como un grupo específico, inamovible, y no como una relación social:
"Las clases son grandes grupos de hombres (y mujeres, agregamos nosotros) que se diferencian entre sí por el lugar que ocupan en un sistema de producción social históricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran con respecto a los medios de producción (relaciones en gran parte quedan establecidas y formuladas en las leyes), por el papel que desempeñan en la organización social del trabajo, y consiguientemente, por el modo y la proporción en que perciben la parte de la riqueza social de que disponen. Las clases son grupos humanos, uno de los cuales puede apropiarse del trabajo de otro por ocupar puestos diferentes en un régimen determinado de economía social" (Lenin; 1971-a: 228).
Richard Gunn[3] establece que el pensamiento de Marx consideró a las clases como una relación social (Gunn, 2005: 19). Esto implica oponerse al criterio "sociológico" que define a las clases como grupos de personas, pues eso sería absolutizar las relaciones sociales, cuando en la realidad del sistema capitalista, una misma persona, o un grupo de individuos en particular, puede estar sometido (incluso a lo largo del día) a diferentes tipos de relaciones sociales.
Werner Bonefeld[4] argumenta que la revolución socialista implica el final del concepto de clase, diferenciándose de quienes la consideran como el triunfo de la "clase obrera". Puesto que la clase obrera se deriva de una relación social, la relación entre el trabajo asalariado y el capital, al desaparecer dicha relación desaparece la clase obrera como tal
Autores como Michael Hardt y Toni Negri proponen repensar las tradicionales ideas sobre las relaciones de clase, propias de la izquierda comunista y socialista (Hardt y Negri, 2008: 89). Reconocen que con el término "clase obrera" generalmente se ha hecho referencia sólo a los trabajadores industriales, excluyendo a los trabajadores precarios, a las mujeres del trabajo doméstico, a los trabajadores de la agricultura, etc. En contraposición proponen la categoría de "multitud", concebida como la suma de la singularidad y la cooperación, como una realidad en la que colectivos sociales diferentes se organizan de forma autónoma, pero que son capaces de colaborar entre ellos.
"Lo que nosotros afirmamos es que existe la posibilidad de una concepción mucho más tolerante y común del trabajo y, por lo tanto, de una organización política abierta y horizontal del mismo, basada en esa noción de singularidad y cooperación que da cuerpo al concepto de multitud" (Hardt y Negri, 2008: 89).
Hardt y Negri identifican a los nuevos movimientos antiglobalización como expresión de esa "multitud". Y lejos de concebirse como una propuesta teórica acomodaticia, los autores engranan este concepto de multitud en una perspectiva teórica general que se identifica con la transformación revolucionaria del capitalismo globalizado: "el único camino para realizar la democracia de la multitud es el de la revolución".
Asumimos un concepto sobre las clases sociales más amplio, complejo y flexible que el que anteriormente impuso la "sociología leninista". Por clase trabajadora se entiende entonces a los diversos grupos sociales que de una u otra forma sufren la opresión del capital, y no sólo a los obreros fabriles. En esta visión amplia de la clase trabajadora, entran las amas de casa, los desempleados, los movimientos indígenas, ecologistas, pacifistas, de diversidad sexual, de afrodescendientes, los movimientos estudiantiles, campesinos, de profesionales, los cooperativistas, e incluso los sectores de pequeños productores y pequeños comerciantes.
A partir de lo anterior, la conformación de un bloque de clases oprimidas que se plantee un proyecto de transformación social, ya ocurrió en el pasado reciente de nuestra vida como nación. La guerra de independencia permitió la constitución de una alianza de clases y grupos sociales (a partir de 1815) que se propuso adelantar el proyecto de emancipación encabezado por Bolívar, y que incluyó tanto a la fracción radical de los mantuanos, como a los pardos, blancos de orilla, y a los propios esclavos.
Luego, en la guerra federal, se constituyó otro bloque o alianza de clases sociales en torno al partido liberal y algunos líderes importantes como Ezequiel Zamora, bloque social que fue continuado por otros caudillos como Falcón, Guzmán Blanco y Crespo.
En los dos anteriores ejemplos históricos, las clases subalternas, pardos y esclavos en la independencia, y campesinos en el federalismo, terminaron jugando un papel sumamente secundario en la conducción posterior de la república, aunque ambos procesos hayan sido invocados a partir de sus reivindicaciones fundamentales: la libertad de los esclavos, la igualdad de los pardos, tierra para los campesinos.
En la Venezuela petrolera nacida en la dictadura gomecista también comenzó a conformarse un bloque histórico interesado en la construcción de la democracia, reivindicación pendiente desde la independencia y la federación. Ese bloque histórico de grupos sociales surgidos al calor de la industria petrolera (trabajadores, clases medias urbanas) va a ser liderado por el partido Acción Democrática, y va a determinar un largo proceso político entre 1945 y 1999.
A partir del Caracazo, en 1989, se comienza a constituir un nuevo bloque histórico que abrirá un nuevo período de transformaciones. Los sectores marginados y excluidos del capitalismo dependiente venezolano se movilizan el 27 de febrero y abren un período de crisis política y social que terminará siendo liderado por Chávez y su movimiento bolivariano. En este bloque histórico participan clases medias como los mandos medios de las fuerzas armadas (de donde provienen Chávez y todos los oficiales que hoy comandan a las FANB), y los sectores subalternos cuyos derechos se invocan constantemente han jugado un escaso papel protagónico dentro del proceso, tal como ocurrió en la independencia, en la federación y en el proceso democrático del siglo XX.
En conclusión, es equivocado hablar de un único "bloque histórico" en el período anterior a la revolución bolivariana. El pueblo ha sido protagonista de nuestra historia, por lo menos desde finales del siglo XVIII, aunque los resultados posteriores de sus acciones hayan sido capitalizados por elites políticas y militares cuyos intereses también han formado parte de las alianzas clasistas que han permitido los cinco grandes procesos revolucionarios de nuestra historia: independencia, federación, andinos, democracia burguesa y chavismo.
2) El sujeto revolucionario no son individuos en particular, sino grupos sociales determinados que existen en un momento histórico específico. Esos grupos sociales se modifican en el trascurso de los mismos procesos históricos. Por ejemplo los seguidores de Acción Democrática e incluso la casi totalidad de sus dirigentes no formaban parte del poder económico y social de la Venezuela de 1945. Pero para 1980, puede que los seguidores de AD siguieran siendo los mismos en cuanto mayorías electorales, pero su núcleo dirigente a lo largo y ancho del país había pasado a integrar otras clases sociales con mayores capacidades económicas. En cierta forma esto ha pasado también con la dirigencia chavista de 1999 y la dirigencia chavista que hay en 2015; han ascendido en la escala social, cuestión fácilmente comprobable, aunque se sigan invocando para gobernar los intereses de las mayorías excluidas, las cuales tienen ahora mayores niveles de inclusión y gozan de derechos que antes se les negaban. En cierta forma, estos grupos sociales populares también han modificado sus condiciones materiales de existencia, aunque sin comparación con el brusco salto en la escala social de los dirigentes chavistas (sobre todo los grandes empresarios importadores, comerciantes y banqueros, y magnates de los medios de comunicación).
Las clases sociales se constituyen en actores, en sujetos de cambio, en la medida en que poseen organización autónoma para intervenir en la lucha de clases y obtener conquistas en ella. En Venezuela las clases subalternas no poseen organizaciones autónomas. Los consejos comunales y comunas son organismos controlados desde el estado mediante la dependencia del financiamiento económico y a través del clientelismo que aplica el PSUV. La clase trabajadora posee una central obrera que también está supeditada tanto al estado como al partido de gobierno (la CBST). Igual ocurre con la juventud, las mujeres, los campesinos, el llamado gran polo patriótico, etc. No existe autonomía de los movimientos sociales, y por tanto es muy difícil que se constituyan como sujetos del proceso de cambios revolucionarios. Sólo en lugares particulares como el sindicalismo del estado Bolívar, que por tradición histórica mantiene posiciones autónomas y combativas, se han suscitado procesos importantes que condujeron a la nacionalización de Sidor en 2008,y al plan Guayana Socialista aprobado por Chávez en 2009.
Quienes si tienen estructura organizada para intervenir en la lucha de clases es la propia elite política que dirige el PSUV, la cual por cierto mantiene una cacería de brujas permanente para descabezar a cualquier dirigente que pregone la autonomía de las organizaciones populares y realice observaciones críticas a la propia dirigencia y sus ejecutorías al frente del estado.
3) No creo que en Venezuela se esté desarrollando un proceso de transición al socialismo, aunque esa sea la intención plasmada en los dos últimos planes de la patria. No se ha conformado un bloque histórico en función de esa transición al socialismo, más allá de la voluntad de apoyar electoralmente al chavismo. Los ejemplos prácticos en el campo productivo son casi inexistentes. Por ejemplo, en PDVSA, que es la joya de la corona de nuestra economía, su estructura gerencial sigue siendo la misma que existía en la llamada cuarta república. Los modelos organizacionales dentro de PDVSA son tan capitalistas como los que puedan existir en la Chevron o la Shell.
No hay construcción de subjetividad pues ni el propio partido de gobierno ha sido capaz de instalar un sistema de formación socialista que forme a sus cuadros dirigentes. Las trabas para que funcione el sistema de formación del PSUV provienen de la negativa de los cuadros militares chavistas a que sea el marxismo la línea fundamental de la formación de los militantes del partido. Por ello es que han fracasado todos los que han estado al frente de esa responsabilidad, y hasta hoy no se ha podido instalar y mucho menos culminar un proceso de formación de los militantes y cuadros del PSUV.
4) Con relación a los mecanismos para la construcción de la subjetividad, o diríamos mejor la conciencia de clase para sí, el principal mecanismo es la intervención en el proceso de la lucha de clases. Se tiende a confundir el escenario de acción que tenemos por delante, al creer que el escenario capitalista está en otro lado distinto al estado bolivariano. Pero el mismo Chávez reconoció que el estado en Venezuela seguía siendo burgués y que teníamos que pulverizarlo para poder avanzar hacia el socialismo. En otras palabras, el capitalismo lo tenemos presente en todas nuestras formas de intervención social. Para crear conciencia en los sectores populares lo fundamental es incentivar los escenarios de la lucha de clases. Por ejemplo, la lucha de los pueblos indígenas por la recuperación de sus tierras ancestrales (hasta ahora en este campo ha ocurrido lo contrario, han sido asesinados los líderes indígenas como Sabino Romero y otros diez líderes yukpas que luchaban por la tierra). Otro ejemplo, la lucha de los trabajadores por la conquista de un salario digno (dado que las relaciones de producción siguen siendo capitalistas). Es en estos procesos de lucha de clase que se puede conquistar una verdadera subjetividad. Todo el arsenal teórico mencionado en el trabajo (ser epistémico, ser planetario, ser ético y ser político) debe desarrollarse al calor de esa lucha de clases. Los revolucionarios se forman en la medida en que actúan como revolucionarios en la lucha de clase; la formación teórica complementa y fortalece su praxis transformadora.
La conquista de la subjetividad no va a provenir de una directriz burocrática de un jefe partidista o un ministro que decida organizar una academia de formación de los funcionarios públicos o militantes del partido. Va a provenir de la participación organizada del pueblo, de la clase trabajadora en su acepción amplia (como dijimos antes), en los distintos procesos de lucha de clases, enfrentando al enemigo capitalista, el cual está inserto en la propia estructura del estado bolivariano, y en las propias instituciones económicas controladas por el estado, además de que ese capitalismo nos rodea en la sociedad misma. No por casualidad las empresas que más ganancias han obtenido en estos 16 años de revolución son los grandes bancos privados (Banesco, BOD, BVVA y Mercantil).
Maracaibo, Enero de 2015.
ENTREVISTA A PROFUNDIDAD
Planteamientos y preguntas orientadoras para la entrevista:
Planteamiento 1: En esta investigación, concebimos la subjetividad relacionada fundamentalmente con lo ideológico, por lo tanto exige aproximaciones epistemológicas claras desde la perspectiva de los sujetos del cambio social, los procesos de formación popular y formales, la clase social a la que se pertenece y el ambiente en el cual los hombres y mujeres se desarrollan. Todo esto enmanrcado en un contexto sociocultural específico de acuerdo al modo de producción dominante y la participación en la lucha de clases de la sociedad. Desde esta perspectiva la subjetividad es el resultado de procesos históricos, profundamente complejos y de la apreciación y compensión que los propios sujetos tienen de él. De acuerdo a este planteamiento le preguntamos: ¿Cómo se va conformando la subjetividad, en téminos generales, como resultado de este movimiento de la historia?
Planteamiento 2: De acuerdo a la participación protagónica en momentos de transformaciones raizales de la sociedad, los sujetos actúan con la intención de incidir en la realidad con mayor o menor fuerza y compromiso social. ¿Cómo visualiza usted al sujeto revolucionario y su potencial transformador?
Planteamiento 3: Como es de su conocimiento, en el país se han producido importantes cambios que nos colocan frente a un nuevo bloque histórico, orientado a la transformación raizal del actual sistema capitalista. A pesar de los esfuerzos aún persisten altos niveles de asimetría estructural, propia de los procesos históricos de transición, que impida el retorno al sistema que se pretende abolir. ¿Cómo cree usted que han incidido estos cambios, en la subjetividad del pueblo, en función de su participación concreta en la lucha transformadora?
Planteamiento 4: En el documento base, específicamente cuando se explicó el avance del cuerpo teórico- metodológico, para la formación de la nueva subjetividad, se mencionaron las dimensiones de formación y una pequeña descripción de cada una de ellas. ¿Qué opina sobre las mismas? Aporte o refute algunos elementos que deben estar presentes en cada una de ellas. ¿Cuáles dimensiones de formación integraría o agregaría usted?
Planteamiento 5: Dada su experiencia de participación política, en la transformación social de Venezuela ¿Quiere agregar algún otro comentario que considere útil para esta investigación?
Le agradezco el tiempo y la dedicación en la realización de esta entrevista a profundidad, sin lo cual sería muy difícil alcanzar los objetivos planteados.
[1] Una formación económico-social estaba constituida, según Marx, por la estructura económica (el modo de producción), y la superestructura jurídico-política y cultural (las formas de gobierno y de pensamiento).
[2] Vladimir Ilich Ulianov (1870-1924), mejor conocido por Lenin, su seudónimo de la clandestinidad. Principal dirigente del Partido Comunista de la URSS o Partido Bolchevique. De extensa obra teórica, su genio político le permitió conducir victoriosamente la Revolución de Octubre de 1917, primera revolución socialista que logró consolidarse en el poder.
[3] Profesor en el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Edimburgo, Inglaterra.
[4] Profesor en el Departamento de Ciencias Políticas en la Universidad de York, Inglaterra.