“La acción política sólo es maniquea en sus grados bajos, y el maniqueísmo tiene el efecto de camuflar el azar y la incertidumbre de la acción. (Mis demonios, cap. 8).” Edgar Morín…
En Venezuela ha sido macabro, los finales de agosto, y comienzo de septiembre, donde las colas, y la escasez se han vuelto crónicas, el llamado bachaqueo, y el contrabando continúan rimbombantes, todo esto debido a unos erráticos controles de precios desfasados e irreales de productos alejados de su real precio. Dicen expertos en esta materia alejados de la politiquería barata. Que los precios justos se ubican entre la relación existente, o sea entre la verdadera escasez, y la real necesidad de los consumidores necesitados de un producto. Estos expertos identifican a la escasez verdadera como oferta, y a la real necesidad, la identifican como demanda. Ambas fluctúan libremente cuando el mercado no es intervenido por el burocratismo estatal para fijar precios irreales. Los altos precios inflados por la manipulación son originados por dos bacterias: los controles burocráticos parasitarios, y los subsidios llenos de corrupción por partes del gobierno. El copiado control de precios de la EX-URSS, ha originado que los vendedores impongan un precio máximo a los productos, y distorsionen los subsidios que el Estado paga al productor, para que el distribuidor o vendedor final, obligado a vender el producto a un precio fijo, origina las escasez, y el bachaqueo.
En Venezuela escasez, y especulación son originadas por los irreales precios controlados, ya que los precios reales no son fijados por la oferta, y la demanda. Los precios de los productos controlados, en primer orden corresponden a los artículos de primera necesidad. Todos esos artículos, como los que tienen precios no controlados son de importación, y estos han terminado por subir de precios ante la terrible escasez de dólares, debido a la brusca caída de los precios del petróleo. Aunque son adquiridos a precios internacionales, por la brutal devaluación del bolívar fuerte, los ha encarecido de tal manera que la tasa de inflación en el tercer trimestre del año 2015 ya pasa la barrera del 200%.
La aberrante, y errática medida en la frontera con Colombia donde se vive una situación de terror que ha sido producida, presuntamente por la asesoría del gobierno socialista de Cuba. El socialismo en Cuba ha tenido características diferentes al de Venezuela en cuanto al aspecto económico porque no tiene fronteras terrestres, por que sino ese gobierno no hubiera durado 60 años, ya que el hambre y la mala calidad de vida pasan factura, como le sucedió a la URSS, y a toda la Europa Oriental. El gobierno venezolano a pesar de tener el control de la totalidad del aparato productivo, trabaja a un 10%, coexistiendo con una economía mixta donde un sector privado intervenido por el gobierno medio llena los anaqueles. El caso de Colombia es distinto, ya que es un país abierto a la economía libre de mercado, donde se interactúa a lo largo de su frontera con Venezuela, donde actúa Dólar Today, y la Polar instaló plantas para la exportación.
Las economías con precios controlados como Venezuela fracasaron en el siglo XX, el gobierno bolivariano le queda dos alternativas, o las empresas en sus manos siguen produciendo a pérdidas, y el gobierno absorbe los saldos negativos, y las subsidia; o las privadas que quedan en pie dejan de producir para no ir a la quiebra total. Esto es lo que origina el bachaqueo, escasez, especulación, contrabando, la reventa de los artículos subsidiados que el gobierno con su burocratismo parasitario, no puede controlar y en el que participan colombianos mafiosos, pero lo controlan venezolanos amparados por militares, que compran, y acaparan al precio subsidiado, y venden al precio del dólar real o artificial, donde se unen la escasez con el hambre, la necesidad, y la ganas de comer, junto a la oferta, y la demanda sin control alguno. El Gobierno bolivariano de Nicolás Maduro ha sido incompetente en solucionar este problema, y el control de ventas con la cédula lo que ha generado es mas corrupción en los comercios públicos, y privados que surten a los bachaqueros. Aquí lo que falta es que impongan como en Cuba la libreta de racionamiento que seria una medida que terminaría de llevar a la tumba a la revolución bolivariana. Para distraer a los venezolanos mas pobres, y asalariados que hacen colas para estirar el miserable salario mínimo, y seguir buscando chivos expiatorios, ahora inventaron de culpar a los pobres colombianos que viven de este lado, como si no fueran los mismos venezolanos enchufados con militares que dirigen el contrabando descarado de extracción.
También volvieron con el cuento chino de los grupos paramilitares, que dirigen o comandan la guerra económica contra el pueblo venezolano. Todo esto huele a una estrategia electoral por eso eliminaron las opciones de izquierda como Marea Socialista, y se niegan a la observación electoral internacional.
Según expertos en la materia monetaria todos estos argumentos esgrimidos por la actual nomenklatura rojita son absurdos. El precio oficial del Bolívar Fuerte es de 6.30 por dólar. Cuando el precio real actual con el que se maneja la economía es de 600 bolívares por dólar. El negocio es mantener dólares al precio oficial para venderlos al precio del paralelo. Ese negocio no se hace únicamente en la frontera con Colombia, sino en toda Venezuela este despropósito no paró en que subiera esta semana que finaliza el dólar paralelo a mas de Bs. 700, todo debido a la mas rancia ignorancia de los principios elementales de la economía, según los expertos en la materia.
Esta situación nunca se había presentado en Venezuela pero cuando el petróleo bajó de precio el colapso económico ha sido de tales proporciones, ya que no hay dólares para importar los alimentos, ni para subsidiar, y como el aparato productivo nacional fue destruido, todo se derrumbó. Culpar de este desastre a los pobres colombianos, de la frontera, y a los paramilitares es un maniqueísmo perverso, gestada en una mente ignorante y estalinista, o una estrategia para retener el poder político ante una probable derrota electoral o una excusa macabra para suspender las elecciones legislativas del 6D del 2015.