Es muy rara vez que recomiendo leer algo escrito por alguien que tiene pinta de académico, pero en este caso creo que la persona dice la verdad, no adulterada.
Recomiendo a los lectores, especialmente a los opositores quienes parecen siempre andar confundidos con el socialismo, el comunismo, el marxismo, el capitalismo, etc., que lean el reciente artículo escrito por Víctor Álvarez titulado, “El socialismo sin capitalistas no funciona,” donde entre otras cosas dice lo siguiente:
“Para no caer en el error de llamar socialismo a cualquier revuelta, Marx y Engels explicaron las condiciones objetivas y subjetivas que deben cumplirse para el salto al socialismo. Plantearon que este sistema solo era posible en aquellos países donde el capitalismo había logrado a un alto nivel de desarrollo de las fuerzas productivas. Como condición subjetiva, plantearon la existencia de una clase obrera consciente y organizada, capaz de conquistar el poder político para crear un nuevo Estado al servicio de la emancipación social … Los precursores del socialismo jamás vislumbraron la nueva sociedad sumida en el subdesarrollo … Venezuela está muy lejos de cumplir las condiciones objetivas y subjetivas que plantearon los fundadores del socialismo. Sufre las consecuencias de una economía rentista y subdesarrollada, con empresas públicas quebradas por el burocratismo, el pseudosindicalismo y la corrupción que hunden al país en la peor crisis de escasez de su historia reciente … se colocan vallas decretando como socialistas las empresas estatizadas en las que se reproducen las mismas relaciones de explotación capitalistas … [pero]… El socialismo como aspiración humana de construir una sociedad libre de cualquier forma de explotación y discriminación no ha fracasado.”
Me recuerdo muy bien que Chávez también nos advertía sobre las mismas cosas que menciona Víctor Álvarez en su artículo, por ejemplo, un día se enojó porque un funcionario le puso al negocio del gobierno el nombre algo como “Negocio Socialista,” cuando no era nada socialista.
Chávez también nos advertía sobre nuestra muy mala costumbre capitalista del consumismo salvaje, del facilismo, y la viveza criolla, etc.
Bueno, les recomendé leer este articulo porque creo que mucha gente está confundida, piensan muy equivocadamente que “el modelo socialista venezolano ha fracasado,” cuando la realidad es que aquí en Venezuela nunca hubo, ni hay, socialismo, es decir, han habido intentos para montar programas y servicios al estilo del socialismo (en comunidad versus individualista), pero como dice Víctor Álvarez arriba, “Venezuela está muy lejos de cumplir las condiciones objetivas y subjetivas que plantearon los fundadores del socialismo,” y Venezuela siempre ha estado muy lejos de tener las condiciones propicias al establecimiento de una verdadera sociedad socialista.
Es más, de manera general, creo que a Venezuela le falta muchísimo aprendizaje y experiencia práctica antes de poder lanzarse exitosamente en la aplicación de conceptos ideológicos del socialismo o del humanismo practico, sin primero entender de manera muy profunda y practica, entre otras cosas:
1) las practicas comprobadas de la producción (solamente una minoría entiende esto)
2) la utilización y la importancia de la propiedad intelectual (casi nadie toma esto en cuenta, o saben que aun existe)
3) los modelos de negocio comprobados (en manos de la oligarquía)
4) la contabilidad y el mantenimiento (una gran debilidad venezolana asociada al facilismo y la viveza criolla)
5) la ley y su aplicación (plagada de desorden, ineficiencia, y corrupción)
Aunque yo no creo en el socialismo ni en el comunismo, así como han sido entendidos tradicionalmente, o técnicamente (vean nota al final del artículo), la razón que siempre apoyé a Chávez (y a Maduro) es porque Chávez tenía la idea de tratar de inyectar, poco a poco, el humanismo dentro de las venas de la sociedad venezolana con el fin de tratar de erradicar la exclusión, el abuso, la explotación, y el racismo, así abriendo las puertas para una sociedad más justa y equilibrada, lo que eventualmente él llamó el socialismo.
Chávez quería que Venezuela fuera un ejemplo de humanismo para el 70% del planeta (casi todo el sur del planeta) que sigue siendo explotado por la minoría racista explotadora. Eso para mí era/es muy admirable y digo de mi apoyo al 100%.
Pero la gran mayoría de los opositores (aprox. 50% de la población) torcieron este concepto, esta realidad, con el único fin de deshacerse del “ignorante mono” Chávez, porque Chávez no era de sangre de la elite venezolana, era un Negro, Mestizo, Indio, Feo, Pobre, una vergüenza para la clase media y media alta venezolana, y sus imitadores de las clases pobres, entonces pervirtieron las palabras socialismo y comunismo, y los conceptos, para asociarlo vilmente con su propia vergüenza xenofóbica y racista.
Crucificaron a Chávez como crucificaron a Cristo.
Lo mataron.
Y ahora, nosotros los seguidores de Chávez, no muy bien preparados, y plagados de nuestras malas costumbres, estamos viviendo las consecuencias de la tortura y el lento y cruel asesinato de Chávez a manos de la oposición venezolana, pero lo que los seguidores de la oposición venezolana no se dieron cuenta cuando apoyaban la matanza de Chávez, es que a partir del momento que muriera Chávez, los líderes de la oposición venezolana empezarían a utilizar a sus mismos seguidores como carne de cañón, y eso exactamente lo que está ocurriendo hoy.
El desastre económico y social que estamos viviendo en Venezuela no está solamente afectando negativamente a los chavistas (alrededor de 50% de la población), pero les está igualmente, y más duro todavía, afectando a los opositores, los cuales han tradicionalmente tenido una vida bastante fácil en comparación con los pobres de nuestro país (la mayoría) --- entonces es peor para ellos lo que estamos viviendo, porque no tienen la costumbre de sufrir lo que sufre el pobre, la escasez, la falta de comida, etc.
Cualquier opositor que no se haya dado cuenta que han sido engañados debe sufrir de algún trastorno mental para no entender lo que está ocurriendo, y cómo fueron engañados, y cómo hoy están siendo utilizados como carne de cañón mientras que sus líderes se burlan de ustedes, viéndolos haciendo la cola como cualquier pobrecito chavista pendejo.
Eso es precisamente lo que los líderes de la vil oposición venezolana buscaban para hacer la alharaca a nivel internacional, a espalda del sufrimiento de sus seguidores, es decir, todo lo contrario de lo que hizo Cristo al sufrir él mismo, como líder, por los pecados de sus seguidores.
De todas maneras, creo que no debemos abandonar nuestro sueño de hacer de Venezuela un país más justo y equilibrado, con menos egoísmo, menos consumismo salvaje, menos explotación, menos corrupción y violencia, y con menos viveza criolla, pero debemos tener mucha paciencia, y más que nada, debemos ponernos a producir, porque si no producimos, nunca veremos el sueño transformarse en realidad.
Como chavistas hablamos siempre en contra de la clase parasitaria, vagabunda, que no produce, que se enriquece a espalda del pobre, del trabajador, o del facilismo, de la especulación, de la reventa y reventa de cosas revendidas, y de la viveza criolla, ¿Pero qué hacemos nosotros?
Exactamente la misma cosa.
¿Donde está la Venezuela honesta, trabajadora, no egoísta, que comparte, esa Venezuela pacifica y feliz, playera, piñatera, rumbera, sin violencia, sin delincuentes y criminales (¡hijos nuestros!) en cada esquina, sin acaparadores en cada abasto, y malditos corruptos en cada departamento del gobierno, y estafadores en cada clínica privada, o en cada oficina de Movilnet, o ladrones de bombonas de gas en cada vecindario?
¿Dónde se ha escondido nuestra querida Venezuela?
NOTA ADICIONAL: Como lo mencioné arriba, no creo en lo que tradicionalmente se llama el socialismo o el comunismo. La razón principal es que hasta hoy en día, estos conceptos están basados en gran parte en el modelo empleado/empleador, o jefe/empleado, y en los conceptos europeos de la propiedad intelectual, y de la propiedad, y las leyes europeas, lo cual afecta directamente y muy negativamente sobre la capacidad practica de producción utilitaria para la autosuficiencia de un estado, o una comunidad. Yo diría que mi modelo de sociedad se llamaría el Comunalismo, o vivir comunalmente, o donde lo individual depende de lo comunal, y no lo comunal del individualismo, donde no existe ninguna forma de propiedad, ni de propiedad intelectual, o derechos de autor porque cada autor es simplemente el resultado, o un vehículo temporal de la acumulación histórica genética de la humanidad, donde la ley se aprende desde su nacimiento y es practicada por cada miembro de la sociedad cada día, donde nada tiene el valor lo suficiente para justificar su apropiación para la seguridad futura individual dentro de la sociedad Comunalista, donde no existe ni jefe ni empleado, y donde tampoco existen los conceptos de superioridad, de división o rango social, o de exclusión, como por ejemplo, la practica institucional del concepto profesor/estudiante, o la aplicación del concepto educado/no educado hacia un empleado, o el concepto de distinción social entre hombre/mujer/homosexual/bisexual/trans, matrimonios, soltero, etc., y un montón de otras cosas que hoy consideramos absolutamente normal, pero que en 2000 años serán consideradas actitudes y estupideces de trogloditas. Este tipo de sociedad ha existido exitosamente durante por lo menos 100,000 años, antes de la aparición de la mal llamada “civilización” hace alrededor de unos 10 a 12 mil años atrás, y todavía existe en varias partes del mundo donde todavía no han sido tragadas por la inhumanidad, la violencia, el egoísmo, el individualismo, y la codicia, que son conceptos promovidos principalmente por los defensores de la “civilizacion” occidental capitalista.