Aquiles Nazoa escribió: “… La actitud del humorista es siempre una actitud de análisis; lo que la define realmente es esa sonrisa de piedad, de conmiseración y de profundo amor que asoma a los labios del artista en el momento en que él descubre que aquello que se decía de la cosa no existía y que la cosa, en el fondo, era algo distinto, eso es el humorismo, un descubrimiento sorpresivo de lo que las cosas tienen por dentro…El humor lo que hace es provocar el pensamiento analítico”
Válida la cita anterior para referirnos al fino humor contenido en los videos que está difundiendo el Comando de campaña del PSUV y el GPP donde exponen en forma genial y dramática lo que le pasaría a las mayorías humildes del pueblo venezolano en el hipotético caso de ganar la oposición en las elecciones del 6D. Se trata de una serie de cortos metrajes donde supuestos usuarios acuden a recibir un servicio o un beneficio y se encuentran con que hubo un cambio mediante el cual sus derechos fueron conculcados por órdenes de la nueva administración.
Los creadores del mensaje cinematográfico utilizan la imagen de una pesadilla sufrida por una mujer o un hombre del pueblo. Durante ese mal sueño las víctimas viven por un instante el horror de la derecha en el poder. Los realizadores logran su objetivo de provocar el “pensamiento analítico con una sonrisa de piedad, de conmiseración y de profundo amor.” Uno se remonta a los guiones tragicómicos de Chaplin y de Mario Moreno “Cantinflas” donde se combinan genialmente el dolor y la risa.
El viejito que va a cobrar su pensión, la madre que lleva a su hija a la consulta de pediatría en un CDI, la representante que busca con su representada su canaimita en la escuela y la señora que solicita la reparación de su vivienda descubren sorpresivamente que el cambio, ofrecido por la oposición, en el fondo era simplemente la proscripción de sus derechos revolucionarios a una pensión digna, al servicio de salud gratuito, a recibir sin costo alguno su herramienta electrónica educativa o al mejoramiento de su vivienda por la inversión social del Estado.
Las expresiones de estupor adoptadas en la pesadilla por el viejito, las señoras y los niños, cuando comprueban que han perdido sus derechos alertan sobre la ingenuidad de un pueblo, sin malicia, que se deja hipotéticamente engañar por la burguesía. Después de la pesadilla el pueblo se despierta, al amanecer, con rostros llenos de felicidad y de esperanza al sonar de la diana y el repicar de los tambores para ir a votar por Chávez.
Este es el gran poder de la comunicación que Chávez dominaba a la perfección y ahora unos creativos reproducen dando rienda suelta, con maestría, a su imaginación. Tenemos todavía tiempo para inundar los medios con esa propaganda maravillosa. En ellos se muestra la verdad con la fuerza de la televisión para penetrar en las masas y estimular el análisis por medio de un buen humorismo.
Infinitos temas se sugieren con el mismo guion. Por ejemplo: los precios de las entradas a los teatros Teresa Carreño, Nacional o Municipal; el pasaje gratis para los abuelos en el Metro; la Misión Vivienda; Mi Casa Bien Equipada; los bombillos ahorradores ; el precio justo y regulado; los aumentos salariales ; las becas estudiantiles; los mercales a cielo abierto; la Misión Transporte; la CANTV socialista; los créditos bancarios a los desposeídos; la universidad sin cupo limitado; la educación gratuita de calidad; el dólar subsidiado para viajar; el mantenimiento de la paz; el encarcelamiento de corruptos y terroristas; la defensa de la soberanía nacional, de la patria y de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
El humorismo es la mejor forma de hacer fracasar con toda seriedad los planes ocultos de la derecha que pretenden sumir al pueblo en la miseria y la exclusión.