Los seis meses que le quedan al Chavismo

Un solo propósito, acabar con la Revolución Bolivariana de Venezuela. Dos maneras de lograrlo: 1) "La Salida" principalmente mediante acciones violentas de calle por parte de las "manitas blancas", un grupillo que por su escasa organización y plataforma político electoral pretenden "madrugar" al resto de la MUD para asumir el Poder en Venezuela, fatídicamente emulando los acontecimientos en Ucrania, dentro de sus figuras más descollantes y desequilibradas se tiene a Leopoldo López, Corina Machado y Antonio Ledezma. 2) Mientras que del otro lado, pero en la misma acera, el Golpe Continuado de quienes bajo el manto inmaculado de un supuesto apego a la Constitucionalidad, jugando "al policía bueno", pretenden desligarse de la radicalidad y violencia de los primeros, sin que por ello prescindan de la aberrante violencia generada por una Guerra Económica que no solo apoyan sino que necesitan recrudecer por haberles valido hasta el momento de los objetivos esperados, buscan a través de una aparente fortaleza político electoral, sobrevenida a razón de los recientes y exitosos resultados electorales del 6D, que el nuevo presidente de Venezuela salga de sus filas, entre sus más rutilantes y peligrosos personajes se tiene a Henry Ramos Allup y Enrique Capriles. El espacio de tiempo que estos dos sectores coinciden, según. sus obsesivamente "matemáticos" cómputos, es de seis meses contados a partir del 5E, fecha en la cual, como cual toro de lidia, de manera triunfal harán, arremetida despiadada contra todo lo rojo que se mueva en el nuevo hemiciclo de la Asamblea Nacional.

Como era de esperarse, y a pesar de que existe un sempiterno "pacto de caballeros" (que estratégicamente les obliga a no comenzar con los chuzos hasta que el Chavismo no esté debidamente enterrado) los insoportables e inconfesables sacrificios que hasta el momento uno y otro bando han tenido que enfrentar y ofrendar para mantener esta endeble alianza, ha venido degenerando en una encarnizada trifulca que de manera muy poco cristiana y explosiva ha encendido las pasiones y los verbos en todos aquellos que, aun embriagados por un triunfo que ni siquiera le es propio pero que sin embargo cada quien considera y defiende como suyo, comenzaron a caer en su acostumbrado y bochornoso espectáculo, al más claro estilo del "lápiz es mio", pero que por increíble que parezca desapareció de forma tan disciplinada y marcial que, incluso, más pareció una broma del día de los Santos Inocentes. Al propio momento cuando percataron cercana la amenaza de "romperles" el lomo de su Mayoría Calificada con las tres impugnaciones en el TSJ, de inmediato volvieron a cohesionarse tan fríamente como el hielo.

Hoy más que nunca este derroche de inesperada disciplina, en lo que antes solo había sido un saco de enfurecidos y famélicos gatos hambrientos, ahora resulta una fuerza monolítica y sumamente peligrosa que llama poderosamente la atención. Salta a la vista la manera cómo resolvieron, cual parto verdaderamente psicoprofiláctico, la escogencia de la próxima directiva de la Asamblea Nacional. Una muestra de disciplina que nosotros estamos muy lejos y reacios ha mostrar y emular, sobre todo a partir de la triste actuación de algunos compañeros en el patético espectáculo brindado en el Congreso de nuestro Partido. Incuestionable alarma y evidencia que hoy en día estamos seriamente penetrados por las fuerzas oscuras de los grandes consorcios económicos que tienen comprados algunos compañeros que los utilizarán de la manera más desvergonzada para rabiosamente raspar la olla en Venezuela

Resulta aberrante presenciar cómo algunos compañeros se les murió a Chávez en el corazón. Compañeros que sin vergüenza alguna defienden, y con bastante hedor, pretenden un Salto Atrás, hacia prácticas desvergonzadamente monetaristas que definitivamente entreguen nuestros sueños de Patria a la oligarquía nacional y extranjera. Sujetos que después de haber conocido al Comandante Supremo, y sobre todo conocer lo sanguinario que pueden ser nuestros enemigos de la Oposición, niegan tanto la actual Guerra Económica como la histórica Lucha de Clases a la cual todos obedecemos para construir nuestro modelo de País.

Estos apátridas que de la forma más rastrera y calumniosa pretenden ganar una suerte de salvo conducto en las huestes de la Oposición, intentando la desmoralización de nuestro Pueblo y de nuestro Partido, hoy en día son los que mantienen y repotencian los éxitos que han obtenido las fuerzas de la Oposición. De manera idéntica como conspiraron contra PDVSA en el 2002 actualmente lo hacen desde todas sus esferas de influencias, pero más que lograr minar la voluntad del pueblo Chavista están logrando el descrédito y la inmensa necesidad por refundar el liderazgo de un movimiento que se hace desde un reclamo y una necesidad histórico. Y que, por lo demás, jamás se hubiera dado en condiciones distintas a las presentes.

El espíritu de las estructuras de nuestro Partido, a pesar de todo, están intactas y solo esperan de los verdaderos líderes para retomar la lucha y la senda de la Victoria. Hay que regresar a ellas, hay que volver a Carabobo, hay que volver a Santa Ines, hay que volver a Chávez, hay que volver junto a Maduro, en estos seis meses, ha recuperar la Historia de nuestra Patria.



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Waldo Munizaga


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