Los países no tocan fondo pero la gente si se come un cable

La frase que uso de título la utilicé ya hace mucho tiempo en un artículo que no recuerdo, la misma, me la trajo a la memoria un lector consecuente de mis escritos que me dijo que siempre la recordaba como una frase lapidaria.

Lo que estamos presenciando en Venezuela es exactamente eso, una caída sin fin y sin pausa hacia el abismo, caída libre y sin que nadie abra el paracaídas. Desde hace mucho tiempo, mucha gente incluyendo a este servidor, viene señalando con preocupación esta situación. Sin embargo, nada se ha hecho al respecto y lo que se suponía que iba a evitar la crisis simplemente no ha funcionado.

Frente a esta inmensa crisis caracterizada por escasez, desabastecimiento, inflación, devaluación sostenida de la moneda, inseguridad de todo tipo, encontramos que el gobierno no ha dado con la clave correcta para revertir todo lo anterior, cada día estamos peor que el anterior, cada mes peor que el anterior, cada año peor que el anterior.

Frente a todo esto, también vemos con estupor declaraciones de altos personeros que señalan que en Venezuela no hay inflación sino especulación y avaricia del sector empresarial. De acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española, inflación se define como “Elevación del nivel general de precios”. Es que acaso, no es ese el fenómeno que estamos viviendo y padeciendo por las razones que sea. La especulación como he dicho en otras ocasiones puede ser la causa, pero nunca se puede confundir con el fenómeno de la inflación que es el efecto. Además, para que haya especulación debe darse la condición de escasez. Ahora bien, en cualquier economía del planeta es una responsabilidad del gobierno asegurar que no exista inflación sin importar cuál sea la causa. Una frase como la comentada me da la impresión que es una expresión que se quiere usar para impresionar a los incautos y dar la impresión de una inteligencia superior capaz de ver el fondo de las cosas.

Otra frase célebre que he encontrado por ahí, señala que en Venezuela no hay desabastecimiento de medicinas, sino que el venezolano hace un consumo irracional de medicinas. Hasta donde yo sé nadie compra y acapara medicinas por gusto. Se compran medicinas para aliviar una dolencia, para tratar alguna condición crónica. En mi caso, debo tomar un medicamento diariamente para combatir la hipertensión, medicamento que ya no se encuentra y he debido sustituir por otro que también es difícil encontrarlo. Siempre que paso por una farmacia pregunto si está disponible el medicamento para tener una reserva en casa. Alguien me va a decir que mi conducta es irracional. La ministra de salud que dijo lo de la irracionalidad en el consumo de medicinas al parecer no sabe que en economía se habla de algo llamado aversión al riesgo, una conducta muy natural en los seres humanos, no nos gusta correr el riesgo de que cuando se nos acabe un medicamento que necesitamos para tener controlada una enfermedad no lo vayamos a encontrar en las farmacias.

También, hay quien ha señalado que estamos frente a supermercados desabastecidos pero despensas llenas en las casas. Me gustaría conocer a una persona que me diga que en su casa tiene todos los víveres que necesita para quince días o un mes. La gente hace colas por largas horas para abastecerse de uno o dos productos, cabe destacar que cuando se suma a una cola ni siquiera sabe a ciencia cierta lo que podrá comprar. ¿Cuántas horas de cola debe hacer una persona mensualmente para proveerse de los bienes básicos? ¿Cómo afecta esto la productividad del país?

Sin embargo, hay más, he encontrado unas declaraciones de la ministra de agricultura urbana diciendo lo siguiente: “Tenemos que abrir la caja negra de la economía, ver cómo funciona la economía de nuestro país, yo no soy economista, ustedes me invitaron, yo me intereso por estos temas porque soy una venezolana que quiere entender qué pasa en mi país en el tema económico”. Entonces, que podemos esperar si para una ministra del área económica, la economía es una caja negra que ella no entiende. Se supone que los ministros están ahí porque están más que capacitados para entender el devenir económico del país y para tomar las medidas correctas para sacar a flote al país. ¿Qué confianza puede proyectar una declaración de este tipo en la ciudadanía.

En otra frase ella expresa “Controlar la esquizofrenia de precios por la vía del quiebre simbólico de los mecanismos de facto de imposición de precios vía dólar paralelo, supone no solo estructurar respuestas punitivas post-ilícito cambiario, sino sobre todo golpear la legitimidad de las fórmulas pre fabricadas de cálculo del dólar paralelo retomando el contrataque en Cúcuta.” Mis estimados lectores si ustedes entendieron algo, por favor comuníquense conmigo y me lo explican. Esta también, parece ser una de esas frases célebres llenas de una inteligencia superior para dejar a los pobres mortales boquiabiertos con una expresión de aturdimiento mental, como para que la gente diga que bruto que soy más claro no canta un gallo.

Por supuesto, frente a la madre de todas las crisis siempre sale a relucir la página maldita Dólar Today, a la cual se le achacan todos los males de la economía venezolana. Sin descartar que el precio del dólar que publica Dólar Today, no es un indicador del cual uno se pueda fiar y las connotaciones políticas que pueda tener, hay que señalar ciertas cosas. En primer lugar, en ningún país que goce de libre cambio, una página como Dólar Today puede tener vida. Si cualquier ciudadano puede ir a una casa de cambios y comprar la cantidad de dólares que desee al precio estipulado por la oferta y demanda de la divisa, ninguna página que publique un precio del dólar tendrá ninguna incidencia en dicho mercado.

El valor de una moneda nacional en términos de una divisa como el dólar depende de un conjunto de factores. En primer lugar, está condicionado a la cantidad de dinero circulante en la economía, y en segundo lugar por el monto de reservas internacionales. El valor del bolívar vendrá dado por la cantidad de bolívares existente dividido por la cantidad de reservas internacionales, digamos dólares que tenga el Banco Central. En el caso venezolano, el circulante en la economía es muy alto, ha crecido en los últimos años exponencialmente, entre 2014 y 2015, la liquidez creció en un 93%. Es decir que por un lado, hemos incrementado la liquidez y por el otro han disminuido las reservas internacionales. Al aumentar el numerador (bolívares) y disminuir el denominador (dólares), tenemos una devaluación de la moneda. Esta situación no se le puede achacar a ninguna página en Internet, hacerlo es realmente no entender nada en materia de política monetaria. En tercer lugar, en el valor de una moneda interviene también la tasa de interés. En el caso venezolano, las tasas de interés están muy por debajo de la tasa de inflación, esto implica que nadie en Venezuela está ganado para ahorrar en bolívares, la gente que tiene capacidad de ahorro lo hará en dólares obviamente, incrementando la demanda de los mismos. Si se incrementa la demanda de dólares y hay restricciones para la compra, es de esperarse que el precio de la divisa aumente.

Como podemos ver el país sigue cayendo en un barril sin fondo, ya se ha ido el mes de enero y no vemos por ninguna parte una declaración que señale en forma concreta un conjunto de medidas coherentes que logren abatir la inflación, estabilizar el valor del bolívar, recuperar el crecimiento económico, evitar el empobrecimiento de la población, solucionar el problema del desabastecimiento. Lo único fue la propuesta de un decreto de emergencia que debió plantearse hace tres años atrás por lo menos, que si se hubiera hecho en aquel momento habría sido aprobado ipso facto por la asamblea. De todos modos, el decreto de emergencia no plantea ninguna medida concreta. Lo único que escuchamos es que el gobierno no tomará medidas neoliberales que perjudiquen a l pueblo. Ya es hora de saber cuáles son esas medidas distintas a las neoliberales que solucionarán los problemas señalados. Para más remate, escuchamos estas frases grandilocuentes de altos personeros del gobierno como las recién citadas que nos dejan estupefactos.

Volviendo al título del artículo, los países no tocan fondo, ya vamos en más de 200% de inflación, y es posible que lleguemos a 700%, 1.000% o 10.000%. Como bien lo saben países que han transitado episodios de hiperinflación el límite es el cielo en lo que se refiere a la inflación. Una recesión económica como la que se vive en Venezuela puede extenderse por décadas. El desempleo puede llegar a cifras abismales y mantenerse en el tiempo. La devaluación de una moneda puede llegar a niveles asombrosos, un dólar puede valer Bs 1.000, Bs. 10.000, Bs. 1.000.000, aquí tampoco hay límite.

Por desgracia, los seres humanos si pueden tocar fondo al quedar desempleados, al no poder cubrir los gastos básicos, al no poder mandar a los niños al colegio, al verse reducidos a buscar comida en los basureros o pedir limosna, o bien convertirse en delincuente.

Estimados amigos, estamos mal pero no les quepa duda que siempre será posible estar peor y muchísimo peor. Como dice el chiste de la diferencia entre un pesimista y un optimista, el pesimista dice no podemos estar peor, y el optimista lo mira compasivamente y le dice - aún podemos estar peor. Finalmente, y como leí en algún lugar, los profetas del desastre tenían razón y quizás se quedaron cortos en sus predicciones.



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Hernán Luis Torres Núñez


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