El vicepresidente Istúriz nos anuncia que en Semana Santa ocurrieron 21 saqueos. Si le sumamos los linchamientos, las bandas que dominan territorios aquí, allá, más allá; el pranato desbordado sobre la sociedad, el comercio “bachaquero” asimilable a un saqueo con sordina, las trancas de vías, las reuniones del Alto Mando Militar debemos alertarnos que algo anda mal en el país, que algo está errado en el Gobierno. La forma como se hace el anuncio, alegre si se quiere, como informando el número de bañistas o de perros calientes vendidos, eleva la alerta a niveles de susto.
El gobierno esta deteriorándose con rapidez (¿quién lo niega?) y las encuestas señalan que las medidas que toma no revierten la caída. La hora pide reflexión a los chavistas, no se puede dejar el legado del Comandante en manos de un puñado y desatenderse de la situación, todos somos responsables, todos tenemos algo que decir, que hacer. Veamos.
Lo primero, evidenciar las causas principales del deterioro: sin dudas, el abandono del factor espiritual y la búsqueda de afectos con prebendas materiales; el clientelismo, el maridaje con el capitalismo, el abandono del legado del Comandante, convertir al Socialismo en un discurso vacío, sin correspondencia con la realidad.
Lo anterior minó, pulverizó, la ética revolucionaria que se venía construyendo, la conciencia del deber social, la fraternidad, los pasos que se daban con firmeza para reconstruir el tejido social, para integrar a la sociedad fragmentada. Esta ética revolucionaria fue sustituida por la ética del capitalismo, del egoísmo, del sálvese el que pueda, nos transformamos en cazadores de los “pendejos que todos los días salen a la calle”, en buscadores de facilismos, en “bachaqueros” de las colas y “bachaqueros” de cuello blanco y corbata roja, la sociedad estalló en pedazos egoístas.
El Chavismo, inerte, anestesiado por una disciplina absurda, sólo atina a presenciar el deterioro; nadie, ni el partido, menos alguien en el Gobierno, toma medidas para frenar la caída; al contrario, siguen por el camino de fragmentar a la sociedad en la disputa de las prebendas: lo espiritual fue desechado, se privó a la gente de razones sagradas por las cuales luchar, se mató la pasión de los que fundan nuevos mundos.
La derecha externa se afinca en los errores del gobierno, lo desprestigia y así elimina el control ético de la sociedad, no hay más ley que el lucro individual, si da lucro es ético. Todo es permitido, menos que el “cazador” regrese a su guarida sin una presa. O eres presa o eres depredador.
Es necesario rescatar el espíritu chavista, la conciencia del deber social, el que impulsó la entrega del 4 de Febrero, la heroicidad de Abril y la entrega que hizo posible la victoria contra el sabotaje petrolero. Un buen comienzo es la formación de los Comité de Lealtad Chavista. Estos deben ser, por ahora, lugares de encuentro de los chavistas, sin más propósito que estudiar el pensamiento de Chávez, se puede iniciar con el discurso de presentación del Plan de la Patria en el CNE, se encuentra en el aradoyelmar.blogspot.com.
De esta manera, estudiando en conjunto, pensando, discutiendo se forjará la fraternidad del grupo, se perfilarán tareas comunes, se podrá discutir la política nacional, se comprenderá mejor. Se iniciará el camino para acerar el espíritu revolucionario, chavista. Estos Comité serán un paso en la formación de la vanguardia de la revolución. Se subordinarán a la dirección nacional de forma crítica, consciente. Deben ser vitrina del Socialismo, de la nueva ética, responsables ante todo de la defensa del Socialismo, del legado del Comandante Chávez.