Las últimas declaraciones de los diputados Diosdado Cabello y Ricardo Molina, nos avizora una radicalización de la forma de hacer política por parte del gobierno central. Ricardo Molina fue el primero que asomo una política de exclusión y sectarismo político al decir; “Hay que apartar a los ciudadanos que no apoyen al chavismo de cargos en la administración pública”, ya hace algunos años el mismo Molina había dado unas declaraciones en el mismo estilo apolítico. Diosdado no se queda atrás, y afirma que: “Empresario que haya firmado contra Maduro, no se le otorgara concesiones, negocios ni nada parecido con el estado político”. Estas dos declaraciones contradicen artículos de nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV). Es nuestro deber decir aquí, que el sectarismo, el apartheid político, el extremismo radical, son formas de hacer política de la era de las cavernas, y estas acciones hacen un flaco favor al país, en tiempos de profunda crisis económica, política y social.
Un país dividido, fraccionado, solo es presa fácil del anarquismo y por ende, sus instituciones se debilitaran y conllevara a la perdida de la V república. No entendemos como dos altos personeros del chavismo central avivan con sus declaraciones el fuego de una confrontación que aunado a la irresponsabilidad de la derecha opositora, crea un clima de inestabilidad e incertidumbre incrementando de esta manera la crisis actual que vivimos.
Expresiones sectarias como: “Las revoluciones la hacen los revolucionarios”… o esta otra… “Quien reciba una casa de la GMVV y firme es un indigno”. Todo esto demuestra una falla doctrinaria revolucionaria y poco conocimiento de cómo se debe actuar en política de concertación de voluntades ciudadanas.
El estado político es decir el gobierno, no puede caer en el error garrafal de darle ocupación o trabajo solo aquellos que son adláteres de su ideología, obviando y apartando la formación profesional que cualquier cargo o trabajo amerita. He aquí unos de los gravísimos errores que ha cometido el chavismo (adecos y copeyanos también lo hacían), el carnet ideológico por encima del conocimiento científico.
Comprendemos que el saboteo, el burocratismo, la irresponsabilidad son factores que debe evitar una administración política, igual sucede en la empresa privada, quien no este conteste con la organización privada y su misión, valores y metas debe apartarse o son cesanteados. Pero esto en función de los principios éticos de cada persona, lo ideológico no puede ser tomado en cuenta para despedir a funcionarios, o empezar una caza de brujas al mejor estilo del Macartismo estadounidense.
La administración pública está llena de adecos y copeyanos y sus derivados, el chavismo es de época reciente, no hay pureza en él. El MVR fue un movimiento aluvional, donde hicieron presencia adecos y copeyanos convertidos después en rojos rojitos pero con sus corazoncitos y pensamiento en la IV república. Quisiéramos saber cuál es el “Revolucionometro” de Diosdado Cabello para perseguir a los que no son, y ratificar a los que son. Si existiera ese aparatico, el mismo Diosdado se encontraría con muchas sorpresitas….
Todo esto que sucede en el país, no es más que el incumplimiento del proyecto original del Presidente Chávez cuando ganó las elecciones en 1998. No nos referimos al “Plan de la Patria” que como sabemos fue modificado, desvirtuado en su contexto, y desaparecido en acción. Vamos a referirnos a continuación al proyecto de país ( algunos aspectos), del chavismo original, que apoyado por millones de ciudadanos, entre los cuales se encontraban muchos empresarios que ahora están en la otra acera del frente, hizo posible el crecimiento de la economía y disminución de la pobreza.
El proyecto Chavista original comprendía unas series de cambios de estructuras de nuestra economía, pretendía y logro al principio que los ciudadanos recibieran la renta petrolera en vez de recibirla el estado., es decir, en pocas palabras, “Ciudadanos ricos antes que el Estado”. La salud era primordial para Chávez, por aquello que, “Un niño enfermo no quiere estudiar”, la Salud era prioritaria y después la educación. La erradicación del analfabetismo fue un verdadero logro. En lo económico, hacia énfasis sobre el control de las transnacionales petroleras y obtener el máximo de las ganancias para poder lograr la “inversión social” y formar el “capital humano” requerido para la transformación definitiva del país. El ahorro en dinero de todos los venezolanos, era una variable que también era tomada en cuenta en el proyecto original, “Una cultura del Ahorro” también sería un punto de despegue para el crecimiento económico. Un país de propietarios e industrializado era una meta primordial del chavismo original.
La reindustrialización del sector petroquímico y de sectores conexos con la ayuda de la palanca petrolera era prioritario, en sus planes estaba la fabricación de más de 26 mil productos derivados del petróleo que aun importamos. El aumento de la productividad en todos los sectores industriales sería un aliciente para la contratación de más empleados e ir reduciendo de esta manera la pobreza crítica. La creación de Fondos de Estabilización e Inversión para ir avanzando en materia de la Pymes, creación de bancos comunales por sectores productivos. Ir dejando poco a poco que la renta petrolera financiara gastos corrientes del estado y pasara a fomentar el “capital humano” y la “inversión social” para superar la pobreza, recibir inversiones extranjeras en aquellas áreas que nuestros empresarios no quieren o no pueden invertir, diversificar la economía para evitar el oligopolio y el monopolio industrial. El dinero proveniente y excedentario de las exportaciones debería ir a la expansión de la capacidad productiva, en compra de tecnología, maquinarias etc. Hacer seguimiento a los créditos otorgados por la banca pública y privada, los cuales deberían ir direccionados a sectores de nuestra economía con ventajas comparativas comprobadas.
Esto a simples rasgos, eran la base fundamental del proyecto original chavista, que durante estos últimos 10 años fue modificado, y replanteado en términos ideológicos, por encima de términos reales de los problemas estructurales del país.
Esperemos que la rectificación venga pronto, y se realicen los correctivos necesarios, olvidemos el sectarismo y la radicalización, Venezuela es de todos, y es un gran país donde la unidad será base fundamental de los logros compartidos para su crecimiento y desarrollo.
Saludos Cordiales….