Resulta extremadamente frustrante, el escuchar a personas muy allegadas, de la cual se suponía que conocía su firmeza ideológica y su talante “revolucionario”, expresarse de forma y manera tan peyorativa en contra de nuestro camarada presidente Nicolás Maduro, echándole la culpa de la actual situación política que vive el país, ante el brutal saboteo económico y la desestabilizadora desaparición de los alimentos de los anaqueles de los comercios y establecimientos destinados a la distribución de dichos productos, llámense abastos, bodegas y/o supermercados. Y no es que sea frustrante y triste, tan solo porque le echen la culpa al gobierno de Nicolás Maduro, sino por las tantas estupideces y sandeces que manifiestan. Ciertamente no podemos ignorar que hemos cometido como gobierno algunos errores de cálculo estratégicos políticamente hablando en el área social, eso, es una realidad, pero, qué personas, que viven y disfrutan de los beneficios de este gobierno revolucionario, y que se hacen llamar chavistas, y mucho más triste aun, que se hagan llamar revolucionarios y revolucionarias, dentro de las instituciones donde laboran se la pasan maldiciendo y deseándole la muerte, a nuestro camarada, hermano y amigo NICOLÁS MADURO, eso sí es verdad que es “el colmo de las miseria”. Nicolás, hermano, mucho cuidado con las hienas, que tienes muy cerca de ti, y te garantizo que tienes varios a tu alrededor.
Ahora bien, es un hecho cierto público y más que notorio, que la estrategia desestabilizadora diseñada, elaborada y aplicada por parte del IMPERIO DEL NORTE, representado por el gobierno de la Casa Blanca, con el pelele y mequetrefe presidente Barack Obama y el Pentágono, en franca concordancia con la rancia oligarquía venezolana y los coprófagos saltimbanqui diputados y diputadas de la MUD, conjuntamente con la casta política corrupta y asesina del país, está muy bien elaborada, y mucho peor aún, con un alto y peligroso porcentaje de efectividad, que ha hecho estrago desbastadores en la psiquis de gran parte de algunas personas que se dicen ¡dizque! Que chavistas, revolucionarios y revolucionarias. Pero, si bien es cierto que no vamos a tapar el sol con un dedo, tampoco es menos cierto, que los que verdaderamente nos consideramos leales, fieles, genuinos y genuinas CHA-VIS-TAS, estamos en franca resistencia ante los atropellos de nuestros adversarios políticos y enemigos ideológicos, porque, los que juramos defender el legado de HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRIAS en el mes de Marzo del año 2013, tenemos muy bien definido, y muy preciso, quienes son nuestro verdaderos enemigos, y ante la actual circunstancias, haremos realidad el juramento realizado, porque esa es nuestra una opción, ante el atropello de nuestros enemigos y enemigas.
Todo este palabrerío responde a conversación que sostuve con un cuadro político de la parroquia donde habitaba hasta hace unos seis (6) meses aproximadamente, un cuadro político, que incluso ha tenido cargo de relevancia en la administración pública de este gobierno revolucionario, y que aun continua dentro de una institución, pero este no es el caso, lo cierto es que este “Cuadro político”, con las descaradas expresiones de desprecio hacia nuestro presidente Nicolás Maduro Moros, me manifestó –con boca torcida y todo- es decir, desencajado, que este gobierno tiene que caer; y cuando le solicito que me explique las razones, solo se limitó a decirme, con cara de tonto y voz de pendejo muerto de hambre, lo siguiente:
“¡Coño! Chua, Maduro nos tiene pasando hambre, nos desapareció toda la comida”
Y el muy tarado, aun dice ser chavista…Con lo que cuenta la patria.
Llegó a decir en una oportunidad el gran filósofo mexicano Fernando Buen Abad, que desafortunadamente, nosotros habíamos nacido en un mundo totalmente definido, y lo considero una absoluta realidad, pero con la llegada de HUGO CHÁVEZ, a la palestra política como presidente de Venezuela, cambio ese panorama y cambios de paradigmas, puesto que abrió las compuertas de la creatividad, la inventiva y nos dios la posibilidad de poder hacer realidad nuestros sueños, con la esperanza de que los mismo fueran permanente. Ciertamente en Venezuela, aquellos paradigmas antes de HUGO CHÁVEZ, nos creó una cultura tanto peligrosa como venenosa, toda vez, que nos acostumbramos a que todo se nos diera en bandeja de plata, es decir, nunca nos enseñaron a pescar, si no que todo el tiempo nos daban el pescado ya listo y preparado tan solo para comer; ahora el enemigo, a sabiendas de todo ese vasto conocimiento de nuestras debilidades, nos crea una terrible amenaza, desapareciéndonos, no tanto la caña para pescar, sino también el anzuelo, el hilo de pescar y el pescado. Cualquier cosa parecida con algunas realidades en el continente es mera casualidad.
Con la guerra psicológica que nos tienen basada y enfocada en hacernos pasar hambre, los enemigos de la patria, están haciendo que los débiles, descontentos, descontentas, confundidos, confundidas, traidores y traidoras, caigan mansamente en el terreno, que ellos nos quieren tener, para el día, que logren crear el colapso total, desatando un caos colectivo y generalizados, tomar la decisión de invadir nuestro territorio, y con sus aviones lanzar, no bombas, eso no debemos pensarlo, porque debo suponer, que si nos están queriendo matar de hambre, lo más lógico, es que nos lancen desde sus aviones, todos los rubros de la CESTA BASICA y productos de primera necesidad que no conseguimos en los anaqueles, pero, no para que saciemos nuestra ansiedad de comer, sino para que nos matemos entre nosotros mismo por la comida, que nos estarán distribuyendo de forma anárquica; y mientras nosotros y nosotras nos matamos por la comida, los invasores irán aniquilando a nuestros dirigentes, y cuando ya nos demos cuenta, será muy tarde, porque, “Buenos días, tenemos nuevo presidente”, y muy probablemente, se habrán cumplido los deseos de los traidores que no saben nada de principios.
En ese contexto de cosas, solo me resta decir, que a mi edad, no tengo nada que perder, y NICOLÁS MADURO no está solo, y si me tocar correr su misma suerte, en ese supuesto negado, pues asumiremos las consecuencias de nuestros juramento hecho a Dios y a nuestro eterno amado gigante HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRIAS, de defender la patria y su legado a costa de nuestra propia vida.