¡Sigamos jodiéndonos unos a los otros!

Espero que algunos lectores encuentren este artículo interesante, sé que para algunas personas este tema sería considerado inútil o insignificante ya que tiene que ver con un futuro que ninguno de nosotros conoceremos de primera mano …

… tiene que ver con el fin capitalismo.

Ahora, básicamente, el origen del capitalismo --- en sus formas originales, como el control del comercio y la usura --- coincidió con el desarrollo de la iglesia judeocristiana, a partir de unos 2000 años antes de Jesucristo, y terminará, o empezará a terminarse, en mi opinión, solamente cuando el controversial e inhumano concepto eurodescendiente de la propiedad intelectual sea completamente eliminado de todos los sistemas de leyes y creencias que manejen las sociedades a nivel mundial.

Ver gráfico sobre el origen del capitalismo:
https://en.wikipedia.org/wiki/File:Weber%27s_model_of_capitalist_development.svg

Me explico.

Solamente entonces --- cuando no se permita a nadie ser dueño de las ideas, los conceptos, y el conocimiento --- es que llegará el momento donde la transposición o la extrapolación de la no permisividad de la propiedad intelectual sea extendido hacia todo lo demás, como por ejemplo a las leyes de propiedad en general.

Es entonces que poco a poco la humanidad se dará cuenta que nadie tiene el derecho de ser dueño de nada, y es así que se acabará el capitalismo, el cual habría servido como vehículo barbárico durante unos 5.000 años para transportar los valores sociales a través de un aprendizaje necesario, casi forzado, antes de que el ser humano sea realmente capaz de ver la verdad claramente …

… que …

El ser humano es solamente uno de miles de millones de otros conglomerado de células vivas y conscientes, trabajando comunalmente, acompañado por miles de millones de otros conglomerados o grupos o comunidades, también compuestas de miles de millones de células vivas y conscientes, cada una con su propósito y experticia, viviendo juntos y simultáneamente una experiencia llamada “la vida” donde ninguna célula o conjunto de células tiene mayor importancia o mayor derecho a existir, es decir, todos estos conglomerados o comunidades de células que existen simultáneamente --- humanos, animales, insectos, plantas, bacterias, viruses, etc. --- compartimos un mismo ambiente simultáneamente, y si uno observa la naturaleza con mucho cuidado, uno se da cuenta que la ley de la naturaleza presume un compartir adecuado y proporcionado de los bienes del ambiente, con el fin de satisfacer el bienestar de cada grupo, y de lo comunal, lo cual implica el libre acceso de todos a todos los bienes y materia disponible bajo cualquiera que sea la condición de existencia.

Bueno, tal vez pareciera algo complejo, lo que dije arriba, pero no lo es.

En otras palabras --- de manera natural, sin la intervención de los conceptos de propiedad del ser humano --- todos tenemos el derecho natural a todos los bienes que se encuentren en nuestro ambiente y que puedan contribuir al bienestar general de nosotros mismos y de nuestro alrededor, lo cual supone que nadie tiene el derecho de acumular, controlar, comerciar con, o acapararse de ningún bien que sea necesario para el bienestar de todo y todos los demás.

El capitalismo, así como lo conocemos hoy, y particularmente desde hace unos 400 años, representa lo contrario a esta noción natural, lo cual existió durante miles de años dentro de las sociedades humanas antiguas, y lo cual retornará, naturalmente, a formar parte otra vez de nuestras sociedades futuras.

Esto es inevitable, creo yo.


EL FIN DEL CAPITALISMO

Ahora, leí en un lugar que algunos pensadores de hoy ven como apertura hacia la erradicación de la propiedad intelectual --- lo cual implica el fin del capitalismo --- algo que se llama los ensambladores moleculares (ver más abajo), lo cual es una nueva y todavía no desarrollada tecnología que básicamente remplazaría la mano de obra humana casi en su totalidad.

De concretizarse --- lo cual creo que también es inevitable --- esto eventualmente nos llevaría como sociedad a tener que reevaluar casi desde cero la cuestión del “valor” de las cosas.

Tendríamos que reorganizarnos más en base a necesidades reales, comunes, o comunales que no tengan que ver directamente o indirectamente con el valor de la mano de obra ya que la mano de obra humana representaría en aquel entonces un muy pequeño porcentaje del valor real de cualquier producto o servicio.

Nadie tendría que pagarles sueldo a esos ensambladores moleculares (ver más abajo).

En otras palabras, el capitalismo, lo cual básicamente establece como base de operaciones el valor de absolutamente todo, incluso del pensamiento, ya no serviría de nada a menos que un porcentaje pequeño de la población global siga siendo dueño de todos los aparatos productivos, compuestos en aquel entonces principalmente de ensambladores moleculares, y que sean dueños absolutos del conocimiento científico que permita controlar y desarrollar los ensambladores moleculares …

Pero … esto seria eventualmente imposible ya que el conocimiento de cómo funcionarían esos ensambladores moleculares sería eventualmente de acceso globalizado a todos, un poco como hoy es el conocimiento de cómo funcionan las computadoras, software, hardware, internet, telefonía, etc.

Esto pudiera parecer algo de ciencia ficción, pero no lo es.

Aunque todavía el ser humano no ha llegado al punto de saber cómo unir y controlar las células trabajadoras --- como por ejemplo las que construyen las uñas de nuestros dedos, o el cabello, o las que reconstruyen el hígado, o las que hacen recrecer las colas de algunas lagartijas --- se han hecho experimentos, al menos de manera publica, desde hace más de 20 años, empezando digamos con la oveja clonada Dolly en 1996.

Ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Dolly_(sheep)

También, a partir de aquel tiempo, ya se había estado experimentando con crecer partes del cuerpo humano in vitro, o a través de mecanismos biológicos no humanos, para así “cultivar” partes humanas funcionales con el fin de utilizarlas para transplantes en seres humanos vivos.

Ver oreja humanas creciendo sobre el Raton Vacanti: https://en.wikipedia.org/wiki/Vacanti_mouse

Hoy en día, y solamente en base a lo que se sabe públicamente --- ya que es seguro que muchísima información al respecto está ocultada --- se están cultivando órganos o partes de órganos como tubas uterinas, mini cerebros, mini corazones, mini riñones, mini pulmones, mini estómagos, vagínas, músculos de penes, esófagos, orejas, y células de hígados,

Ver: http://www.livescience.com/53470-11-lab-grown-body-parts.html


ENSAMBLADORES MOLECULARES

Bueno, el concepto de ensambladores moleculares consiste esencialmente en saber cómo agrupar y hacer trabajar las células apropiadas respectivas para que hagan una función especifica, y así, cuando sean activadas y mientras que estén vivas (habrá que darles de comer), sigan haciendo su trabajo de construcción de los que sea, tal vez un tomate, una olla de aluminio, una mascota, un pedazo de bistec, cerveza, acetominofén, una camisa, papel toilet, o lo que sea.

Cuando esto ocurra --- tal ves esto empiece a ser una realidad en unos 1000 años --- todas las personas del mundo tendrán todo lo que necesiten, para comer y beber, medicina, un techo, agua potable, ropa, materiales educativos, aparatos para la comunicación, herramientas, juguetes, electricidad, o cualquier otra forma de energía que sea descubierta y que pueda ser producida por los ensambladores moleculares.

Ver ensambladores moleculares: https://es.wikipedia.org/wiki/Ensamblador_molecular

Bueno, eso es lo que pudiera ocurrir:

1) si no creamos accidentalmente ensambladores moleculares que se coman por ejemplo toda la arena o la arcilla del mundo, o toda el agua potable, o todas las plantas del planeta, o la carne de los humanos, y/o

2) si no destruimos el mundo por completo antes.

Mientras tanto, mientras que el capitalismo forme parte integral de nuestras sociedades, ¡Sigamos jodiéndonos unos a los otros!



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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