Cuando estuvimos en la Gran Sabana junto a los indígenas apoyando su justa lucha contra el tendido eléctrico en gobiernos de la cuarta. No fuimos gobierno, no fuimos gobierno, cuando nos enfrentamos a la apertura petrolera de Caldera y fuimos al TSJ a demandar esa acción antipatriota, (demanda que por cierto acompaño el entonces candidato Chavez), No fuimos gobierno, no hemos sido gobierno cuando nos enfrentamos en el rescate de tierras en smurfi, en Cañizos y en tantas otras tomas junto a los campesinos, no fuimos gobierno cuando acompañamos a los compañeros textileros, cuando defendimos en la calle las reivindicaciones de los trabajadores, cuando como dirigentes estudiantiles luchamos por un pasaje preferencial estudiantil y no fuimos gobiernos cuando nos opusimos a la privatización de la CANTV y las empresas del Estado.
Todo un largo camino de luchas que libramos junto a obreros, estudiantes, campesinos, indígenas. Tal parece que ser gobierno nos ha alejado de la lucha y el combate por eso dejamos solo a Sabino, a los compañeros trabajadores que están siendo despedidos injustamente, a los campesinos que son asesinados y criminalizados. Por eso dejaremos solos a los Pemones, a los Yukpa y a todos nuestros hermanos indígenas que están siendo perseguidos y desplazados de sus territorios por las compañías transnacionales y militares que saquean nuestros recursos, Por eso no levantamos la voz para que aparezca nuestro compañero Alcedo Mora desaparecido de este gobierno.
No, compañeros eso de no levantar la voz por defender al gobierno es una trampa y un chantaje, para detener la lucha, pero no la de los sifrinitos de la plaza Altamira, que les sirve para mantenernos entretenidos, no, la lucha que se apaga para los medios tantos privado como los del gobierno, es la lucha de los Pemones o la de los Yukpa en la Sierra, la de la gente de nuestros barrios que están siendo asediados por el hampa o por los llamados OLP, la de los enfermos que mueren a mengua por no tener medicamentos, la de los compañeros revolucionarios que están siendo perseguidos por la nueva derecha paraestatal y sus mecanismos inquisidores mediáticos, la lucha que se quiere silenciar es la de quienes nos oponemos al Arco minero, la que nos negamos esta política extractivista que saquea nuestros recursos y la entrega de nuestra soberanía al capital transnacional en la figura de las empresas Mixtas.
Crecí luchando, enfrentada a lo injusto, no le tengo miedo a la derecha, ni a la de antes ni a la que ha crecido junto a este gobierno y que hoy se sustenta bajo la boca de los fusiles. Esa que quiere dialogo con la MUD pero no con nosotros los revolucionarios. Vienen tiempos de definiciones y combate, hora de alzar la voz, como decía nuestro flaco, nuestro eterno Quijote Francisco Prada. “Se asoman tiempos de hermosas tempestades. Tiempo de atizar”.