Sin duda, hay un empeño enfermizo de sectores en el país que desean afectar las navidades de nuestro pueblo. Hay desespero en la oposición venezolana, porque pese a lo duro y complejo de este año 2016, culminamos este año en ofensiva política, en victoria y con Nicolás Maduro como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. El año 2017, si algo avizora, es que será un año intenso y movido. De eso, que no quepa la menor duda.
Algunos buenos amigos y amigas nos han solicitado realizar un balance político sobre este año que culmina, 2016, para poder tener las perspectivas de lo que nos puede deparar el año 2017. De antemano, los espantadores de la comarca ya lo colocan como un año lúgubre y difícil, y no necesariamente tiene que ser así.
Lógicamente, este año 2016 inicio con la instalación de la Asamblea Nacional adeco burguesa, luego del traspié electoral que sufrimos el 6 de diciembre de 2015. Asume la presidencia del parlamento, el adeco Henry Ramos Allup, y cabe recordar que en el inusual discurso de asunción en dicho cargo, Ramos Allup señaló la hoja de ruta de la oposición en este año 2016: “En seis meses salimos del gobierno de Nicolás Maduro”.
Y esa hoja de ruta, esa “ruta constitucional para la salida de Nicolás Maduro del poder” iba desde su renuncia, enmienda constitucional, Asamblea Nacional Constituyente, abandono del cargo por la supuesta nacionalidad colombiana del Jefe del Estado hasta el referendo revocatorio del mandato del Jefe del Estado. Pero jamás definieron una sola y única ruta para desalojar a Maduro, y por ende, a la Revolución Bolivariana del poder.
Es en esa puja, cuando el gobernador del estado bolivariano de Miranda y sempiterno candidato presidencial, Henrique Capriles Radonski, en carta dirigida a la secretaría ejecutiva de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), prácticamente apuraba para organizar y activar el referendo revocatorio de mandato del Presidente Nicolás Maduro, ya que si éste se intentaba luego del mes de febrero o marzo, no darían los tiempos para la realización de dicha consulta este año. Y esto ocurrió después de la primera quincena del mes de enero de 2016.
Luego, en el mes de febrero, la denominada Junta Patriótica, dirigida por Enrique Aristiguieta Gramcko, introduce la solicitud de investigación de la supuesta nacionalidad colombiana del Presidente Nicolás Maduro ante la Asamblea Nacional. Se empiezan a generar las condiciones para tratar de propiciar las condiciones para la salida de Nicolás Maduro del poder.
Bueno es recordar que en el mes de mayo, la misma Registraduría Nacional de Colombia, en diversas comunicaciones, ha desmentido totalmente la supuesta nacionalidad colombiana de Nicolás Maduro Moros, elemento que no señalan los analistas de la derecha.
En el mes de marzo, el presidente estadounidense, Barack Obama, renueva la orden ejecutiva donde declara a la República Bolivariana de Venezuela como una “amenaza inusual y extraordinaria” a la seguridad nacional de los Estados Unidos.
En el mes de abril, es cuando finalmente los voceros de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) introducen la solicitud de referendo revocatorio ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).
En mayo, las terribles sequías producto del fenómeno “El Niño” obligaron a recortar los horarios de prestación de servicios dentro de la Administración Pública, y del Estado como un todo. Incluso se tuvo que decretar solo dos días a la semana como laborables, ya que nos encontrábamos a seis días de que la presa del Guri se secará y tuviéramos un colapso eléctrico en el país. ¿Quién no lo recuerda?
En el mes de junio, mientras vivíamos esta terrible situación de la sequía en nuestro país, como olvidar al señor Luis Almagro, Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), tratando de activar y aplicar la denominada Carta Interamericana Democrática contra nuestro país.
Fue una dura batalla que tuvimos que afrontar, pero de la que sin duda salimos vencedores.
Es importante destacar, que en este primer semestre del año 2016, signado por la Guerra Económica, falta de recursos, especulación y acaparamiento en su máxima expresión, también estuvo signado por la emboscada y el asalto del fascismo en contra de la Revolución Bolivariana. Por ello, no fue casual la “hoja de ruta” de “la salida de Nicolás Maduro del poder” como lo señalo Ramos Allup el 5 de enero de 2016. Ya ellos venían con todo un plan, esto no podemos olvidarlo.
Pero, a partir de julio de 2016, viene la escalada hacia el retorno, y de la resistencia y la defensiva, comenzamos a pasar a la ofensiva y a la recuperación. Una de las primeras decisiones tuvo que ver con la declaratoria de desacato por parte de la Asamblea Nacional, ya que ésta había incluido de los tres diputados de Amazonas y un diputado indígena por la región sur, incluyo a dos candidatos a diputados por el estado Amazonas y al candidato a diputado indígena por la región sur (Nirma Guarulla, Julio Ygarza y Romel Guzamana), desacatando la decisión de la Sala Electoral de nuestro Tribunal Supremo de Justicia producto de un recurso de nulidad con amparo cautelar introducido por Nicia Maldonado el 30 de diciembre de 2015, por detectar vicios en los comicios parlamentarios en el estado Amazonas. El PSUV procedió a desincorporar a Miguel Leonardo Rodriguez, hasta que se dirima esta controversia jurídica.
Inicialmente, el parlamento los había desincorporado y el desacato había cesado, se había contenido el desangre económico y se había dado cierto respiro a nuestro país. Pero, cuando fue transcurriendo el tiempo, y se confirmó que este año no habría revocatorio, se retoma la agenda desestabilizadora y golpista. Y el parlamento adeco burgués fascista, en un acto de rebelión y soberbia, volvió a incorporar a estos supuestos parlamentarios, incurriendo de nuevo en desacato y colocándose al margen de la Constitución y la ley.
Producto de los vicios y de la comisión de una serie de delitos en el proceso de recepción de manifestaciones de voluntad para legitimar a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) como actor promovente de un eventual referendo revocatorio en contra del mandato del Presidente Nicolás Maduro, es que siete tribunales penales de la República ordenan al Poder Electoral a suspender la recolección de la recepción de manifestaciones de voluntad, el 20% de las firmas para activar un eventual referendo revocatorio en contra del mandato del Presidente Nicolás Maduro. El CNE acato la medida del Poder Judicial, y antes bien, informó al país el cronograma electoral de cara al año 2017.
También cabe destacar la instalación de unas mesas de trabajo en el marco del diálogo nacional, con voceros de la MUD y de nuestro Gobierno Bolivariano, con el acompañamiento de los ex presidentes Leonel Fernández de República Dominicana, Martín Torrijos de Panamá y José Luis Rodríguez Zapatero de España, y el acompañamiento de Claudio María Celli, enviado especial de El Vaticano. Pero, y es lamentable señalarlo, el diálogo sería utilizado por el fascismo como un mecanismo para ganar tiempo y acumular fuerzas para sus fines inconfesables.
Con el nuevo repuntar del precio del dólar criminal desde finales del mes de septiembre, la extracción de nuestro papel moneda, se estaban propiciando las condiciones y generando toda una cadena de eventos para dar el zarpazo en contra de la Revolución Bolivariana.
Y es ahí cuando Nicolás Maduro, en una decisión audaz y apelando al factor sorpresa, informa al país la desmonetización del billete de 100 Bs, lo que hizo que les dio en la madre a los bachaqueros monetarios y financieros. Incluso, en cuatro días, el dólar criminal bajó en más de 50% su cotización.
Pero, producto del sabotaje en la llegada de las nuevas monedas y billetes del cono monetario, ya que se contrató a Crane Currency, empresa adscrita a la Reserva Federal estadounidense, Maduro debió restituir la vigencia del billete de 100 Bs hasta el 2 de enero de 2017.
Pero lo cierto de todo esto es que, producto de estas decisiones audaces, era lógico que las mafias, las bandas y demás grupos generadores de violencia reaccionaran y no se quedaron tranquilos. Por ello, los actos vandálicos en El Callao, Tumeremo, Valera, Maracaibo, Guadualito, Tucupita, Mérida y hasta el sector Araguán, sector que va a la carretera a Coro, en el estado Falcón, así como en Ciudad Bolívar y La Grita, en el estado Táchira, aprovechándose del descontento y de fallas en nuestra gestión gubernamental, pretendió no solo llenar de violencia el país, sino de alguna manera sabotear la movilización del día en Caracas del pasado 17 de diciembre.
Esto es un apretado resumen y balance de lo del año 2016. Ahora, tratemos de realizar o esbozar los posibles escenarios de cara al año 2017
El 7 de noviembre de 2016, escribíamos un artículo titulado “La coyuntura país visto desde el lente opositor: La estrategias de la derecha del 2015 al 2017”, donde explicábamos la coyuntura país vista desde la óptica de la oposición venezolana.
En aquella oportunidad, expresábamos que la estrategia opositora de cara al año 2015 fue el de la reconquista de la Asamblea Nacional, y autocríticamente debemos reconocer que esta estrategia y este objetivo político por parte de la derecha venezolana, fue logrado en ese período. Que posteriormente, ellos se hayan encargado de despilfarrar su capital político obtenido en las elecciones parlamentarias del año pasado, se hayan deslegitimado y se estén desmoronando, ya esto sería parte de otro análisis, pero su estrategia y el objetivo político planteado para este año, lo lograron, de eso, que no nos quepa la menor duda.
La estrategia del año 2016, no fue la salida de Maduro, ni el referendo revocatorio, ni renuncia, ni enmienda, ni Constituyente ni abandono del cargo, ni la supuesta nacionalidad colombiana del Presidente Maduro, que ya en varias oportunidades hemos desmontado esta matriz de opinión, ni ninguna de las opciones que se conocieron a través de los medios de difusión y propaganda de la derecha. Esas opciones formaban parte de maniobras de distracción de la verdadera estrategia del fascismo, la cual era la de extremar las tensiones de todas las variables de sostén del discurso chavista. Es decir, el desgastarnos a través de todas estas diatribas, rebatir nuestros argumentos de nuestro modelo democrático participativo y protagónico, atacar la gestión del Gobierno Bolivariano, por una parte a través de la Guerra Económica, por otro a través del incremento de la criminalidad, asesinatos y ataques selectivos; por otro lado, a través de acciones de sabotajes a servicios públicos esenciales; y también, producto de errores y fallas en la gestión gubernamental, producto de intereses de grupos de poder a lo interno del Gobierno Bolivariano que hoy encabeza el Presidente Nicolás Maduro.
Esto ha hecho que el discurso chavista luzca agotado, no convenza a importantes sectores de la población, y por eso hemos señalado que el descontento social en nuestra población se mantenga, pese al diálogo.
Pero también es importante aclarar que una cosa es que pueda haber un descontento a ciertas y determinadas ejecutorias del Gobierno Bolivariano, y otra que haya un descontento o rechazo al modelo de inclusión contenido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Y este, a nuestro criterio, sería uno de los elementos de sostén del Gobierno Bolivariano en la actualidad.
Y es en función de eso, y producto de análisis del discurso de ciertos y determinados actores de la oposición venezolana, que, pensamos que la estrategia que asoma la derecha de cara al año 2017, está basada, fundamentalmente, en el debilitamiento de esas bases de sostén del Gobierno Bolivariano de Nicolás Maduro de cara a las elecciones presidenciales del año 2018. pero, como el fascismo ve el 2018 como "muy lejos", porque en el supuesto negado que ellos llegasen a derrotarnos en dichos comicios presidenciales de ese año, asumirían el gobierno el 10 de enero del año 2019. de ahí, que este sea el motivo que ahora la propuesta central de la oposición no es ahora el Referendo Revocatorio, el cual ahora casi ni nombran, sino "elecciones generales", para contraponerla al cronograma electoral expresado por el CNE recientemente de cara al año 2017.
De ahí, la importancia capital de los comicios regionales a escenificarse en el primer semestre del próximo año, y de los comicios municipales de finales del año 2017. Estos actuarán como indicador y termómetro de cara a las presidenciales del año 2018.
Ahora entendemos el por qué el plan desestabilizador, que busca incrementar el caos y la ingobernabilidad se mantiene inalterable. Estemos atentos y ojo avizor con esto.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!