Es patético que a estas alturas aún el ficticio socialismo del siglo XXI, categoría promocionada primeramente por el Gobierno de Hugo Chávez, tenga tanta importancia tanto para el discurso oficialista como para el de la MUD. Parece increíble que algo que no existe sino en la cabeza de algunos líderes y autoridades, siga siendo tan útil, si bien la realidad evidencia un panorama completamente diferente a una cosmovisión socialista. ¿O es que la liberación brutal de precios, la devaluación notable, las negociaciones cuasileoninas con transnacionales y el progresivo endeudamiento externo tiene que ver con el socialismo o con el comunismo?, ¿qué el gran capital local y foráneo salga beneficiado con ciertas medidas es socialista?, ¿el enriquecimiento ilícito de funcionarios públicos y militares de alto rango es socialista?, ¿qué no haya soberanía alimentaria y que los CLAP sean excluyentes y nidos de corrupción es socialista?
Por un lado el oficialismo se ha excusado en el tal socialismo del siglo XXI para impulsar todas esas medias favorables al gran capital, y por ende perjudiciales a las masas asalariadas. De esta manera ha intentado convencer de que las medidas, neoliberales por cierto, deben ser apoyadas por el pueblo, en el sentido de que supuestamente serán la solución para resolver la crisis económica a la brevedad posible. Y como el poder de convencimiento de la administración Maduro no ha sido suficiente para manipular a numerosos venezolanos, bien molestos porque empeoran cada vez más las condiciones de vida, entonces las fuerzas policiales-militares se han encargado de amedrentar, torturar, desaparecer y asesinar a inconformes, igualmente en nombre del inexistente socialismo del siglo XXI. Según el Gobierno nacional es necesaria la represión para garantizar la felicidad, el bienestar y la prosperidad popular. ¡Vaya socialismo¡
Por el otro lado la MUD, conformada por seudopositores, continúa con el mismo cuento del socialismo fracasado, del comunismo y del castro-comunismo, siendo la excusa perfecta para apoyar las medidas neoliberales aprobadas por los "revolucionarios" y no quedar sus integrantes como los malos de la película ante la opinión pública. Desde que Chávez arribó al poder nacional, sus dirigentes no han dejado de hacer creer a buena parte del pueblo venezolano que en el país suramericano no hay libertad de empresa, que toda la economía la controla el Estado y que no hay las condiciones necesarias para que los capitalistas se desenvuelvan a sus anchas y quieran seguir invirtiendo. ¿Y qué ha pasado?, pues que el alto capital ha estado siendo beneficiado desde el Gobierno de Chávez, si bien la actual administración se ha ganado el premio de gran socio del capitalismo nacional y transnacional. Aún con una medida como la brutal liberación de precios de los últimos meses, los dirigentes de la MUD se atreven a advertir que aún hay control de costos, y que Venezuela prosigue su camino rumbo al socialismo o al comunismo. ¡Vaya cinismo¡ Simplemente la MUD lo que ha hecho es un enorme favor al Gobierno "revolucionario", porque perpetúa su fachada seudosocialista y lo mantiene en el poder de forma intencional; de cualquier manera Maduro está haciendo justo lo que siempre ha exigido la MUD en materia económica. Además, ¿le conviene a los dizque opositores venezolanos alcanzar el poder nacional en medio de la actual crisis económica?
Son tan cómplices el oficialismo y la MUD de la crisis económica venezolana y de la ejecución de diversas medidas impopulares, que hasta emplean la misma categoría económica ficticia para defender sus cuotas de poder y preservar el Statu Quo capitalista.