Haciendo un poco de teoría, los reformistas socialdemócratas del gobierno interpretan el "orden del Estado" (sus leyes e instituciones) como la conciliación (¿la paz?) entre las clases y no como lo que realmente es, la opresión institucionalizada de una clase social sobre otra ¿Qué significa esto, desde el punto de vista filosófico marxista? Significa concebir al Estado como un ente con valor universal, anterior a la conciencia humana, una entidad sin historia, una idea metafísica.
El Estado para Marx es un instrumento político de dominación, que en un tiempo y en un espacio determinados nace de la sociedad para administrar y controlar las diferencias dentro de una lucha de intereses, pero que se independiza de la sociedad, que se extraña de ella, para luego terminar siendo un verdugo que actúa sobre las mayorías, por voluntad de los pocos que conforman esa estructura política de poder, "extrañada" de la voluntad de la misma sociedad que la creó; ese es el Estado.
Es por eso que Marx admite la existencia de Él, en una primera etapa de la revolución socialista, para poder ejercer una dictadura sobre los opresores. No lo concibe como una fórmula universal para la conciliación entre clases antagónicas –el Estado burgués inmutable- cuyo impulso es justificado por los pequeñoburgueses del reformismo socialdemócrata, entusiasmados con el capitalismo. Para Marx la "Dictadura del Proletariado" es el Estado socialista, el cual se encuentra en la cera del frente al Estado burgués, la dictadura del capital y de los ricos.
La "dictadura del proletariado" es una terminología que carga con todos los prejuicios pequeñoburgueses. Pero para Marx simplemente es la construcción de un Estado socialista; con instituciones revolucionarias socialistas, con leyes socialistas y sobre todo con un sistema democrático socialista, el cual construye el poder desde la base de la sociedad, organizada y organizándose hacia arriba. Es el poder popular que controla su destino desde sus propios intereses y necesidades, sin privilegios. Se organiza para cumplir la máxima comunista de dar a cada quién según sus necesidades y exigir de cada quién según sus capacidades: he ahí la dictadura del proletariado. Es ésta una de las estrategias a seguir, un ideal, una luz para toda revolución socialista.
Sin embargo, la carga negativa de las expresiones dictadura del proletariado y lucha de clases es tan fuerte para unos y tan inevitable para otros que atemoriza a los "socialistas" timoratos, y en especial a los socialdemócratas, a toda la pequeñaburguesía, desde acción democrática, pasando por los comunistas franceses, hasta la dirección del PSUV.
Pero el marxismo es historia y lucha de clases, o sea que, por más "revisiones" que se le haga a este "sustrato" de la verdadera revolución, la defensa del Estado burgués nunca puede estar a la base de una revolución verdadera como lo hace hoy el gobierno y el PSUV. La comprensión de que existe una lucha de clase y de la necesidad de fundar el Estado socialista está en el principio de todo cambio verdadero. O se cambia todo, o no se cambia nada y perecemos.
El mismo presidente Maduro, en su "Pórtico" al "Libro Azul" de Chávez, publicado en el 2015, descalifica a Marx y al marxismo frente al pensamiento de Simón Rodríguez (como si ese despropósito histórico fuera posible) "Quiero atreverme a formular libremente en muchos y diversos sentidos, Robinson es para nosotros mucho más importante que Carlos Marx", dice Maduro, apelando a sus "sentimientos nuestroamericanos"….
Concediéndole que habla en ese "Pórtico" sin mucha propiedad del asunto me atrevo a dar esta explicación. Se trata de dos pensadores que, en última instancia, se complementan, pero que no se oponen. Lo extraño del comentario de Maduro –que empequeñece el valor teórico de Marx frente a Simón Rodríguez- es lo innecesario que resulta cuando lo que busca es hacer comprender la evolución del pensamiento del Comandante Chávez, pero en esto último no parece haber honestidad alguna (Habría que recordarle al presidente Maduro que Chávez, el 29 de febrero del 2004 se declara, en un acto público frente al Jardín Botánico de la UCV, antiimperialista, socialista, y también marxista).
...Le concedemos el beneficio de la duda al presidente Maduro, ¡pero cuesta!
Dentro de los censores a Marx, horrorizados y avergonzados, una parte habla desde la ignorancia (son cándidos), otros desde el miedo (son pícaros), y la mayoría desde el oportunismo (son súper pícaros).
Por eso uno entiendo a Toby Valderrama cuando llama a Jesús Farías "menchevique", considerando que el joven economista es hijo de un viejo comunista, que piensa hoy como un menchevique, igual a esos que se filtraron en la Unión Soviética junto a Iosif Stalin, después de la muerte de Lenin.
Ahora uno entiende la continuidad histórica de la reacción pequeñoburguesa socialdemócrata, reformistas, y revisionistas del marxismo; ahora uno entiende su "expresión teórica", el sustento "teórico" para el engaño: ahora uno entiende esta "ignorancia", esta manipulación, esta "falsificación", este disimulo….
Leyendo a Lenin uno entiende este llamado insistente a la "paz" sin socialismo, a la "patria" sin socialismo, el llamado al diálogo sin defender un "frente político socialista" verdadero, esta obediencia ciega a la legalidad burguesa, a sus instituciones, el pacto social, el maridaje con los capitalistas, todo esto no es otra cosa que vaciar de historia y de ideología (de la "lucha de clase"; de socialismo verdadero) a los avances revolucionarios de Chávez, y a lo que queda en la conciencia del pueblo chavista de revolución. Para ellos el trabajo político consiste en frenar los impulsos revolucionarios por cambiar el "orden burgués" haciendo que se respete el mismo orden burgués.
El Chávez socialista y marxista, simplemente murió. No nada porque lo mató el imperio, sino sobre todo a causa de las falsificaciones que siguen haciendo de su pensamiento (escrito en el Plan de la Patria) estos reformistas pusilánimes, los cuales se ocuparon y se ocupan ahora de quemar su espíritu y su memoria revolucionarios. Resulta que el marxismo de Chávez está oculto o mal explicado por sus hijos renegados para poder confundir a los adormilados y conciliar con el capitalismo sin mucha oposición, vencidos por la comodidad y por el miedo a los cambios profundos.
Por otro lado Diosdado Cabello interpreta siempre al revés (con verdadero descaro o con verdadera ignorancia, uno no sabe) todo lo dicho por Chávez en unos videos que presenta en su programa los cuales nos resultan absolutamente claros. Este señor confía en su "ascendencia" como líder para confundir a su audiencia, pero sobre todo confía en la ignorancia (porque solamente la ignorancia es la que obedece y reacciona a sus arengas y a su humor escatológico), en la cual se cuenta la suya propia. Y aquí si cabría el beneficio de la duda respecto a si él será realmente consciente de esto.
Y más allá, Maduro simplemente oculta al Chávez marxista; cuando es muy osado lo manipula, pero siempre lo evita. Ni se diga de los aduladores y oportunistas que están en todos los rincones de este gobierno, quienes, en nombre de una supuesta obediencia política (de burócratas y de aduladores) ahora nos quieren convencer de que todos los errores del gobierno de Maduro no son tales, que el fracaso electoral y la crisis moral se debe a un pueblo inconsciente y malagradecido; que la pérdida de apoyo y el desgano político nada tiene que ver con la ausencia de verdaderos líderes, con la falta de buenos ejemplos, con la mengua del pensamiento revolucionario de Chávez (con abandonar al Plan de la Patria original) ni con la ausencia absoluta de una estrategia socialista verdadera.
Al Chávez marxista, al solidario internacionalista, al maestro, aquel de las confiscaciones, de las nacionalizaciones, indiferente a la democracia burguesa, el que quiso enmendar la constitución, a ese lo tienen bien enterrado, lo olvidaron. Pero han resucitado a su monigote y le siembran estatuas en todas parte, más para olvidarlo que por honra su memoria.