Culpable soy yo

En mis años de adolescencia en mi casa materna de El Palotal  mi hermano mayor  cantaba en algunos grupos corales que existían en la ciudad, unos grupos mejores que otros, lo cierto es que el canto coral tuvo una época de oro en algunas ciudades de Venezuela en los años 70s y 80s.

De esos grupos corales algunos tenían repertorios de música de protesta, otros de música folclórica venezolana y algunos otros les daba por llevar en sus alforjas musicales letras que estaban de moda para ese entonces, recuerdo aquella que cantaba el ya desaparecido José Luis Rodríguez  (el puma) si esa que también cantaba mi hermano en la casa de mi madre y era: https://www.youtube.com/watch?v=xMEQesJQXgc

Lo que no puedo negar es que aunque en pequeño lo escuche de muchos y claro también lo percibía de que las cosas no marchaban por buen camino y que no apoye la reelección permanente no me opuse con suficiente convicción, lo cierto es que Chávez se impuso  en su propuesta y gano, es difícil que un ateo asuma aquello de “Vox populi, vox Dei” o vayamos a misa para esperar que alguna oración llegue al oído receptivo de un tal dios y ¡cáspita! se salvó al enfermo, claro si el supuesto dios hoy constitucional hizo la enfermedad, también haría los anticuerpos necesarios para vencer el mal, se intentó convertir la oración y la misa en una política nacional de salud, yo no forme parte de ese combate contra la laicidad de la nación: https://www.aporrea.org/ideologia/a156247.html

La verdad es que nunca le vi las muelas necesarias a Nicolás Maduro para darle carnadura a una nación, darle rumbo a una república, solo era el avión que le tocaba turno de despegue cuando por razones físicas el portaaviones social que fue Chávez  se hundiera en los puertos grises o en la muerte.

Lo grave y es en serio que vote por el creo que me convencí en una reunión en Caracas con otros amigos que al igual que yo confiamos por lo menos en la honestidad de Maduro para gobernar, lo innegable es que hasta ahí, hasta ese punto de hacer votado por él llega mi culpa de lo que ocurre en el presente nacional, cosas que es difícil de imaginar que pasarían y cosas que desaparecerían de la vista y de la crítica necesaria, por muchísimo menos de lo que ocurre hoy en Venezuela, muchos de los que hoy apoyan a un gobierno desastroso estarían en la calle gritando consignas, en combate en algún barrio, en la toma de una calle o en una huelga de hambre en algún portal de iglesia, lloverían los panfletos ( difícil hoy sin papel), pero muchos de aquellos los veo hoy entre el apoyo a los , sapos, delatores, informantes, etc.  Y conste no hablo de los grupos cercanos a Carlos Lanz.

Claro que tenemos culpa en ver lo que venía, lo que había y no oponernos, de no enfrentar un país que marcaba su rumbo hacia caminos muy duros y sin metas visibles o imaginables, nos dio entonces  por votar, mis amigos y amigas lo hacían y yo también hice mi cola para votar por Maduro, lo celebre en mi barrio y lo que digo es cierto, pero solo vote no administre bienes y tampoco recursos financieros, no pedí nunca dólares preferenciales para viajar, y si de algo soy culpable fue no confiar en mis instintos y dejarme convencer por las multitudes.

La verdad es que ayer la culpa fue mía por votar por quien nunca dio una idea lucida, nunca expreso algo maravilloso, jamás dio luces de algo de razón frente a los problemas del país. Hoy la culpa del nepotismo, la crisis económica, social, política, de inseguridad, de alimentos, de pasar a profesores universitarios a tribunales, de despedazar jóvenes en Barlovento, de que las madres deban hacer filas interminables para conseguir pan y sal, de que se tengan que pedir por las redes sociales algún medicamento, de que un sargento mande más que un humanista, de que los militares sean ahora “empresarios” y los empresarios deseen apoderarse del poder político de todo eso el culpable o los culpables o el culpable es otro. Hoy la república ha perdido fantasías, alegrías, sueños castrados en una fila o haciendo el papel de bolsas (pendejos) mientras esperan la bolsa de los CLAP (Comité Local De Abastecimiento y Producción) que no producen nada, ¿o es que acaso es mentira que son alimentos importados? Bien me toca decir que yo vote por Maduro y me apena decirlo, pero la confianza se perdió hace tiempo y hoy solo me queda recordar otra canción que bailaba una querida prima del 23 de enero, que le va al momento actual como anillo al dedo, por lo menos en el coro, si en el coro de esta canción: https://www.youtube.com/watch?v=z7SjkxWOU8k

Ya vienen tiempos mejores y los militares volverán a los cuarteles, los pillos a la cárcel, el pueblo a la calle y la vida a la patria. En fin no fue un desastre natural, ni una guerra atómica, solo es un duro percance en la larga historia que le toca vivir a un pueblo.



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Yuri Valecillo


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