"Contra soberbia, humildad, suspira el fraile. ¡Contra soberbia, rebelión!, gritamos los hombres". Ricardo Flores Magón.
Graves consecuencias políticas, traerán los intentos (de no rectificar) propuestos por el presidente Nicolás Maduro al convocar una Asamblea Nacional Constituyente contraria a los procedimientos legales pautados en la constitución de 1999, y aceptada de inmediato en el CNE por Tibisay Lucena, y el nombramiento de Elías Jaua Milano como magistrado de esa nueva Suprema Corte Constituyente, todo esto debe verse como una especie de declaración de facto por parte del gobierno bolivariano. Una situación donde el poder ejecutivo se ha adjudicado poderes especiales para ejercer el control absoluto de los poderes electoral, judicial y ciudadano. Además de la subordinación, y el uso arbitrario de las fuerzas armadas nacionales bolivarianas, y de las policías nacionales, estatales y municipales, incluidas las fuerzas de choque pertenecientes a los grupos irregulares (colectivos-paramilitares) que formalmente maneja la delincuencia organizada. Todo en contubernio con los medios de comunicación públicos, de la que VTV es la más representativa. Estamos en la antesala de la instalación de un régimen estalinista, y totalitario execrados en el siglo XX, que avanza hacia una dictadura cívico-militar-mediática.
Junto a la intentona de profundizar los procesos de expropiación de todo el sector privado aun en pie; y arreciar la represión contra la oposición, y el chavismo critico y disidente, todo apunta en esa dirección.
Estamos frente a una nueva declaración de guerra del Poder Ejecutivo, cuando el presidente Nicolás Maduro Moros se presenta en los actos vestido con el liquilique negro que usaba Joseph Stalin, hoy Venezuela está ante unas consecuencias muy imprevisibles, y dramáticas. Es la salida ofrecida por el régimen neo totalitario, y el Estado venezolano a la crisis política derivada de las especulaciones desmedidas de comerciantes inescrupulosos, inflación, pobreza atroz, escasez de alimentos, y medicinas etc.
Estamos ante un régimen de excepción para mantener el curso de un socialismo necrofilico pretoriano; para terminar de destruir lo queda de la propiedad privada productiva a todos los niveles, la destrucción paulatina por la politiquería, de la energía, el agua, y el saqueo generalizado de los fondos públicos, y la desaparición total de los empresarios medianos y pequeños. Se incrementará la inflación, la caída del valor salarial, y la precarización de los trabajadores petroleros, docentes, y de todos los servidores públicos, entre otros.
Esta nueva ANC, lo que busca es contener el descontento generalizado de las mayorías nacionales ante la putrefacción del Estado, y el gobierno pretoriano venezolano; ante la acelerada crisis por la devaluación del bolívar fuerte, la caída de los precios del petróleo, la escasez de materias primas, y la debacle de las finanzas públicas son tan sólo la punta del iceberg.
Detrás de las determinaciones recientes de la actual nomenklatura estalinista, existe un temor sobre la correlación de fuerzas, acerca del grado de rechazo de sus políticas, que esperan legitimar con una constituyente fraudulenta que como ha sido planteada no pasará. En primer lugar, ellos suponen que neutralizaran a los descontentos que se han movilizado en este último mes, poco más de un millón de personas, que representan a la totalidad, o a la mayoría de las personas que en estos momentos manifiestan desconfianza, y algún tipo de rechazo hacia el gobierno. Los manifestantes sólo son la espuma de una crisis de credibilidad, y gobernabilidad, que paulatinamente se van convirtiendo en una crisis de gobierno, sostenido en este momento solo por las fuerzas armadas, y las policías. Suponen que para mantenerse en el poder les basta el apoyo militar que esperan recibir del próximo proceso electoral constituyente si es que se da. Según ultimas encuestas, estiman que el PSUV ha perdido entre el 80 y el 90 por ciento de simpatías por el alto costo de la vida, por lo cual su caudal de votos sólo llegará al 15 por ciento del total nacional.
En Venezuela las elecciones siguen siendo cuestiones de Estado, debido a la compra del voto, el chantaje, y el fraude, procedimientos que se han convertido en elementos constitutivos de un sistema electoral fascista, y corrompido hasta la medula. Toneladas de votos en Venezuela están determinadas por estas prácticas.
Sabrá el burocratismo que el margen de legitimidad proyectado en ese proceso electoral no les bastará para imponer el sistema cubano por medios ordinarios, menos en este contexto de descontento creciente, de crisis económica, y desastre nacional en que esta sumergida Venezuela. Por lo mismo, han decido desatar el terror de la brutal represión. El crimen contra los jóvenes estudiantes inaugura una nueva etapa de sus estrategias represivas. Ahora los enemigos ya no son los ‘delincuentes comunes’ sino los opositores, y disidentes, al proyecto de ocupación neocolonial de nuestro país, por gobiernos totalitarios. El enemigo interno es ahora cualquier ciudadano. En esta nueva fase pre constituyente, el envilecimiento, y la bestialización de las fuerzas armadas nacionales bolivarianas resultan cruciales para garantizar el orden, y la obediencia a un gobierno, y a una clase política fascista.
En estas circunstancias, la sociedad civil y el pueblo de Venezuela en situación de pobreza, deben declarar su propia alerta de emergencia que nos prepare ante las intentonas represivas, y dictatoriales de esta nomenklatura estalinista. Que articule las resistencias diarias contra los efectos de esta crisis socio económica, con una resistencia nacional; que cimente una estrategia para la recomposición de la nación, y del Estado venezolano para reconstruir, el gobierno desde el voto secreto, directo y universal. Esos son los problemas a resolver en la actual coyuntura histórica que vive nuestra querida Venezuela. Es en tal marco problemático que debemos discutir, entre otros asuntos, el proceso electoral de gobernadores vencido.
En términos generales, una vez desmontadas las proyecciones del bloque totalitario constituyente para el proceso electoral en ciernes, y la relación que guardan tales expectativas con el plan estratégico del proyecto de dominación totalitario inmediato; ahora es conveniente señalar que el destino inmediato de las fuerzas populares, y de sus luchas no se juega en derrotar estas pretensiones constituyentes. Que más allá de las legítimas aspiraciones, y derechos de sectores políticos, organizaciones sociales y comunitarias, que esperan a través del uso de su derecho al sufragio influir en los asuntos públicos a pesar de las limitaciones, se deben discutir las maneras en que puedan coordinar los esfuerzos de todos los que cuestionan los errores de la actual dirigencia en el poder.
Por lo que percibo del ciudadano en la calle es la activación de la resistencia, y la desobediencia civil pacífica, a la alta burocracia estalinista, votando o no votando. Estamos completamente a favor, y reivindicamos el derecho al sufragio, secreto, directo y universal, y darnos el gobierno que mejor responda a los intereses de las mayorías nacionales. Estamos en contra de la forma de convocatoria de esta Asamblea Nacional Constituyente, porque será, la mascarada que legitimaria a un gobierno antidemocrático, que ha devenido en totalitario, y excluyente; en un espacio que pretende legitimar los intereses de la nueva boliburguesía, de las clases antinacionales y antihumanas como: chinos, sirios, rusos, iraníes, cubanos, islamitas etc. Queremos que el gobierno deje de ser de un solo partido político y entre en el pluralismo. Queremos que el gobierno sea de la sociedad civil. Para lo cual, tendremos que instituir nuevas formas de participación política ciudadana y comunitaria, de una nueva ética, ajena a las prácticas depredadoras, y neocoloniales (arco minero) propias de la clase política reinante.
La solución a la crisis actual Señor presidente Nicolás Maduro Moros con todo el respeto a su alta investidura, y a la catástrofe humanitaria, está más allá de una ANC. La superación de la crisis radica en la construcción de un proceso de un nuevo gobierno, en la elaboración de un nuevo pacto social contemplado en la actual Constitución Bolivariana de 1999, que hace de la participación ciudadana y comunitaria su razón de existir. Pensamos que poco aportamos si enfatizamos las diferencias dentro de la sociedad civil, entre quienes votan o no. Sería conveniente aprovechar las discusiones que se suscitan en torno a esta convocaría a constituyente hecha por usted, con el fin de reflexionar y acordar, en la medida de lo posible, el camino, la ruta que desde la desobediencia civil pacífica se pueda emprender, que enrarecería mas el ambiente, que buscaría dentro de un clima de agitación nacional, la renuncia de los responsables de este desastre nacional, los causantes de la pobreza, la violencia, inseguridad, y la emigración del talento profesional en que se debaten la mayorías de los venezolanos. Se trata entonces de reflexionar sobre las estrategias a seguir para dar paso a la solución de los problemas, y la construcción de un gobierno altamente democrático en lo social y económico; de ponernos de acuerdo entre todos nosotros, las grandes mayorías nacionales deben ponerle un parao a los fascistas que hoy se lucran con esta tragedia nacional, y humana. Esta táctica hay que explicarla a los que por necesidad venden su voto, siempre que se les instruya en que el voto es secreto, y que nadie sabe por quien votó cada quien. Esto será favorable a la actual correlación de fuerzas, para finalizar la ultima palabra de paz, y rectificación la tiene el presidente Nicolás Maduro Moros, ojala Dios lo ilumine.