Frente a la reciente instauración de la Asamblea Constituyente, sería excelente que los constituyentistas propusieran una serie de cambios que la Constitución de 1999 requiere de forma urgente y que describiré más adelante.
Previamente quiero recordar que la iniciativa del proceso constituyente realizada por el Sr. Nicolás Maduro, obedeció a diversas razones que esgrimió, agrupadas en torno a 9 temas: 1.- Una constituyente para la Paz. 2.- Construir un nuevo Sistema Económico Post-Petrolero para preparar el escenario para el Nuevo Modelo Económico (¿será esto un Comunismo férreo y duro a la cubana o norcoreana?). 3.- Estado de Bienestar Social, dándole rango constitucional a las Misiones y Grandes Misiones. 4.- Potenciar el Funcionamiento del Sistema de Justicia y Protección del Pueblo haciéndole la guerra a la impunidad. Seguir mejorando el Sistema Penitenciario. Lucha contra el Terrorismo y el Narcotráfico. 5.- Impulsar las Nuevas Formas de la Democracia Participativa y Protagónica, en lo Social y lo Político y darle rango constitucional a los Consejos Comunales y Comunas. 6.- Política Exterior Soberana, defendiendo la Soberanía de la Nación y seguir impulsando el Mundo Multicéntrico y Pluripolar. 7.- La Nueva Identidad Cultural, la Nueva Venezolanidad, una Nueva Espiritualidad, y la diversidad cultural. 8.- Garantía del Futuro. Derechos sociales, culturales, educativos, tecnológicos de la Juventud. Y, 9.- Preservar la Vida. En esencia, lo contemplado, dentro del 5to Objetivo Histórico del Plan de la Patria.
Cabe destacar, que en el supuesto que fuese necesario cambiar la constitución para implementar esas medidas, no hacía falta hacer un llamado a Asamblea Nacional Constituyente, ya que para ello están previstas otras dos formas de realizar cambios en la Constitución, las cuales son la Enmienda y la Reforma
También, es pertinente recordar unas declaraciones que el 27 de abril del 2007 dio la Abog. Cilia Flores para el Diario Tal Cual, mucho antes de que llegare a ostentar el puesto de Primera Dama, para aquel momento se desempeñaba como Presidenta de la Asamblea Nacional, y apoyaba al Presidente Hugo Chávez en la Comisión Especial para la Reforma Constitucional del Parlamento, palabras más, palabras menos, dijo que el Estado sería igual después de la Reforma, siempre y cuando no se modifiquen los primeros nueve artículos correspondientes a los Principios Fundamentales, por una Reforma Constitucional podían cambiar sin ningún problema desde el artículo 10 hasta el 350. Por lo cual confirmo, que para implementar cualquiera de las 9 propuestas presentadas por el Presidente, las vías debían ser la Enmienda o la Reforma, pero no una Constituyente.
Ahora bien, ya que este Gobierno ha demostrado que no da puntada sin dedal, el recorrido histórico nos permite concluir que lo que se pretende es efectivamente cambiar los Principios Fundamentales de nuestra Constitución, en los cuales está previsto sin equívoco alguno que Venezuela es un Estado Social, Democrático, de Derecho, de Justicia, Federal y Descentralizado, y que los Gobiernos serán Democráticos, Participativos, Electivos, Alternativos, Responsables, Pluralistas y de Mandatos Revocables, además que son derechos irrenunciables la Independencia, la Libertad, la Soberanía y la Inmunidad, entre otros. Como decía anteriormente, para implementar esos cambios que el Presidente está queriendo hacer, no se requiere una Constituyente, simplemente debía proponer una Enmienda o una Reforma. Ahora bien, el artículo 347 Constitucional que fundamenta el proceso constituyente, dice que la Asamblea Nacional Constituyente tiene como fin transformar al Estado. La pregunta que pronto nos será respondida es: ¿Será que la constituyente es la herramienta para acabar con los Principios Fundamentales que hasta ahora nos han regido y cambiar el Estado tal y como lo conocemos, el cual se definió en la Constitución de 1999?
Pues bien, ya nos enteraremos, lo que sí creo que deben considerar estos Constituyentistas, o los que vengan luego, porque esa Constitución que pretenden redactar, es ya prácticamente un cadáver, es lo siguiente:
1.- Modificar el artículo 233, de modo que ante la falta absoluta del Presidente, no complete el período el Vicepresidente Ejecutivo, sino que también se haga un llamado a elecciones como si se tratase de una falta absoluta ocurrida durante los primeros cuatro años de mandato.
2.- Eliminar la reelección indefinida del Presidente de la República, y demás cargos de elección popular, para garantizar el Principio de Alternabilidad.
3.- Cambiar el método de elección de los titulares de los cargos de Fiscal General, Contralor General, Defensor del Pueblo y Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, de modo que la Sociedad Civil tenga un papel más activo en la selección de esos altos cargos.
4.- Volver a la composición bicameral del Poder Legislativo.
5.- Los titulares de los altos cargos militares sean escogidos por el Poder Legislativo.
6.- En la elección de los Diputados del Poder Legislativo se respete el principio de Representación Proporcional de las Minorías.
7.- Se traslade la recaudación del Impuesto al Valor Agregado desde el Poder Nacional, a los Estados y Municipios.
8.- Los Decretos con Rango, Fuerza y Valor de Ley dictados por el Presidente de la República, previa autorización de una Ley Habilitante estén restringidos a materias de índole económica y financiera.
Con estas sencillos cambios en la Constitución se podría abrir la compuerta para que efectivamente se hagan los modificaciones que sí se requieren de forma urgente en la Constitución vigente de Venezuela, la de 1999, para que en nuestro país exista control sobre las actuaciones del Poder Ejecutivo, se preserve el respeto al Principio de Autonomía y Separación de Poderes, base de toda democracia, y se favorezca el proceso de Descentralización.
Pero con estos Constituyentistas eso es un sueño, sabemos que lo que pretenden hacer es incrementar el intervencionismo gubernamental, transformar el régimen democrático en uno muchísimo más autocrático de lo que ha sido hasta ahora, y en consecuencia, lamentablemente se agravará la crisis, se tomarán como modelo otras instituciones jurídicas cubanas, seguiremos en el proceso de depauperación, y lo más grave, el hambre que ya padece un 10% de la población dará paso a la hambruna generalizada.
Es fundamental destacar además, que esa nueva Constitución y cualquier acto dictado por esos constituyentistas, son nulos de nulidad absoluta por todas las irregularidades cometidas en el proceso, primero al haberse saltado el paso de la consulta previa al Pueblo, segundo, por la evidente violación a los principios republicanos que nos rigen, y finalmente, por el evidente fraude en los resultados cometido el pasado domingo. Ni Chávez en su mejor momento de popularidad sacó 8 millones de votos, quien en su sano juicio puede creerse que en un país cayéndose a pedazos van a sacar esa cantidad, ¡qué descaro!
No ahora, pero deben venir esos cambios en la Constitución, esperemos que sea más pronto que tarde. Gracias por leerme.