Para un estudio profundo de cómo es la conducta y los sentimientos generales de un pueblo, éste tiene que analizarse según el comportamiento de los diferentes estratos sociales que lo conforman, se sabe la mayoría de inmigrantes ingleses a los Estados Unidos fueron campesinos, gente trabajadora, solidaria y de gran inventiva, no así sus dirigentes, citadinos, políticos acostumbrados a vivir de las prebendas que otorga las instituciones del Estado. Sin embargo aquí tenemos que considerar que aunque los ascendientes de los ingleses fueron gente, bárbara, asesina, ladrones, piratas y delincuentes de 7 suelas, y que durante mucho tiempo se les conoció como "los hijos de la pérfida Albión", expresión que se le atribuye a Napoleón. Albión es el nombre dado a Inglaterra a causa de la blancura de sus rocas en la costa de Dover contempladas desde el canal de la Mancha. Hay también quien sostiene que Albión viene del gigante Albión, un hijo de Neptuno que luchó con Hércules y cuando parecía que iba a vencerle, fue lapidado por orden de Júpiter. En todo caso al hablar de Albión se habla de Inglaterra por ser una isla, una potencia marítima hija de los mares. Bien, con el tiempo, la mayoría de las descendencias de los vikingos, guerreros natos, se fueron estableciendo en lotes de terrenos y se dedican a cultivar la tierra, poco a poco sus costumbres belicistas ceden el paso a personas sencillas y solidarias. Sin embargo, algunos ingleses prefieren constituirse en sus dirigentes y así van tomando el control político de los poblados que se van levantando en Albión, Inglaterra. Al ir pasando el tiempo las autoridades locales cada vez cobran a los agricultores mayores impuestos, presentándose el momento que sus dirigentes políticos incentivan a los campesinos a emigrar hacia tierras de indios, y es allí donde van estableciendo las 13 colonias Británicas y de ellas también van surgiendo un poderoso país, el cual después de lograr su independencia de los ingleses le ponen legalmente el nombre de Estados Unidos de Norte América
Okey, después de un paseo por la historia más antigua del país de donde emigran los ahora estadounidenses, sigamos contando esta historia y comencemos a decir que la independencia de los países latinoamericanos y los del Caribe fue considerada por los gobernantes gringos, oligarcas, como amenazante de sus intereses expansionistas con miras inmediatas en las Floridas, México, Cuba y Puerto Rico, aunque ya algunos de sus líderes añoraban ser los dueños del mundo. Los emigrantes radicados en Kentucky, de la cual destaca quien fuera el presidente de los Estados Unidos, John Adams, en 1797-1801, ya para 1804 está llena de ansias por usurpar las tierras cercanas y desean hacerlo pronto por cuanto no tienen mayor protección militar. Esta es la misma avidez de saqueo que dominó a los romanos en sus mejores tiempos y más al dejarse escucharse la expresión de Míster Adams: "México centellea ante nuestros ojos. Lo único que esperamos es ser dueños del mundo" Los elementos anteriores explican el por qué los Estados Unidos, bajo la presidencia de Thomas Jefferson, 1801-1809, niega en 1806 el apoyo al venezolano Francisco de Miranda, cuando éste preparaba una expedición para iniciar la lucha independentista en Venezuela y ello sucede a pesar de que Miranda había prestado una inestimable ayuda en la independencia de las Trece Colonias. El 10 de diciembre de 1810 el Congreso de los Estados Unidos aprobó una Resolución Conjunta que en su parte dispositiva señala, entre otras cosas, "que como vecinos y habitantes del mismo hemisferio, los Estados Unidos sienten profunda solicitud por su bienestar; y que, cuando esas provincias hayan logrado la condición de naciones, por el justo ejercicio de sus derechos, el Senado y la Cámara de Representantes se unirán al Ejecutivo para establecer con ellas, como Estados soberanos e independientes, las mejores relaciones amistosas y comerciales"
De aquella resolución se desprende que los revolucionarios hispanoamericanos tenían que luchar solos contra España y vencer totalmente a ésta para entonces ser reconocidos por los Estados Unidos. Vea el lector la solidaridad que la oligarquía Yankee presta a la independencia de Hispanoamérica, siendo por ello que Bolívar en su célebre Carta de Jamaica de 1815, refiriéndose a la posición del gobierno de los Estados Unidos señaló: "hasta nuestros hermanos del Norte se han mantenido inmóviles, solo espectadores de esta contienda, que por su esencia es la más justa y por sus resultados la más bella e importante de cuantas se han suscitado en los siglos antiguos y modernos"