Los renegados de izquierda: la “rebelión de la clase media” pequeñoburguesa

El viejo Teodoro Petkoff es uno de los renegados, ahora Nicolás Maduro. El problema es que Maduro gobierna al país, poniendo la misma torta que Teodoro puso en su momento. Igual que Teodoro Maduro y su equipo de gobierno califican a Chávez y a Rafael Ramírez de radicales: la adulteración del Plan de la Patria original y todos los proyectos protocapitalistas lo testifican. La diferencia entre los dos es que Teodoro es un anciano enfermo y no tiene tiempo para competir con Maduro por acabar con la revolución y con el país, de la mano con el capitalismo más furioso. El tratamiento que da TalCual a la noticia sobre Mommer se diferencia de la persecución del gobierno al ex ministro de la Opep y a Ramírez, en que, TalCual quiere confundir la imagen de Momer y Ramirez con Maduro, pero la realidad es que los dos (Maduro y TalCual) son lo mismo: representan al reformismo y a la pequeña burguesía.

TalCual: "Barriles y fusiles: Pero la relación del germano con el chavismo viene desde más atrás. Un perfil publicado por Diario Las Américas afirma que Mommer, a quien califica como "el ideólogo de la destrucción de Pdvsa", llegó a Venezuela junto a su esposa Dorotea Melcher huyendo de la policía alemana que los buscaba por participar en actos de terrorismo a finales de los años 70. Su destino latinoamericano habría estado determinado por sus relaciones con los grupos de izquierda radical criollos, que lo hicieron amigo del "Comandante Fausto", como se conocía a Alí Rodríguez Araque, impepinable figura del chavismo en materia petrolera… Mommer fue miembro de la Dirección Ideológica del PRV, el partido de Douglas Bravo, donde participó en la elaboración de Las tesis petroleras del PRV-Ruptura, un papel de trabajo del movimiento al que también perteneció Nicolás Maduro".

Esto publica TalCual al mejor estilo delator de Petkoff. Y Maduro aprovecha a Petkoff para destruir a los dos ex funcionarios y a Chávez. Pero debe guardar las apariencias para no parecer otro reformista más como Teodoro, por eso, cuando puede, lo acusa de reformista: resabios del presidente de su "pasado radical", eso es todo.

Maduro está consciente de que, si existió una tendencia radical dentro de la revolución esta fue liderada por Chávez, por eso trata de confundir su reformismo con la imagen del líder histórico. Al mismo tiempo lo borra de la memoria imponiendo su propia imagen pero con el "estilo" chavista; el madurismo es un "chavismo" sin Chávez, pero sin ideología; huero.

El asunto es que el tema Ramírez Mommer une a los renegados de izquierda, a Maduro y al viejo Teodoro, resentido del poder, hace rato devenido en empresario. Lo que mejor define al reformismo y a los reformistas es la mentalidad pequeñoburguesa, ese poner siempre la mirada hacia lo alto; aspirar. Sus comienzos socialistas, todos los sacrificios hechos en nombre de la revolución, solo fueron por motivaciones personalistas. Ese fue el final de la "carrera política" de Petkoff, ese de seguro será el final de la carrera política de Maduro y sus compañeros del grupo 80 y otros más; ascender socialmente ¿Para qué cambiar la sociedad? Una sociedad sin clases no permite ningún ascenso, y ese fue el porqué secreto de la "lucha", de esta militancia: ascender en una sociedad de clases estratificada. El reformista niega la lucha de clases por intereses más personales que por razones teóricas, o dicho al revés, la teoría que niega la "lucha de clases" y "la dictadura del proletariado" nace de una base ideológica dominante, de un sustrato ideológico pequeñoburgués, la "rebelión de la clase media".

Sin embargo de esa misma clase media han surgido verdaderos revolucionarios, o mejor dicho, de conjunciones extraordinarias han surgido los grandes revolucionario. Pero de la clase media consciente salen los reformistas; el reformismo es una insurgencia de clase, de la clase media pequeñoburguesa. Y como clase aspirante, compite fraccionada, todos contra todos en defensa de su derecho a coronar los laureles del señor burgués, así como el burgués los de la aristocracia: su dinero por un título nobiliario, a lo Fouché.

Eso define al madurismo: la rebelión clase media pequeñoburguesa. El socialismo queda atrás, se deja por el camino, como un lastre para poder "alcanzar las alturas" de la sociedad. Es lo que mejor describe lo que sucede ahora: la oligarquía rancia no permite el ascenso social de arribistas, sus privilegios están reservados para sus iguales, la movilidad social es excepcional y marcada por el dinero; si tienes mucho dinero, entras, y si no lo tienes –así tengas poder político-, no. De ahí la "rebelión" y al mismo tiempo, por eso es la conspiración de la derecha.

El capitalismo y la burguesía (nacional y mundial), a pesar de todas las concesiones y dólares otorgados por el gobierno de Maduro a sus más conspicuos representantes, no le dan tregua a la guerra, por el control total, económico y político, del país, que reclaman como suyo.

Maduro, a su vez, hace ver que se trata de una lucha en contra del socialismo; no reconoce su rebelión de clase media, no reconoce sus ambiciones pequeñoburgues, las disimula detrás, porque la base popular que creyó en el socialismo junto a Chávez es la que lo sostiene en el poder. Sostener ese engaño ese vital para los reformistas.

Nos toca a los socialista desengañar al chavismo de este falso socialismo, retomar el camino de Chávez, no dejarse tentar por soluciones personal y personalistas.



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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