En esta fase que actualmente vivimos, el Plan de la Patria de cara al sexenio 2019-2025 muestra una fase de lo que el Presidente Maduro ha denominado Agenda Concreta de Acción (ACA) como parte de la estabilización de los daños y heridas infligidas por las agresiones multidimensionales y multiformes contra nuestro país.
En estos momentos, y es el objetivo del Plan, se debe privilegiar la protección al pueblo, y por ende, el aumento de la inversión social ante las agresiones económicas y confiscación del poder adquisitivo de la población, ya que la capacidad de satisfacción de sus necesidades se ha visto afectada y la defensa ha sido asumida por el Estado venezolano como parte de sus banderas de lucha.
Asimismo, y le hemos escuchado al Presidente Maduro sobre la base del denominado Plan de Recuperación Económica, el objetivo es la recuperación de las capacidades afectadas en el marco de la Guerra Económica y que se demandan para la activación del desarrollo de nuestro país. Esto evidentemente no gusta a las mafias de Cúcuta, Miami y algunas enquistadas dentro de las estructuras burocráticas del Estado, y por ello la activación del magnicidio en contra del Jefe y demás voceros de las ramas del Poder Público Nacional del Estado Venezolano. La estructura económica venezolana es frágil y gracias a la oligarquía venezolana, nos ha mostrado lo dependiente y captadora de la renta petrolera. Esta situación obliga a un reformateo cultural que debe ser asumido por toda la sociedad y debe ser el Estado el que dé el ejemplo, a través de la creación y promoción de la cultura del mantenimiento, la recuperación de capacidades pérdidas o comprometidas, y el máximo aprovechamiento del potencial de nuestros bienes e infraestructura mediante el mantenimiento oportuno.
Es por ello, que para poder superar la dependencia y generar un nuevo modelo productivo, hay que romper las amarras para poder tener y ejercer soberanía en nuestra Nación. La amenaza del imperio, apoyada por actores apátridas y traidores a la Patria, el agotamiento del modelo rentista y la guerra económica implican la necesidad de cerrar filas y de asumir la tarea histórica de aprovechar la actual coyuntura para romper definitivamente con la dependencia y consolidar un nuevo modelo productivo que satisfaga las necesidades de la población.
Asimismo, las actuales circunstancias nos imponen el establecimiento de mecanismos de seguimiento y gestión eficiente. Y esto para poder lograr la independencia económica, hay que aprender a hacer más con menos y mejor. En el marco del cumplimiento de las grandes tareas trazadas, estamos obligados a profundizar los mecanismos de gestión corresponsable y que es una de las tareas aún pendientes en nuestra Revolución, debe haber un seguimiento y control popular a la gestión del Estado, y por ello, ante la ocurrencia del magnicidio en grado de frustración ocurrido el pasado sábado 4 de agosto, estamos en la obligación exigidos en el marco de la supervivencia como Estado- Nación de impulsar y motorizar la radicalización del Gobierno Popular y Revolucionario. Impulsar la transformación integral, revolucionaria y popular del Estado, del sistema de empresas públicas y de servicios.
Indudablemente, la contradicción fundamental que el Gobierno Bolivariano ha atendido en esta etapa del Plan de la Patria 2013-2019 ha tenido que ver con la defensa de la soberanía, del primer objetivo histórico. La de asumir, resolver y desarrollar esta contradicción, en conjunto con las demás dimensiones de la sociedad. Por ello, la solución posible al conflicto generado por la oligarquía contra nuestro pueblo es la profundización del socialismo.
La democracia revolucionaria debe ser entendida como un concepto integral que solo existe en Socialismo. Y de allí el desarrollo de las dimensiones sociales, espaciales, políticas, económicas y culturales de nuestra sociedad.
Parte de nuestra esencia revolucionaria es la protección del pueblo. Y de ahí, que en esta etapa del Plan de la Patria 2019-2025 versa sobre la profundización y expansión del sistema de protección, la profundización en la organización popular y en los métodos de gestión y de las bases económicas y materiales del mismo.
Una de las novedades que se añaden a esta fase del Plan de la Patria tiene que ver con la descolonización como un proceso transversal de toda la sociedad en cada una de las dimensiones de ésta. Esto es en los principios y valores, ejerciendo la democracia participativa y protagónica a través de un Estado Popular y Comunal, la soberanía del sistema productivo y una nueva arquitectura del territorio.
El socialismo demanda de un sistema económico productivo eficiente, más amplio, robusto para atender las crecientes y democratizadas demandas sociales. Es una tarea central la construcción de una nueva lógica del capital, del sistema productivo, distributivo, logístico y de actores del mismo. Construir las bases materiales y financieras del Socialismo.
La transformación del país implica una nueva lógica espacial. Por ello, no fue fortuito que el Comandante Chávez en el proyecto de Reforma Constitucional del año 2007 planteara una Nueva Geometría del Poder. Esta geometría del poder versa sobre un sistema de escalas que permita el soporte de una nueva arquitectura del territorio que rompa con el modelo colonial. Esto se fundamenta de la siguiente manera:
Una escala regional con infraestructura e identidad regional para la seguridad y defensa y desarrollo económico.
Una escala subregional a través de la especialización productiva para anclar la Agenda Económica Bolivariana.
Una lógica local basada en un nuevo ordenamiento urbano territorial basado en un sistema de ciudades socialistas y del poder popular como gran dinamizador y democratizador del espacio.
El ajuste, expansión y direccionamiento de los sistemas de servicios públicos e infraestructura, para optimizar, adecuar y direccionar de acuerdo con las nuevas necesidades.
En esta etapa, el desarrollo y expansión de la Agenda Económica Bolivariana adquiere una importancia preponderante y vital. Ya que apuntala el nuevo sistema de logística, distribución de insumos y producción. Asimismo, la producción de nuevos actores económicos y de nuevas formas asociativas y de gestión. Resulta importante la espacialización de la Agenda Económica Bolivariana en las subregiones y distritos motores de desarrollo. Son los nuevos métodos del gobierno económico devenidos en el desarrollo de la Gran Misión Abastecimiento Soberano, buscando la superación del modelo rentista, el impulso de los motores de desarrollo y el fomento de subregiones y distritos motores como nueva territorialidad productiva y de gobierno económico.
El fomento de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) a fin de priorizar la atención a más de 6 millones de familias y complementados con mecanismos tales como: Feria del Campo Soberano, Plan Agricultura, Caravana de la Sardina, Bono CLAP, entre otros.
La producción priorizada será uno de los objetivos de la Gran Misión Abastecimiento Soberano, sobre todo en áreas como el sector Agroalimentario, farmacéutico y manufactura.
También se prioriza en el fomento de sistemas de divisas, priorizando áreas como generación, administración diversificación y recaptura de las mismas, sobre todo cuando hemos comenzado a romper el cerco comercial y financiero impuesto por la administración Trump en los últimos años.
El fomento de la soberanía tributaria a fin de lograr una redistribución justa y productiva de la renta petrolera.
Asimismo la construcción de un nuevo sistema de logística y producción que sea justo, eficiente y verdaderamente productivo, que garantice a la población el acceso oportuno, suficiente y accesible a bienes y servicios de calidad.
Esto también deberá estar acompañado de un adecuado sistema de precios y costos de producción.
Igualmente, se debe apuntalar un sistema de soporte e injerto económico productivo basado en bancos de insumos, conglomerados, parques industriales temáticos, financiamiento, ciencia y tecnología y formación, acompañado de fuentes soberanas de financiamiento de la República ante la guerra económica para el desarrollo de la inversión y funcionamiento de nuestra economía.
Por ahora lo dejaremos hasta aquí, pero pendientes.