Amigo Esteban, no sé si deba compartir totalmente con usted, el diagnóstico que ofreció y publicó recientemente[i] sobre la salud de Rafael Ramírez. Puede estar enfermo. Sin embargo Siento, que el problema no es la enfermedad de Rafael Ramírez, que por supuesto necesita de atención. El problema paisano Esteban, es la enfermedad que confrontamos como sociedad. Esta enfermedad nos tiene esta vida complicada
Mire amigo Esteban, hay medio país o casi medio, que cree en una oposición que no existe. No sé si usted se acuerda de ese cuento de Aníbal el zapo en Margarita. Todos lo temían a este Aníbal el Sapo, pero nadie lo veía. Nunca lo vi. Aníbal el sapo hacía que nos recogiéramos temprano para evitar ser asaltado por él.
Así es la oposición, tiene medio país que espera por ellos, pero no existen. Sólo hay unos cincuenta tipos que tienen estafados a los que dicen ser seguidores de una oposición que no existe. La culpa no es de esta supuesta oposición que no existe. El problema es de los seguidores de la supuesta oposición que están viendo visiones. Ya tienen casi 20 años en eso y continúan (como cada loco) con su tema. Esperan, vea la gravedad de esta enfermedad, que unos tipos que no son capaces de ponerse de acuerdo entre ellos, les resuelvan sus caprichos o los problemas que vive el país.
Supóngase amigo Esteban que usted tenga un problema con su vecino y uno de sus hijos o todos ellos, le pidan que para resolver su problema con su vecino, usted le entregue su casa a un tercero. Así es esta enfermedad en este lado, que no es tan distinta a la que tenemos en el otro lado.
Así también estamos la otra mitad. O sea amigo Esteban; así estamos, los que nos sentimos en la otra acera. Rafael Ramírez fue un accidente, como muchos otros. Medio gobierno (si no es todo) es un accidente y están ahí haciendo un poco lo que hacían los adecos y los copeyanos porque también nosotros nos enfermamos (como la otra mitad del país) y olvidamos muy rápido, la contraloría social, el protagonismo y la participación, que fue el juguetico que nos vendieron. Nadie con contraloría social y otras vainas, se dio cuenta que la PDVSA rojita era rosada, tirando a blanca.
Formalizamos una entrega total al PSUV. Entregamos contraloría social, protagonismo y participación al PSUV y Diosdado a través de un cheque en blanco con el nombre de cooptación, nos echó una vaina y nadie todavía se da cuenta de eso. Aunque se hablas de eso, nadie se da cuenta. Es la enfermedad.
No le pediría a Maduro nada, pero menos que nombre a Rafael Ramírez como nuestro protector internacional. El problema amigo Esteban, es que no tenemos claro el concepto de líder, porque Diosdado con la cooptación nos borró ese concepto y entonces medio país anda pendiente (esa es la enfermedad mayor) de los muñequitos que nos coloca (léase rota) Diosdado-Maduro, que ayer, lamentablemente no los colocaba el comandante Chávez simplemente porque suponían le eran fiel. Ni lo uno ni lo otro. Veinte años lleva esa rotación y aún creemos que nos salvaran.
Fíjese amigo Esteban, ¿hay alguna diferencia entre Aristóbulo y Ramírez? Yo (no supongo) sé que no, sin embargo, después de haber hecho un mal gobierno en Anzoátegui, Aristóbulo fue Vicepresidente, luego nuevamente candidato a gobernador en Anzoátegui y para que vea la grave enfermedad que tenemos, fue nuestro protector en Anzoátegui. Nadie dijo ni pio. ¿Quién está más enfermo, nosotros (esta otra mitad) o los que nos imponen cosas como esta?
Bueno amigo Esteban, seguro que la próxima vez que vaya a Margarita, lo contacto para vernos. Le brindo un café en la panadería que está cerca del Complejo Cultural Lárez Granado de Juan Griego. Me gustaría, que me tengas algunas anécdotas de Chevige Guayke, creador margariteño y de Juan Griego. Seguro que le llevaré uno "huevitos" de mis gallinitas para que haga un cuajaó de cazón con ellos.
[i] https://www.aporrea.org/actualidad/a268068.html