- Con clarividente genialidad, Boaventura De Sousa Santos se adentra en el tétrico estado de nuestra América bajo la amenaza del imperio gringo. Este insigne sociólogo, acaba de presentar su último libro "Izquierdas del mundo, uníos". Desde su perspectiva, nos da una muestra de las terribles confabulaciones mundiales contra la izquierda en nuestro continente, y sin embargo se optimista ante el terrible cuadro que enfrentan nuestros pueblos, piensa que tendremos la capacidad de vencer las actuales adversas circunstancias que se ciernen sobre nuestro hemisferio.
- En relación con los 14 años de Gobierno de izquierdas en Brasil, que no lograron el llamado "NO RETORNO", del cual tanto nos planteaba Chávez, De Sousa Santos nos dice que Lula fue un buen presidente, pero que cometió muchos errores. Agregaremos nosotros que a diferencia de Chávez, Lula se apegó al sistema político antiguo para gobernar con la derecha. Que no hizo una reforma fiscal ni del sistema ni de los medios de comunicación en un momento en que su partido, el PT, tenía una gran legitimidad para hacerlo. Que se le fue el tiempo gobernando con el compadreo, con la corrupción endémica de los partidos, no solo del PT.
- Cuando se le dice que las Bolsas acogieron con gran optimismo la derrota del PT o el triunfo de Bolsonaro, Boaventura De Sousa Santos responde que no fue en realidad el pueblo quien salió a celebrar ese triunfo sino que lo hicieron los mercados. ¡Cosa nada rara! Cómo no van a celebrar las Bolsas "si ellas controlan cinco grandes compañías financieras, que mueven 50 trillones de los 90 trillones del PIB mundial y tienen, por tanto, un poder de chantaje enorme sobre los sistemas políticos nacionales. A la derrota de la izquierda en Brasil no es ajeno el imperialismo americano".
- Al usar el término "imperialismo americano" se le pregunta si no estará usando algo muy trillado, a lo que Boaventura De Sousa Santos contesta: "Ya sé que ha dejado de usarse en los medios, pero yo creo que el imperialismo americano existe, aunque anduvieron distraídos en la primera década del siglo". Entonces los medios poderosos le dicen a Boaventura que se les coló al imperialismo Chávez, Evo Morales, Lula…Aquí no me parece acertada su respuesta al contestar que fue porque hubo una década en la que EE UU estaba concentrado en Irak, y que permitió alcanzar el poder a fuerzas progresistas de Argentina, Venezuela, Brasil, Bolivia, Ecuador, Chile. No es tan sencilla esta respuesta, lo que realmente produjo una hecatombe del imperialismo euro-gringo en la región fue la aparición del Comandante Chávez en 1992; a partir de allí comenzó la aparición de un poderoso movimiento de izquierda en todo el continente.
- Dice De Sousa Santos que a "partir de 2009, los norteamericanos empiezan a ver que están perdiendo América Latina, que tiene un socio nuevo, China. Su primera reacción es el golpe de Honduras de 2009, una década después los hondureños emigran en caravana hacia Estados Unidos". Pero le recordamos que antes del golpe en Honduras se produjo el golpe del 11 de abril de 2002 contra el propio Comandante Chávez. Que incluso, el imperio no andaba tan descuidado en Irak.
- Agrega De Sousa Santos que "Las Bolsas la controlan cinco grandes compañías financieras que tienen un poder de chantaje enorme, que EE UU precisa de todos los países aliados para frenar a China, pero de modos distintos". Y entonces hace una observación muy interesante: "Necesita a Europa, pero no a la Unión Europea (UE). El abordaje de Trump sobre Europa es con el Tratado Comercial Transatlántico, que quiere acabar con él porque no quiere una UE unida. Le es más fácil controlar el continente minando a la UE, separándola país a país. Lo ha conseguido con el Reino Unido y lo va a intentar con otros. Uno a uno dominará mejor todo el continente".
- De Sousa Santos consulta atentamente y con frecuencia todos los documentos de la CIA y así tener una visión bastante clara de lo que se nos avecina, y entonces nos dice que la gran amenaza para los gringos va a ser la imposibilidad controlar la hegemonía mundial de China. Que en 2030 China será sin duda la primera economía. Que vivimos un intervalo entre dos globalizaciones. Que tuvimos varias desde 1870, cada una dominada por una innovación tecnológica, de la máquina de vapor a internet. "Las últimas –nos dice- siempre han sido dominadas por Estados Unidos, pero vamos a entrar en una nueva ola de innovación, protagonizada por la inteligencia artificial, la robótica y la automoción, y en estas áreas -al contrario que en las anteriores- China está muy bien posicionada. Quien domine la nueva ola será el país hegemónico".
- Que el cuadro se presenta de la siguiente manera: "China se juntó a Rusia, India, Brasil y Suráfrica, en el BRICS. Ese proyecto, al contrario de lo que nosotros nos pudiéramos imaginar, fue un aviso temible para EE UU. Había que neutralizarlo al precio que fuera porque estaba en juego lo más sagrado del imperio americano, ¡EL DÓLAR!, que en 1971, dejó de estar respaldado por el patrón oro, pero que EE UU acordó con la familia real saudí que el dólar fuese la única moneda de pago de las transacciones petrolífera".
- Al recordársele a De Sousa Santos que esto sigue siendo así después del medio siglo él contesta que se ha logrado "a costa de reprimir cualquier movimiento para acabar con el dólar como única referencia mundial. Siempre que hay un ataque a esta moneda la reacción de Estados Unidos es brutal. Es cierto que el expresidente del FMI Dominique Strauss-Kahn tuvo un lío con una camarera, pero casualmente un mes antes había propuesto crear una cesta de monedas como referencia del comercio mundial, y no solo el dólar. Hussein [de Irak] quería que el comercio de los hidrocarburos fuera en euros y Gaddafi propuso una moneda africana similar al euro. Todos tuvieron destinos fatales". Y ahora aparece Venezuela que saca de circulación al dólar, y entonces podemos imaginar lo que se nos avecina: guerra, muerte e implacable destrucción de nuestro país, que puede implicar incluso una razzia de todos los grandes dirigentes del chavismo.
- Competa esta visión De Sousa Santos de este modo: "Vivimos un ciclo reaccionario, típico entre los intervalos de globalizaciones. Es un tiempo en el que aumenta la agresividad y la rivalidad entre países -en Europa dio origen a dos guerras-. Su cara visible es Steve Bannon, ex asesor de Trump. No es casual que su organización, The Movement (El Movimiento), se haya instalado en Bruselas. Su objetivo es conseguir una mayoría de euroescépticos en las elecciones europeas de mayo y así destruir, democráticamente, la UE, y esto lo veo con mucha preocupación. Esta ola reaccionaria es diferente a otras, intenta acabar con la distinción entre dictadura y democracia. La democracia liberal no se sabe defender de los antidemócratas, de los antisistema como Trump o Bolsonaro que se aprovechan del sistema. Se destruye la opinión pública con falsas noticias que transforman al adversario en enemigo; con el adversario se discute, al enemigo se destruye.
- No deja de lado De Sousa Santos al agente de la CIA Juan Pablo II, quien trabajó codo a codo con Reagan para echar abajo a la Unión Soviética; en tal sentido dice: "Juan Pablo II liquidó la teología de la liberación y ese espacio lo ocupa la teología de la prosperidad de la Iglesia evangélica. Desde luego no es una convulsión repentina, tiene sus causas. Si dejamos de ocupar un espacio, otros no lo harán. Si los partidos clásicos se dedican a los procesos electorales y a sus alianzas, y no trabajan con las clases populares, otros lo harán. Y no solo los partidos. La iglesia católica tenía en América Latina un fuerte enraizamiento con la teología de la liberación. Juan Pablo II la liquidó y ese vacío está siendo ocupado por la llamada teología de la prosperidad de las iglesias evangélicas de influencia norteamericana. El rico recibe la bendición de Dios, el pobre no es bendecido, es demonizado, culpable de su pobreza. Ha habido un abandono de las clases populares por parte de las elites, sean políticas o eclesiásticas.
- Y concluye diciendo que sí hay una solución. Nosotros los chavistas debemos consultar su obra "Izquierdas del mundo, uníos". En tal sentido De Sousa Santos dice que en este ciclo reaccionario, las fuerzas de izquierdas son las que mejor pueden defender la democracia porque la derecha se entregó absolutamente a los poderes financieros.
