El cura Yorman Carrillo y sus desvaríos teólogo-políticos

El Cura-Párroco de la céntrica iglesia san José de Barquisimeto, Yorman Carrillo, por lo que suele expresar en homilías dominicales deviene de esas familias cristianas integristas andinas-colombianas (tachirenses) y su vocación cristiana original la vive en la Congregación del Santísimo Redentor o Padres Redentoristas.

Generacionalmente forma parte de la rebelión estudiantil de 2007; aquellos jóvenes que agitaron calles y plazas en Venezuela por el cierre de Radio Caracas Televisión, además de ser vociferantes contra la reforma constitucional y que desperdiciaron la oportunidad que la Asamblea Nacional les diera para exponer sus ideales en el hemiciclo a través de las famosas cadenas radio-televisivas limitándose a leer un guion que ARS Publicidad les asignara, además de hacer un precario show de franelas; la política como show, la banalización de las ideas y del mal. Son los mismos cuyos líderes hoy ocupan diversos ámbitos en lo social, político-empresarial y eclesiástico, por su puesto.

Claro, también los hay que han estado presos, exiliados o refugiados en embajadas, porque luego apoyaron y protagonizaron actos terroristas con las llamadas guarimbas. Frustrados andan por ahí como oveja sin pastor, dicen que tienen que cambiar de hígado porque ya no tienen, en cualquier ocasión lo tiran en la calle, así seguirán hasta no ver caer la dictadura de Nicolás Maduro Moros y este 10 de enero próximo echarán el resto.

En realidad, y con perdón del juicio de valor que implican estas líneas, son jóvenes nostálgicos. Añoran la imposible restauración de la democracia adeco-copeyana que vivieron a penas en su niñez y en la etapa decadente de la crisis más profunda del Pacto de Punto Fijo, por tanto, ignoran sus verrugas más feas. Saben de oídas. Será que sus padres y abuelos les habrán idealizado tal sistema en reuniones familiares y en la efervescencia de las ya desaparecidas marchas de la oposición porque calle, lo que se dice calle, baño de multitudes, no tienen.

Ahora parte de la estrategia opositora parece haber derivado hacia espacios cerrados. "Reuniones de condominio" las llama el muy "perverso" Diosdado Cabello en "Con el mazo dando", han buscado refugio en las ONGs y en algunas misas dominicales en iglesias católicas. Será bajo la venia de la Conferencia Episcopal Venezolana en un afán también imposible de imitar a Mons. Arias-Blanco en 1957-58, pues es fama que su Carta-Pastoral constituyó un documento teológico-político que dizque contribuyó decididamente al derrocamiento de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez.

Pero la historia no se repite sino como tragedia y comedia, escribió Marx. Arrogantes en su saber abstruso, esto es, que solo conocen a cabalidad algunos especialistas, curas y obispos, además de sus adláteres entre ciertos laicos organizados, caen en lo que Edgar Morin denomina "El error y la ilusión" (Capítulo I de "Los siete saberes necesarios a la educación del futuro"); cada año publican cartas y exhortaciones varias, pero éstas parece que no pasan más allá de las sacristías o las páginas web de la CEV; siempre haciendo esparrin a los boxeadores de la oposición pero sólo en 2015 lograron la Asamblea Nacional.

Esto fue celebrado en misas y procesiones como la de la virgen Divina Pastora, principalmente por el hoy Administrador Apostólico de Arquidiócesis de Barquisimeto, obispo Víctor Hugo Basabe; por cierto, ¿qué se puede esperar para este próximo 14 de enero de 2019 como no sea otra repetición de lo ya visto en el estado Lara con esto de la instrumentación política de la religión? Luego, si eso hace la alta jerarquía, ¿qué se puede esperar de un simple cura bisoño de parroquia? Pues que también padezca desvaríos teológico-políticos y sea aplaudido no por la pertinencia en la hermenéutica del periplo evangélico de Cristo Rey quien anuncia que su reino no es de este mundo sino porque haya proclamado que el gobierno que esta dictadura nuestra conducida por el presidente Nicolás Maduro va a caer; porque "los buenos" siempre triunfan sobre "los malos".

Como los hombres, de acuerdo con Marc Bloch (en Apología de la historia o el oficio del historiador) se parecen más a su tiempo que a sus padres, el cura de la iglesia san José de Barquisimeto discurre sus días dentro de ese universo polarizado gobierno-oposición, inclusive ha llegado a decir que cuando usa la vestimenta o casulla roja de los mártires no es porque él sea chavista, sino que es por los mártires caídos en la lucha; toda una joya.

En una parroquia céntrica rodeada de comercios, por cierto, la mayoría de los cuales son vulgares especuladores cuyas conciencias cerradas a cal y canto no son permeados por el evangelio y su justicia, sordos todo lo venden de acuerdo a cómo se cotiza el dólar paralelo. Opositores de uña y pezuña, debe ser a ese sector a quien el padre referido dirige su "prédica", quien además se pavonea porque dizque tiene una "labia" tan convincente que si él fuera "un perro" copularía con todas las señoras que atienden el templo y damas feligreses, o que así se lo han hecho saber ellas… pero él no cae en tentaciones y dizque usa tal "don" solo para pedir a los ricos con fines de hacer todos los domingos unas ollas solidarias, conforme ha pedido caritas Arquidiocesano, que ya han realizado más de treinta.

Este cura ha venido a sustituir a otro oriental, fallecido tristemente por falta de tratamiento para la diálisis, Dios lo haya perdonado. En realidad, fue un activo colaborador de los terroristas y hasta activo participante de las guarimbas de 2017 pero que contradictoriamente siempre rogaba a Dios púbicamente que librara a Venezuela de la violencia. Cosas de la vida, es como esas buenas señoras y demás curas u obispos que bendecían a los llamados jóvenes libertadores que vestían al modo de los guerreros medievales. Aunque, claro, bien está que ore por el descanso eterno del piloto Pérez y sus compañeros, ¿los recuerdan?

Finalmente, más allá de todo el anecdotario anterior, consideramos que las homilías de las misas dominicales deberían ser cuidadosamente preparadas, contextualizando el breve discurso y sus dimensiones desde el punto de vista de la moral práctica. Leyendo algún texto sobre la teología del Papa Benedicto XVI, principalmente el libro "El profesor Ratzinger" uno advierte la precariedad en la formación académica de los eclesiásticos. Una investigación dirigida por el sociólogo Alberto Grusón en Caracas (Hacer sociología en Venezuela, Caracas, UCAB, 2010) revela un hallazgo en ese sentido, aquello era una corcha de retazos según el color de la ideología de cada cual; por su parte, Raúl Biord Castillo (en "Conociendo Nuestro Concilio. Ideas-fuerza", Trípode, 2007)) habla de "Carencias en la formación teológico-pastoral" en la iglesia venezolana; acota más o menos en este sentido que:

"En Venezuela no nos hemos distinguido por una cultura de reflexión teológica pastoral. Sólo recientemente contamos con una facultad de acreditación pontificia de teología en el país, aunque sólo existe a nivel de licenciatura. Hay algunos campos teológicos y eclesiásticos en los que son muy pocos los especialistas, por ejemplo, en liturgia" (Pp. 63-64).

También si uno lee un texto académico como el del laico venezolano Dr. Félix José Palazzi von Buren (La tierra en el cielo. Disertación sobre el dogma de la Asunción de la Beata Virgen María según Karl Rahner, Paulinas-ITER, Caracas, 2007) advierte que eso de hacer teología exige un gran esfuerzo intelectual, histórico y hermenéutico, por lo que esas homilías que uno oye por ahí, improvisadas y aliñadas con proclamas políticas e ideológicas con fines de dar ánimo a la oposición venezolana o a sectores del gobierno actual, además de autoelogios sobre la "sagrada" oratoria, no son sino un desvarío; demás está decir que tampoco los laicos inorgánicos contamos con centros de altos estudios teológicos, excepto un curso de ampliación que ofrece la UCAB pero no en el interior del país, solo a veces se dan algunas reuniones que no pasan de cuestiones piadosas y decir amén a todo lo que dicen los curas, curas que no tienen ni licenciatura, menos maestría y doctorados. Son unos pobres diablos improvisados.



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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