Fidel Castro y solo dos hombres de los 82 combatientes que habían salido de México el 25 de Noviembre de 1.956 en el yate GRANMA y llegado a las costas cubanas el 2 de Diciembre de ese mismo año, se encontraban muertos de hambre y sed después de múltiples vicitudes por las extenuantes caminatas y enfrentamientos con militares, por lo que al divisar una apartada y humilde choza en el campo llaman a la puerta, de allí sale un indígena guajiro lleno de miedo y al solicitarles los visitantes comida y un poco de agua, les atiende cordialmente; por lo que le dejan algo de dinero. Al rato de haber reanudado estos 3 hombres la marcha por los cañaverales plantados en la zona, en un pequeño recodo del camino se encuentran con un campesino quien los saluda muy afablemente y, al acercarse, éste les pregunta que si alguno de ellos se llama Alejandro; Fidel al oir su nombre de guerra se da cuenta que aquel hombre está comprometido con el levantamiento.
El campesino les dice que él pertenece al grupo coordinado por Guillermo García y les comenta que otros hombres como ellos habían sido atendidos y estaban más adelante, de esta manera Fidel se da cuenta que se encontraba dentro de la red del Movimiento 26 de Julio (M-26). El día 15 de Diciembre de 1.956 Fidel se informa que el gobierno tenía encarcelado a 17 expedicionarios del Granma, el día 18 recibe de otro campesino una bolsita de cuero en donde se encuentra el carnet de conducir de Raúl, su hermano, expedido en México; ésto lo hace suponer que está vivo.
Fidel llama aparte al campesino y le dice: conmigo vinieron un argentino de nombre Ernesto Guevara y otro dominicano de apellido Mejía, pídele al señor que te entregó este carnet que te diga los nombres y apodos y regresas con la respuesta. Al volver el campesino informa a Fidel que el señor dijo que uno era el Che y el otro Pichirilo, Fidel de inmediato sale hacía el lugar que le indica el campesino y muy emocionado se abraza a su hermano Raúl, pasado un rato le pregunta ¿cuantos fusiles has traído? Raúl responde que cinco, y Fidel, en un tono de voz esperanzador exclama; ya son siete.
El día 21, muy temprano, el grupo de Juan Almeida, el Che Guevara y otros cinco guerrilleros llegan al sitio donde acampa Fidel, ahora, ya recuperada un poco la fuerza de sus partidarios, Fidel envía un emisario para que haga contacto con algún periodista extranjero y lo conduzca a la montaña, tomando todas las precauciones necesarias, con el objeto de darle una entrevista y desmentir el rumor difundido en Cuba y el mundo de que él y Raúl estaban muertos. El día 31 en la mañana, Fidel con 29 hombres se internan en lo más intrincado de la montaña; ha comenzado en forma la resistencia armada de Fidel contra el régimen dictatorial de Batista.
En la primera quincena de enero de 1.957, la columna de guerrilleros llega al pie del pico Caracas, ahora el contingente se compone de 32 hombres, 18 provienen del Granma, pero no todos tienen armas y las municiones son escasas. En la madrugada del 17, Fidel ataca por sorpresa un pequeño cuartel ubicado en la montaña, a la media hora de combate uno de los soldados hace ondear un pañuelo blanco en señal de rendición; entre los guerrilleros no hubo heridos ni muertos. Los combatientes al entrar al cuartel y observar un buen botín manifiestan una gran alegría, puesto que allí consiguen 9 fusiles, una ametralladora pesada, pertrechos, medicinas y bastante alimentos enlatados, luego el cuartel es incendiado y los prisioneros liberados.
Fidel fija su cuartel general en las montañas de la Sierra Maestra y cada vez consigue más adeptos para el combate y después de 2 años, Enero de 1.959, él y su gente entran triunfantes en La Habana, capital de la República de Cuba; desde donde el tirano Batista ha huido al extranjero. De esta manera se vuelve a cumplir lo que el Libertador Simón Bolívar expresara en el Manifiesto de Carúpano el 7 de septiembre de 1.814: COMBATID Y VENCEREIS. DIOS CONCEDE LA VICTORIA A LA CONSTANCIA.