"Déjenme crecer, no me hagan arder".
Palabras de un autor desconocido
que escribió de prisa y sin cuidado
en una pared del centro de la ciudad de Francfort,
Alemania...
La oposición, y toda su diversidad de dirigentes, han estado desde el mismo momento de la llegada del Comandante Chávez, como los auténticos viciosos al juego de azar: no ganan una, pero no pierden las esperanzas. En política, así, como en el albur, esa actitud muchas veces sirve para llevar a cualquiera por un despeñadero; con la particularidad que los chambones estos, no ponen en juego sus intereses personales, sino de toda una nación, y eso precisamente han hecho con nuestro país, al mantener un saboteo permanente, y no han terminado de un fracaso, cuando le ponen fecha a otra aventura más, con el mismo libreto. El caso concreto del 10 de enero, no es el último; los delata, pero no los amilana, y menos los avergüenza ¿Qué es una raya más para un tigre? como dice el refrán popular.
Toda la fauna política de la derecha, busca cobijarse debajo de las sotanas de la CEV, pero esta, se ha mantenido últimamente de bajo perfil–parece que apareció– por muchas razones; entre las más vergonzosas se encuentran: las denuncias de pedofilia, e inmoralidades de un sector de la iglesia, el cual no es cualquier cosa; y por la otra, toda la cúpula no les cabe una raya más, al mantenerse totalmente divorciados de las enseñanzas de Jesús de Nazaret, y es tan así, que en diciembre se acordaron muy poco del nacimiento del guía espiritual de los católicos, porque en su "conciencia" tenían metido el 10 de enero, como la fecha definitiva para dar el zarpazo final; una copia del golpe estado del 2002.
Todo el que se metía con el Comandante Chávez, terminaba tan rayado, que por momentos se desaparecía en un profundo silencio, para aparecer en el exterior, gritando, y hablando más que la conocida lora del cuento. Ahora con el Presidente Nicolás Maduro, no solamente se han rayado los de la derecha; también han aparecido algunos charlatanes de la izquierda, y muchos de ellos de las mismas filas del PSUV, inventando, denunciando, y acusando para tratar de salvarse de la justicia ¿Cuántos corruptos se encuentran, como voceros contra la corrupción?.
Después de rayado, y quemado– como dicen en el llano– el secretario de la OEA, Luis Almagro. Tomó la batuta el nuevo escuadrón del imperialismo: el grupo de "Lima", con la particularidad que en muy corto tiempo se han rayado; al seguir con la misma canción pasada de moda; confirmando un gran verdad en política: ninguna copia, o segunda versión es buena, así, hagan más bulla que una gallina después de poner el huevo. Y mire que han hecho una verdadera alharaca, dándole la razón al Presidente Nicolás Maduro, cuando dijo en una reciente rueda de prensa: "Han convertido una toma de posesión natural, de un país democrático, en una guerra mundial, lo que hemos visto en las últimas semanas no tiene parangón, se han desatado las fuerzas extremistas sobre Venezuela con el objetivo de desestabilizar el país, llenarlo de violencia, de caos, para ponerle la mano a las riquezas de Venezuela".
En lo que sí han mantenido un profundo silencio, es sobre la verdad de algunos hechos por demás fascistas, cuando convirtieron en una antorcha humana a un humilde trabajador, porque se les pareció un chavista. Nadie ha dicho nada; ni la OEA, ni el grupo de "Lima", y menos los títeres de aquí. Esa actitud llena de la más infame hipocresía, y cobardía, los seguirá rayando frente a un pueblo que ha venido aprendiendo a resistir con la verdad en la mano, para decir al imperialismo y sus lacayos, que aquí se encuentra un gobierno, electo por un pueblo de carne, y hueso con la moral, y la dignidad por encima de cualquier obstáculo, amante de la paz, la libertad, el cual ni se compra ni se vende, parafraseando una estrofa de un hermoso pasodoble de la Billo's Caracas Boys. ESTE 10, MADURO SE JURAMENTA, PASE LO QUE PASE, Y LAS RAYAS SEGUIRAN CUBRIENDO EL ROSTRO DE LOS ENEMIGOS DE LA PATRIA.