Siempre me he considerado una persona fiel a mis principios, radical en mi pensamiento, pero no a las situaciones, durante todos estos años he podido definir con claridad lo que está bien o está mal, y lo he plasmado en mis artículos, que está página ha tenido a bien publicarme. Hacerme llamar chavista y revolucionaria no me ha hecho ni ciega, ni sorda, ni muda. Por el contrario me ha hecho ver el antes y el después de nuestra historia La crisis económica que vivimos en el país hoy en día es innegable e inocultable, pero no es menos fuerte que la que vivimos hace 30 o más años atrás, de hecho hoy estamos conmemorando una fecha en la que el pueblo, sufrido, avasallado y abandonado por los gobiernos de turno, decidió explotar en defensa de sus derechos. Tal vez muchos jóvenes de hoy no sepan con exactitud cual fue la respuesta y consecuencias de aquella rebelión. Y les puedo asegurar a todos esos jóvenes, que no tiene nada que ver con las protestas de hoy, hecha por muchachitos de clase media, y políticos que buscan jóvenes delincuentes, les pagan y los llenan de licor y drogas, para que cometan los más aberrantes desastres, como quemar gente viva sólo porque están en desacuerdo con el gobierno. Aquellas protestas fueron el producto de muchos años de indolencia, de sordera gubernamental, de desangre a la nación, fueron protestas por hambre, por falta de empleos dignos, por falta de salud, de educación de tantas cosas que carecía el pueblo venezolano, y si, estaban los automercados repletos de productos, pero permanecían así, porque el dinero no alcanzaba para comprar, también estaban repletos los puentes por debajo de familias enteras, sin un techo sobre sus cabezas, cantidad de niños de la calle, pidiendo no sólo para comer, sino para comprar un pote de pega para adormecer el hambre. Cantidad de ancianos durmiendo en las plazas públicas, cantidad de personas que morían diariamente en los famosos ruleteos que les daban por los hospitales porque todos estaban en paro o sin medicinas ¿Ya se les olvido la cantidad de personas frente a los restaurantes por las noches tratando de conseguir la comida que tiraban del día?. ¿O los reportajes que hacían sobre el botadero de la bonanza, dónde habían personas de todas las edades, buscando cosas de utilidad dentro de la putrefacción que es la bonanza? Que fácil es hacer borrón y cuenta nueva. Cuando hay miles de venezolanos masacrados, por el gobierno de Carlos Andrés Pérez y muchos de ellos aun no han sido identificados, ellos fueron mártires que lucharon por los derechos que hoy estamos entregando a un gobierno extranjero.
También podemos recordar lo que era la delincuencia los fines de semana, dejaba decenas de muertos, y la lista se alargaba con los ruleteos, eso es algo que está ahí en los periódicos de la fecha, cualquiera que quiera conocer la historia reciente, no tiene sino que desempolvarla, y vera que esa maravilla de la que hoy hablan no era tal. Claro pero recordar todo esto me hace merecedora del remoquete de resentida social, pero creo que también lo son aquellos que hoy añoran las maravillas de la IV República, estoy segura que la posición de ellos en esos momentos era muy buena o era muy joven y no entendió nada de lo que aquí se vivió, porque si sacamos cuentas la revolución está llena de personas de cuarenta años para atrás, hoy se burlan porque ven milicianos de la tercera edad, esos milicianos de 55 en adelante fueron las víctimas de los gobiernos de AD y Copei. Muchos de ellos perdieron algún familiar en la masacre del 27 de febrero del 89 ellos si conocieron de cerca lo que es violación a los derechos humanos, y escuchar la orden de disparen a matar de un gobierno sanguinario.
Hoy con está nueva oposición que se ha levantado en el país pudimos quitarle la careta a los viejos políticos, nos dimos cuentas, que siempre estuvieron entregados a los gobiernos extranjeros y que aquí mandaban todos, Fedecámaras era quien imponía los precios que oprimían al pueblo, los poderes repartidos entre AD y Copei todos a dedo, así que es por eso, que los empresarios están incursos hasta los tuétanos en la guerra económica interna que azota nuestro país y la oposición se rebela porque no les dan puestos de poder en el gobierno, desde dónde puedan seguir entregando parte de la nación al gobierno de EEUU, que viéndose restringido de nuestras riquezas, arremete duramente para derrocar a quien le estorba a sus intereses.
Ahora bien, tendríamos que saber ¿Quién y de dónde viene Juan Guaido? Porque ningún ser racional, en perfecto uso de sus facultades mentales puede solicitar una intervención extranjera para su país. Y ser tan cínico para violar todas las leyes de la republica, estamos claros que esa osadía no es de él, él sería incapaz de hacer nada, si no supiera que él mismo es una bomba de tiempo, porque si uno lo estudia no se necesita mucha inteligencia para darse cuenta que no tiene ni siquiera verbo adecuado para ser político, mucho menos propuestas convincentes, ni ese coraje que tiene un verdadero líder.
Y por otro lado vemos como periodistas, camarógrafos y distintas personalidades han visitado nuestro país para constar con sus propios ojos, la realidad de Venezuela y todos han coincidido en lo mismo, no existe crisis humanitaria, existe un bloqueo económico de parte de quien cínicamente se ofrece como libertador, existe una complicidad entre los empresarios que sacan nuestros productos, no sólo fuera de nuestras fronteras sino internamente a comerciantes informales, que los exhiben con descaro en todas las calles del país, a precios tan elevados que el sueldo básico solo cubriría dos productos, está es una realidad a los ojos de todo el mundo, ¿Cómo podemos prestarnos para hacer una campaña de crisis humanitaria? Cuando las calles están repletas de todo tipo de alimentos, no sólo alimentos procesados, sino vegetales, verduras, frutas hortalizas, ¿En que clase de venezolanos nos hemos convertido que por la ansiedad de sacar a un gobierno legítimamente electo, somos capaces de apoyar a un loco que la solución que le ofrece a nuestro país es sangre y muerte? Y nos ve como inversión a futuro, ¿Cuántos de los que hoy piden una invasión con tanta vehemencia podrá decir que valió la pena? He sentido tanta vergüenza que en otros países los pueblos hayan salido a la calle a solidarizarse con Venezuela, y venezolanos radicados en esos países hayan protestado en contra de ellos, que esos extranjeros que están aquí llevando la realidad de nuestro país al mundo, hayan sido amenazados de muerte por compatriotas nuestros. Así como sentí vergüenza cuando Julio Borges dijo que los venezolanos éramos una enfermedad contagiosa en otros países, siento vergüenza que digan que un ser como Juan Guaidó nació en está tierra maravillosa, dónde nuestra característica es la solidaridad, la alegría, el humanismo y un deseo inmenso de vivir en paz, siento vergüenza por todo aquel venezolano que se presta para poner a nuestro país como lo peor ante el mundo, y quisiera aclarar que la inmensa mayoría de nosotros no nos identificamos con esas personas, tampoco nos identificamos con esos artistas que tienen años fuera de Venezuela que saben de su país por la información que reciben de las redes sociales y medios internacionales. Lo último que recuerdo yo de María Conchita Alonso, quien sale llorando acariciando su perrito, es que yo tenía como 12 años cuando hizo su última aparición en la televisión venezolana, no tenía yo permiso para ver los culebrones de la época, .se fue y volvimos a saber de ella cuando su hermano Robert Alonso en el 2004 se vio implicado en lo de la finca Daktari, en la albergaba a un grupo de paramilitares colombianos que tenían como misión asesinar a Hugo Chávez y originar violencia en el país, desde ese momento su venezolanismo salió a flote convertido en odio en contra del gobierno revolucionario porque su hermano salió huyendo del país, Franklin Virguez un hombre que parece estar más drogado que consciente, su ultima aparición fue en por Estás Calles, novela que hablaba de la crueldad, corrupción y situación económica de la época 1992, habría que recordarle a él, el guión de esa telenovela y así como él, muchos que hablan en nombre del pueblo venezolano pero que la mayoría está en EEUU desde hace muchos años y ni hablar de los extranjeros que se prestan para criticar nuestros país cuando en los suyos la gente muere de hambre y sale huyendo por las medidas económicas de sus gobiernos. Mientras esperamos una luz al final de túnel confiamos en que la cordura regrese a estos políticos entreguistas y que la justicia y paz la prevalezcan en nuestro país.