El plan Elías Jaua. ¿Abre trincheras o espera el paso de las golondrinas?

Cuando a Elías lo defenestraron y él se "encunetó" calladamente, como en concordancia con lo que parece su habitual estilo, creímos que en cualquier momento, como solemos decir los cumaneses, se abriría de capa e iría a cavar su propia trinchera en otro espacio. Por supuesto, nunca le imaginamos haría eso que han llamado "saltar la talanquera", que significa pasarse para el enemigo "histórico", sino que pasaría a formar parte de esos que por convencionalismos y comodidad llaman "chavistas descontentos". Y no era para menos, habiendo sido sacado u obligado a salir del gobierno de manera abrupta y hasta como deshonrosa donde estuvo por más de 17años en los primeros lugares, tanto que hasta como él mismo dice, ayudó a Chávez a redactar el "Plan de la Patria". En efecto en su más reciente artículo que por alguna razón llama "El Plan de Hugo Chávez", nos informa que tuvo, "el privilegio histórico de compartir personalmente sus ideas, y de transcribirlas, sobre el desarrollo del modelo del Socialismo Bolivariano para la construcción de una sociedad donde quepamos todos con igualdad, justicia y dignidad."

https://www.aporrea.org/actualidad/a279648.html

En ese mismo artículo, de manera estudiada, premeditada, Jaua hace una cita de un discurso de Chávez, para dejar sentado lo siguiente: "hemos estado trabajando, miren anoche hasta la madrugada, yo creo que Elías Jaua no durmió." Quiso, por boca del propio Chávez, dejar constancia que él, el cómo defenestrado a medias, participó en la redacción de lo que llama, no "El Plan de la Patria", sino el "Plan de Hugo Chávez, con alguna intención. No hay duda que como decimos los venezolanos, en eso hay "un piquete". Es el "Plan de la Patria", pero es el que dejó Hugo Chávez y el cual tiene la impronta de Elías, no es uno cualquiera y menos de otro. Porque parece que sugiero eso, hay otro.

Pero veamos más como hace alusiones como subliminales o segunda intención, pero que parecen inocentes manifestaciones de recuerdo en torno a quien fuese el unificador de todos esos grupos que confluyeron en lo que se suele llamar chavismo. Por ejemplo cita una pregunta que se hizo Chávez al momento de inscribir su última candidatura en el CNE, "¿Dónde está el programa de gobierno?

No creo que a nadie medianamente perspicaz pase por alto que se trata de un reclamo sutil a quienes gobiernan y hasta una ligera advertencia a los seguidores de Chávez, dentro o fuera del gobierno. Pues no extraño que muchos chavistas ahora mismo se hagan esa misma interrogante. Y en efecto muchos se la hacen. Pero si seguimos el artículo de Jaua, este de "El Plan de Hugo Chávez", no es difícil percibir como, de manera que pudiera ser evasiva, hace en verdad serios reclamos al gobierno y denuncias concretas para avivar la inconformidad. Sólo que Elías usa un recurso sutil como de quien únicamente se limita a recordar las líneas trazadas con Chávez, pero en el estilo todo del trabajo se confirma que está expresando su inconformidad y dándole sentido y sustento a la insatisfacción de un enorme sector de ese universo que llaman el chavismo.

Con deliberado propósito cita al presidente muerto, mediante una frase vital por lo que ella significó en el propósito del plan y significa ante la realidad que ahora confrontamos:

"El control de la industria petrolera, ese es uno de los centros de gravedad de mayor peso en esta batalla, ahora mismo de corto plazo".

¿Es extraño pensar que Jaua está haciendo un reclamo al gobierno y una advertencia al chavismo en relación con lo que aquella meta significa y lo que ahora acontece? ¿Acaso la caída brutal de la producción petrolera que no se explica todo apelando al sabotaje gringo y lo que parece imponerse ahora, como que se revierta aquel estado de cosas en el sector petrolero que dejó Chávez, por falta de recursos para invertir, orden, competencia y hasta probidad en el manejo del estado de cosas alcanzado, no son los motivos de ese recordatorio "estratégico" hecho por Jaua?

Llegado aquí uno cree necesario, si no abrir una trinchera, por lo menos establecer un hito para dejar constancia como al parecer Elías Jaua, en su estilo peculiar de hombre discreto y callado, poco estridente, pero zapador al fin, abre la suya, pero dentro del propio Psuv. Cualquiera podría también decir, sin duda, que como la "Gatica de María Ramos, tira la piedra y esconde la mano". Aunque para ser justo con Elías, no esconde la mano, esta queda escondida en la "inocencia" y hasta pulcritud del recurso literario o estilo que maneja, que no es otro sino como quien está recordando a Chávez y su "Plan de la Patria", cuando en verdad, nos llama a hacer una comparación entre lo que éste estableció como meta y lo que ahora acontece.

Y este escribidor en particular no ve mal lo que Elías hace, pues unos cuantos ya optaron por ser en principio estridentes y ampulosos y salieron al medio de la calle como quien se propone "coger piedra", rompieron sus relaciones con la multitud que se quedó adentro, se quedaron incomunicados, sin señales y terminaron solos, haciendo muecas y señas sin sentido o que nadie capta. Se pudiera decir que "fueron por lana y quedaron trasquilados", Elías no. El quiere seguir conectado y como tal mandar señales que sean recibidas.

Elías tiene su concepto sobre el socialismo y debe ser muy cuidadoso en eso, pues es sociólogo y hasta fue un excelente estudiante, según la valoración de un viejo amigo nuestro quien fue profesor suyo, pero nos recuerda que ese socialismo por el cual clama, aunque no sé exactamente para cuándo y dentro de cuáles circunstancias, advierte lo contrariedad que implica frente al capitalismo, al cual define como "lo contrario", pues "es el salvajismo, sálvese quien pueda, el darwinismo social, sálvese quien pueda y salva en el capitalismo el más fuerte, pero el más fuerte sobrevive siempre sobre las cenizas de los más débiles".

No hay que saber esfuerzo alguno que Elías hace una advertencia, una cosa es el socialismo y otra la definición que hace del capitalismo, con lo que nos lleva a una comparación entre el ideal y lo que los venezolanos padecemos, "el darwinismo social", donde el mercado hace una cruel selección para que los más débiles, los trabajadores, sobre todo aquellos al servicio del Estado, perezcan por inanición.

"No podemos permitir ni hoy, ni mañana, ni nunca la retrogradación de este proceso, no. No podemos permitir la restauración del capitalismo, de la burguesía apátrida y del imperialismo en Venezuela".

No obstante, no sé si por Chávez o por quienes quieren conservar sus sueños, Elías clama para que nadie permita "la retrogradación de este proceso", es decir advierte sobre los peligros que se corren que es una manera de dejar constancia de las dudas o desconfianzas que le absorben, como que tampoco "permitir la restauración del capitalismo". El gobierno de Maduro está dando muestras de cambio como la aplicación de una política de libre cambio que contradice la de antes y además, si bien no ha anunciado medida alguna de suspensión de control de precios al consumidor, es demasiado evidente que ha optado por hacerse el loco. Aquellas comparecencias de funcionarios como Tarek El Aissami, hoy tras de bastidores, para no declararle desaparecido, hablando de precios y "Precios Acordados" forman parte del pasado. Elías sabe bien que en muchas áreas como la del petróleo y PDVSA misma se advierten cambios que forman parte de la pugna entre EEUU, Rusia y China en relación con Venezuela. Pugna donde al parecer jugamos el rol de la pieza de cacería que los cazadores acorralan, pese Elías haya dicho "El cuarto gran objetivo histórico tiene que ver con el ámbito mundial, más allá de nuestro continente, el cuarto objetivo nos lleva a seguir contribuyendo en la conformación de un mundo multicéntrico y pluripolar para echar abajo definitivamente el proyecto unipolar del imperialismo."

Para Elías parece claro que la ruta que conduce al socialismo, tal como él lo concibe, pasa por los puntos que Chávez demarcó en su Plan, que como se encargó de advertir, es de los dos. Y hace ese recordatorio para que hagamos la debida comparación, que es la manera como zapa su trinchera, de manera tan sutil, hasta elegante y sobre todo desde adentro, que quienes pudieran ser objetos de su denuncia se sientan agradecidos y sonrientes.

Pero podría ser un inconsolable y hasta arrepentido que después de atreverse y hasta sentirse traicionado, para recuperar sus galones, vuelve tras los discursos de Chávez y un narrar que habla de una independencia que sabe no existe, pues los efectos de las medidas del imperio así lo revelan. Porque ese trabajo, "El Plan de Hugo Chávez", tiene mucho de doble filo. Y lo tiene, porque Elías, no es uno cogido a lazo y menos propenso para dejarse convertir en mártir.

Nota: ¿Qué intención tiene la nota que Elías agrega al final de su trabajo referida a trabajadores de Cocacola, sino con lo que nosotros hemos deducido?



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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