Conciencia del deber social y libertad individual

El ser humano es un ser social e individualizado a la vez, pero social, no puede subsistir sino en sociedad con sus congéneres. El reto que tiene delante es equilibrar la vida en sociedad con el desarrollo individual, y en libertad. Y la libertad no existe sin una acción positiva, sin un esfuerzo de nuestra parte, sin un compromiso con el futuro, con metas, proyectos de vida. Si estos proyectos implican a toda la sociedad, el equilibro deseado entre individuo y sociedad sería posible, así como la verdadera libertad individual mediante una acción humana con arrojo, sin la intención franca de dañar a otros individuos.

En general, el individuo libre está consciente de que sus actos tienen consecuencias, y que hay que asumirlas. Pero el empresario y la pequeña burguesía se niegan asumir esas consecuencias cuando se les aplica, incluso, la misma ley que ellos inventaron para sancionar a los otros; quisieran que la ley no existiera, o que su voluntad fuera la ley (como pasa con Mendoza, Cisneros, Fedecámaras y sus intelectuales liberales) sin embargo deben respetar las reglas de la competencia entre ellos; para eso es la ley, y por supuesto para hacer lo que les venga en ganas frente al resto de la sociedad esclavizada. Por eso, prefieren gobernarse a sí mismos con complacencia de hermanos y al resto de la sociedad como verdaderos dictadores y tiranos, con mano dura, como un verdadero Estado policial.

Para los liberales, el dejar hacer por parte del Estado y la sociedad, es la garantía de que no recibirán sanciones por sus actos inicuos, a esa garantía se refieren cuando hablan de libertad, una forma disimulada de ejercer un poder totalitario sobre el resto de la sociedad, "en nombre de la democracia y la libertad".

En la sociedad capitalista solo los ricos pueden hacer lo que les dé la gana puesto que el Estado burgués es su propio invento. Los pobres siempre serán sancionados por ejercer su libertad, las leyes están hechas para reducir al máximo sus espacios de acción. Inclusive, si no hacen nada, igual se los sanciona por ser "vagos y maleantes"… (La "ley de vagos y maleantes" no existe, pero es natural al Estado sancionar a aquellos que no trabajan por las mismas razones que expone esa ley; no hacer nada, de hecho, es un delito para la policía, si eres pobre eres sospechoso, y si no trabajas vas preso)

A diferencia que en esta sociedad (C A P I T A L I S T A), en el socialismo los proyectos humanos deben ser de carácter social, todos los individuos se suman a trabajar para provecho de todos, respaldados por el poder de los trabajadores y empujados por una revolución, toda una sociedad construyendo su futuro; los proyectos individuales materiales se disuelven a las metas sociales pues las satisfacciones materiales individuales están garantizadas por la sociedad, por el esfuerzo social, y bajo otras relaciones sociales de producción distintas a las del capitalismo. Es la forma más racional de poder ejercer la libertad en la mayor cantidad de seres humanos; de ejercerla en el trabajo creador, en el amor, en el sexo, en el arte, en el campo de la investigación, en nuestras profesiones, etc., con un mínimo de violaciones a la ley y sanciones sociales, a la hora de asumir responsabilidades; su fundamento ha sido en principio un consenso para garantizar la satisfacción de las necesidades materiales básicas de todos los individuos de la sociedad.

Consciencia del deber social, para satisfacer nuestras necesidades materiales como sociedad y para la sociedad, sumar a la sociedad y no sumar en provecho egoísta y mezquino, sobre el fracaso de los otros. Sabiendo esto, adquiriendo consciencia de esto y comprometiéndose a esto, el trabajo de hacer la revolución socialista sería casi que pura carpintería; líderes seríamos todos, construyendo la sociedad que queremos… Pero no es así.

Para construir esa sociedad ideal debe haber una vanguardia revolucionaria – y no la hay –, sin la cual sería imposible. Esta vanguardia debe prepararse mental, física, intelectual y moralmente y asumir el compromiso que nos dicta la consciencia del deber social, un requisito necesario para ejercer la libertad individual bien entendida. La sociedad nos compromete en lo material y nos hace libres en lo espiritual, con un mínimo de conflictos y sanciones (algo así como que por falta de motivación social se acabaran los robos)

El juramento que han hecho nuestros líderes ante la constitución bolivariana de la república, cada vez que asumen una responsabilidad de Estado, debería ser precedido por un juramento de compromiso con la consciencia del deber social. Sin embargo estos falsos socialistas no la practican, ni se ocupan del tema, ni les interesa, o no lo entienden, o no estudian el asunto, sus pensamientos están puestos en las tácticas de lucha para alcanzar un objetivo que en el fondo desconocen, quedándose aferrados, como sea y a costa de lo que sea, al poder, como lampreas.

El problema es la falta de claridad en relación con lo que significa el socialismo, que nadie ha pensado cómo sería una sociedad distinta a ésta. Ellos, los señalados para ser la vanguardia, lo desconocen porque también son esclavos del estatus, del lujo, del mercado y sus ganancias, de la ignorancia, por eso confunden el socialismo con solo un pedacito de él, el arranque, el cual lo llamó Chávez "pago de la deuda social": construir una base material; viviendas, carreteras, escuelas, etc., y ahora, que todo se reduce a repartir comida y "bonos limosnas", tal y como lo hicieron los adecos y los copeyanos en su momento, pero respetando a los grandes propietarios dejándolos libres de hacer lo que quieran, al Estado y al orden social burgués, y ahogando al resto de la población en la ignorancia y la pobreza, matando su espíritu de lucha. No nos referimos a las conquistas materiales (y espirituales) de Chávez, más bien señalamos los retrocesos de Maduro, los cuales han sido, en este aspecto, considerables y patentes.

"Talento sin probidad es un azote", decía el padre de la patria. Bien, un azote es lo que se está formando en nuestras universidades y escuelas públicas y privadas, la televisión pública y privada, la disposición expresa del Estado burgués por sostener a la población en la ignorancia y compitiendo en el mundo por vanidades… Sin una meta espiritual, sin una estrategia superior que nos ilumine a todos para nuestras luchas sociales, "el talento" no existe, se va al caño del mercado capitalista.

Los socialistas queremos ir a la conquista del poder para la construcción de una sociedad distinta, de igualdad y justicia, y sin miedo a los cambios.



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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