"Así Nixon comanda con napalm: / así destruye razas y naciones; / así gobierna el triste Tío Sam; con asesinos desde sus aviones, / o con dólares verdes que reparte / entre politijarpas y ladrones. / Chile, te colocó la geografía / entre el océano y la primavera, entre la nieve y la soberanía / y ha costado la sangre de la gente / luchar por el decoro. / Y la alegría / era delito en tiempo precedente. / ¿Recuerdan las masacres miserables? / Nos dejaron la patria malherida / a golpes de prisiones y de sables".
"Esto heredamos de los anteriores/ Y hoy que el rostro de Chile se agiganta, / cuando echamos atrás tantos dolores, / te necesito mi joven hermano, / joven hermana, escucha lo que digo: yo no creo en los odios inhumanos, / y no creo que el hombre es el enemigo: creo que con tu mano y con mi mano, / frente al malvado y contra sus castigos, / llenaremos la Patria de regalos, / sabrosos y dorados como el trigo".
(Pablo Neruda: "La herencia" y "A ti te llamo" IX, en "Pablo Neruda: canción de gesta, 1960, incitación al nixonicidio y alabanza de la revolución chilena, 1973". Avilarte, Caracas, 1974, Pp. 121 y 123).
Venezuela y Chile son naciones hispanoamericanas o indoamericanas con tradiciones socioculturales bastante comunes, que aun con diferencias de clima o algún otro tópico regional-continental o nacional-local nos hermana en la vinculación raigal hombre-medio hasta conformar lo que un autor con Jorge Abelardo Ramos da en llamar la nación latinoamericana; de tal suerte que sentimos tener un destino común.
A saber, el del desarrollo y el progreso en el marco de la modernidad del sistema-mundo occidental, cuyas vertientes groso modo ha asumido nociones de la filosófica liberal-positivista o el marxismo en diversas versiones que van de la escuela de Frankfort al leninismo soviético y de algunos pensadores franceses estructuralistas o funcionalistas.
Sin dejar de recordar algunos meditadores de lo político en Latinoamérica y el caribe en cualquiera de las coordinadas anteriores resemantizadas, con lo que queremos decir en concreto que en la historia de nuestro pensamiento político se han desarrollado sensibilidades diferentes y hasta originarias de la llamada demosofía andina, por ejemplo, la epistemología del sur y la etnohistoria, todo en la perspectiva descolonizadora y/o emancipadora; así, lo anterior define unas específicas preferencias éticas, estéticas y políticas muchas veces contrapuestas al orden dominante frente a lo que se reacciona con inusitada fuerza y asumiendo todos los riesgos, haciéndose cargo como diría Emmanuel Lévinas de las víctimas.
Y es que precisamente en el mundo occidental se pueden observar graves desviaciones como parte de ciertas herencias perversas que alcanzan horrores como las del llamado modelo de "Política de Seguridad Nacional", conducido directamente por militares o por interpuestos personeros de los sectores en general integrantes de la burguesía, que sería el caso de Chile.
Donde con variantes mínimas según lo que hemos visto por ciertas imagines audiovisuales ofrecidas por Telesur, que es el único medio internacional que cubre estos tristes eventos de la represión de los carabineros y militares frente a la rebelión de prácticamente toda la comunidad chilena en estas últimas semanas finales de octubre y primeros días de noviembre, ha demostrado que se ha mantenido intacto el esquema del imaginario social de la dictadura pinochetista, pues también para esa derecha cualquier protesta popular es vista como parte de un enemigo interno al que hay que contener y destruir a toda costa.
En fin, desde la cotidianidad venezolana donde no estamos para dar lecciones a nadie porque estamos muy acosados por la hiperinflación y las agresiones del imperialismo, bueno como no sea la reafirmación de los valores de la identidad y pertenencia; como sostuvo en su tiempo de finales del siglo XIX a inicios de la emancipación de Cuba respecto de España Enrique José Varona hemos sido "testigos de los horrores de la represión", (en "Desde mi Beldevere y otros textos", Fundación Biblioteca Ayacucho 241. Caracas, Venezuela. 2010. P. XVI), esta vez a través de las cámaras de la multinacional Telesur y las fotografías del diario venezolano VEA, pero al propio tiempo nos alegramos de cómo el pueblo chileno está dando la batalla con una valentía y fortaleza conmovedora.