A qué "resiste" el gobierno y a qué los gobernados

La mayoría de los fieles amigos del gobierno vinculan la resistencia de éste a las necesidades del colectivo, de la sociedad y sobre todo de los más pobres. Se habla de ayuda humanitaria, de alimentos y medicinas, de insumos para enfrentar la pandemia del "coronavirus", lo cual se pierde, junto con los esfuerzos comerciales para importar, a causa de las sanciones tramadas por EEUU, gobierno poderoso y caprichoso. El secuestro del oro en Londres, los barcos que son castigados por comerciar con Venezuela (para ser exactos, con el gobierno de Venezuela), los bancos del Estado, las amenazas a las petroleras, son algunas de las sanciones que harían que el gobierno resista para proteger al pueblo. Por estas razones muchos de sus fieles, de buena fe, nos dicen que hay que creer en él.

Sin embargo la realidad nos indica que una "resistencia" no se vincula a la otra, por lo menos de esa forma tan generosa. Veamos quién paga los platos rotos del gobierno, a quién se le cobran en sacrificios inhumanos, las sanciones, pero sobre todo, el mal manejo de la economía y de la política desde la muerte de Chávez hacia acá.

Dijimos que se sanciona al gobierno y a todos aquellos que hacen negocios con el gobierno, por lo menos eso suponemos. Pero sin embargo otros sí pueden importar y comerciar con EEUU; el mercado está abierto; Chevron está sacando petróleo, sin sanciones de EEUU y sin sanciones de Venezuela… Hay un espacio abierto para el libre mercado capitalista que no se controla y es bien amplio.

O sea, el pueblo que necesita alimentos y en general recursos para vivir, está siendo sancionado –a primera vista – doblemente: de forma indirecta a través del gobierno y de forma más directa a través del "libre mercado"; o podríamos decir por causa del "desgobierno" nacional, que ha volteado para otro lado, se ha hecho el loco con la expansión del capitalismo mamarracho y colonial, de los mercachifles, del comercio oportunista; están todos ahora boyantes, "resueltos" por la dolarización efectiva de la economía, por la liberación efectiva de los precios, en fin por el control efectivo, "de hecho", de la economía y sus procesos por un capitalismo colonial, análogo al de hace 70 u 80 años atrás.

Y cuando decimos que esto lo suponemos es, porque si esos recurso, por los que dice (y dicen) pelear y "resiste" el gobierno ahora, estuvieran destinados a cambiar el orden de la sociedad y su economía, fueran para equilibrar las cargas, balancear el sacrificio, a los gobernados verdaderamente sí nos afectarían las sanciones de EEUU, pero no es así. El gobierno insiste en sostener vivo el señorío de la especulación y el libre mercado en razón a su plan trazado de "activar el aparato productivo capitalista" del país: cajas de comida mala e insuficiente para unos y miseria, y dólares y oportunidades para los que más tienen; acabando literalmente con los pobres, colocándolos por debajo de la pobreza y empobreciendo a la clase media hasta desaparecerla.

Lo que realmente nos perturba es la firmeza con la cual estos líderes maduristas sostienen una economía de "libre mercado", abierta a las agallas de los capitalistas, y ahora también abierta para cualquiera que pueda usar su poder a fin de hacer lo que les venga en ganas, abusando de los más débiles y pobres llenos de necesidades – como los más ricos, el abuso desde el poder (sea ejercido por el gobierno o por las mafias políticas, económicas o delictivas) se beneficia, ahora también, de los apuros que padecemos los más débiles y menesterosos; hablamos de la lumpen burguesía aliada al lumpen proletariado, aprovechándose del resto de la sociedad.

(El Venezuela no se puede hablar con propiedad de burguesía, cuando lo hacemos lo hacemos por simplificación, lo correcto es hablar de lumpen burguesía, un tipo de delincuente acomodado socialmente, perfumado, viajado, a veces culto, pero incapaz de producir nada o crear nada, que vive y ha vivido como una rémora chumando de la renta del petróleo, y de la especulación, del engaño y del robo, del trabajo de los más pobres, y que ha actuado toda la vida con impunidad; el lumpen burgués criollo es modelo social de muchos burócratas de este gobierno fantoche que suele santificarse con el socialismo, cada vez que se acercan unas elecciones.)

El gobierno se resiste a desaparecer, a ser desplazado por otro como él, no le importa la salud ni el bienestar de la sociedad y en especial acabar con la inequidad. Hace siete años que dejó de ser socialista. La sociedad empobrecida y golpeada se resiste, al mismo tiempo, a las políticas de un gobierno complaciente (al desgobierno, a sus mentiras y caprichos), y a las arbitrariedades de los especuladores capitalistas, al imperio del "libre mercado" y sus abusos. ¿Qué alguien me explique cómo es que en esta crisis hay tanta gente con plata viviendo bien? ¿Por qué no han sido "sancionados" los tomadores de güisqui caro, los importadores de todo? A estas alturas han debido desaparecer, deberíamos estar igualados todos en la pobreza, nadie debería tener visa para EEUU, ningún funcionario del gobierno, pero tampoco ningún venezolano o con pasaporte venezolano. Halando por los que vivimos de un sueldo, una pensión, una jubilación, por los pequeños bachaqueros y comerciantes, el sacrificio es nuestro y de nadie más.

Sin la voluntad e inteligencia para cambiar las cosas, sin el norte del socialismo, el gobierno trabaja para el capitalismo, el más atrasado, colonial, el más parásito. Nadie parece darse cuenta, ¡nadie quiere darse cuenta!, no quieren creer lo que ven sus ojos. Las palabras del presidente son un díctamo que empalaga los corazones rebeldes y los hace dóciles al engaño. Pero la realidad es que el madurismo se resiste a perecer como gobierno, y nosotros a él, por lo que ha hecho del país, de nuestra economía, del espíritu de nuestra sociedad, del entusiasmo revolucionario; nos resistimos para no perecer definitivamente… ¡no vemos en qué nos beneficia que un gobierno así siga al mando! ¿Si quiera fuera revolucionarios?

¡Viva Chávez!



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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