Se han marchado una vez y para siempre tres tipos geniales a quienes, cada cual, a su modo, y con las debidas distancias y proximidades intelectuales y afectivas, digamos, aprendimos a admirar contemplando sus realizaciones y disfrutando de sus elaboraciones teoréticas en diversas áreas del saber en 15, 20, 30 años o más en el marco de la "Historia universal del estado Lara".
Título este último de un ensayo del Dr. Freddy Castillo Castellanos (Barquisimeto, 1951-2020) publicado en un número de la revista de la Fundación Bigott que al tenerla entre manos nos sorprendió tanto que lo compartimos con historiador Dr. Reinaldo Rojas, hacia el año 2000; cuando este prestigioso investigador nos tutoraba en la UPEL-IPB un Trabajo de Grado de la Maestría en Educación, Mención Enseñanza de la Historia, cuyo tema era la Historia de la Educación Técnica Media en el estado Lara: De la Escuela Poliartesanal Lara a la Escuela Técnica Industrial Pedro León Torres de Barquisimeto, 1944-1969. Entonces acotó el Prof. Rojas: Freddy es una persona muy culta, Luis, y es muy válido su aporte para tu Trabajo de Grado.
Casualmente, unos 15 años después cuando por iniciativa del mismo Profesor Dr. Reinaldo Rojas y las autoridades respectivas, se dispuso que un grupo de participantes del programa doctoral Cultura Latinoamericana y Caribeña (UPEL-IPB) en 2016 sustentáramos oralmente nuestros respectivos proyectos de tesis en el espacioso salón de sesiones del Centro de Historia Larense, ilustre institución que para esa fecha coordinaba el Dr. Freddy Castillo Castellanos, él se nos acercó y nos dijo: Luis, sabes que yo conocí al Dr. Pedro Grases, tema de nuestra disertación, y te puedo contar "un poquito" como era él, parte de su personalidad; cosa que agradecemos infinitamente ahora. Ya antes y después compartíamos como amigos en el muro del Facebook pues el suyo era una maravilla. Uno de los últimos especialmente conmovedores lo constituyó el que Freddy dedicara a Diego Armando Maradona, que decía poco más o menos: Maradona, ¿a dónde te has ido con tu barrilete? Y le agradecía sin mayores aspavientos por la alegría que con su arte circense en el futbol ofreció a todo el universo-mundo.
Bastante distantes en el tiempo cuando apenas llegáramos nosotros de nuestro villorrio El Hato de Baragua, nos topamos en 1983-84, con algunos números de la revista "Letra continua" que editaba Fundacultura, allí escribía el Dr. Castillo Castellanos y creo que coordinaba esa publicación junto con el Lic. Cécil Álvarez y otros, eran textos de crítica literaria y reseñas de artes plásticas, teatro, cine, libros diversos, asuntos de los que entendíamos poco pero nos parecían importantes; también algunas veces lo veíamos en charlas en el Museo recientemente erigido como la Casa Grande de Barquisimeto, principalmente nos llenó de curiosidad que en una feria del libro, que también hubo en la IV República, ahí en la Librería Koemare (¿?), comprara tal cantidad de libros que ingenuamente nos preguntamos si tendría tiempo de leerlos; posteriormente, sería 1989, época en que al menos ya habíamos concluido la educación media, adquirimos su libro "Incisiones" publicado por la ULA-Mérida, uno de cuyos primeros textos está dedicado a comentar los libros de un joven español que ya despuntaba como un pensador de fuste: Fernando Savater, nuestro filósofo favorito, amante de la literatura genial de Jorge Luis Borges.
Freddy Castillo Castellanos, gran borgiano comunicó a muchos esa pasión de veneración por la palabra del autor de Fervor de Buenos Aires, como a nuestro amigo común Pablo Pérez Guivuva, físico-matemático y profesor de la UNEXPO, y a través de su persona accedí a la literatura del inmenso argentino ciego y luminoso, quien siempre dedico a leer algunas páginas de "El monstro verde", como en ocasiones Freddy denominaba a un volumen de las obras completas de Borges, publicado por EMECE.
Por otra parte, por estos días hemos despedido a otro gran amigo, admirador también de la gran capacidad lectora de Freddy. Se trata de Luyino Rizzotto (Barquisimeto, 1951-2020), de la especialidad de Matemáticas que cursó en Inglaterra a mediados de la década de 1980, becado por FUNDAYACUCHO, quien fuera a su regreso, profesor contratado en la UCLA, el Colegio Universitario Fermín Toro de Barquisimeto y la UNEFA-Lara; fervoroso también del arte, especialmente la literatura, la arquitectura y la filosofía de la educación liberal inglesa, Russell y compañía; es decir, los del positivismo lógico, atomistas y la filosofía del lenguaje con quien compartimos largas tertulias aquí en la Plaza Pedro León Torres de Barquisimeto, o Plaza de los Libreros, después en el CC Los Próceres y la Plaza Bolívar; riguroso maestro informal de varias generaciones de jóvenes con inquietudes artísticas, corrector de sus textos incidentales de poesía y ensayo, como es testigo el joven profesor Dalí Armando Álvarez Angulo; persona, verdad es, de difícil trato y temperamental, ensimismado y pesimista. Con él compartimos cenas, almuerzos y en particular la sobremesa con el café, incluso en ambientes "desangelados", como el de una pizzería cerca de la Av. Vargas con 19.
Finalmente, lo curioso es que los tres, aunque dedicaran sus vidas paralelamente a actividades intelectuales diferentes tenían en común al menos tangencialmente lo que Aristóteles en "Ética para Nicómaco" da en llamar, con otras palabras, un programa de investigación sobre la ciencia filosófica desde la perspectiva de la razón práctica. Esto es, sobre el bien del individuo y el de las polis, como una forma de ser auténticos con el fin de preservarse a sí mismos y a la ciudad como algo apetecible. Descansen en paz, caros amigos, y perdonen la nostalgia.
Nota bene:
Diego Armado Maradona, si no fue filósofo profesional e intelectual tradicional podía "elaborar", como decía Luiyino, frases sintéticas incisivas, dardos a modo de apotegmas sobre las desviaciones de organizaciones de futbol, la hipocresía de sistemas sociales y personas, con lo que introducía una crítica social mordaz, a parte que se identificó con proyectos políticos polémicos como el cubano y venezolano; eso quedó patentado cuando junto con un gran narrador, locutor y periodista de TELESUR condujo en el marco de los dos últimos mundiales de futbol, un espacio de comentarios deportivos y políticos.